CAPÍTULO 4.

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Me despierto con un dolor de cabeza horrible. Poco a poco voy abriendo los ojos, dándome cuenta de que unos fuertes brazos me rodean la cintura.

Unos brazos cubiertos de tatuajes... Los brazos de Eric.

De reojo observo la habitación blanca en la que me encuentro, donde veo a Camila y Luis sentados cerca de nosotros.

En dolor apenas me deja abrir los ojos unos segundos antes de tener que volver a cerrarlos, por lo que no me muevo. Permanezco con los ojos cerrados unos instantes, para después, poco a poco, abrir los ojos definitivamente.

Únicamente me muevo un poco aún en los brazos de Eric, pero sólo eso basta para sentir una horrible punzada en mi cabeza, por lo que rápidamente subo mi mano y toco el lado derecho de mi rostro, notando que está ligeramente hinchado. Deslizo la mano hacía mi cabeza, donde noto una gasa que hace que me envuelva en confusión, hasta que logro recordar como fue todo.

Al notar que el dolor va disminuyendo me incorporo rápidamente, intentado poner distancia entre nosotros, acción que provoca un mareo que hace que me tambalee un poco. A Eric no le pasa desapercibido y me sujeta de la cadera antes de levantarse y pegar mi cuerpo al suyo para luego hablarme al oído.

-¿Estás bien? -pregunta, aparentemente preocupado.

Su susurro cerca de mi oreja provoca una sensación extraña en todo mi cuerpo que no logro comprender, pero lentamente asiento y me deshago de su agarre antes de abrazar a mi amiga, quien se acerca preocupada.

-¿Estás bien?, ¿eres tonta o qué te pasa? -dice casi gritando, pero después disminuye su tono de voz, cosa que agradezco -No sé que mierda tienes en el cerebro, Angy. Sólo a ti se te ocurre meterme en medio de esos dos.

-Estoy bien -aseguro, forzando una sonrisa -, tampoco ha sido para tanto -una mueca se forma en sus labios, pero no la tomo en cuenta -. ¿Cuanto llevo inconsciente?

-Una hora casi. Eric y Luis amenazaron y gritaron a todo el mundo que se apartase mientras salían contigo en brazos -comenta, divertida.

Sé muy bien lo que intenta hacer, por lo que intento reprimir la sonrisa tonta que amenaza con salir de mis labios al imaginármelos tal y como los acaba de describir.

-Exagerados... -susurro.De pronto, recuerdo como he despertado y un atisbo de rabia se apodera de mi cuerpo -¿Si vino Luis que hago en sus brazos? -mascullo, para luego señalar a Eric con un movimiento de cabeza.

Éste me mira sorprendido antes de acercarse sonriendo, como si hubiera hecho una gran hazaña.

-Yo fui el que te cogió, y punto -dice -. Además, el bruto de tu amigo te tiro a mis brazos, ¿algún problema con eso?

Me muerdo la lengua por que de un modo u otro me ha ayudado, e intentó protegerme, o eso creo. Motivo por el que me obligo a mantener a raya mi frustración.

-Gracias -digo de manera fría. Me mira, parece asombrado y confuso -. Por cogerme -aclaro.

Asiente con una sonrisa de oreja a oreja antes de hacer un gesto con la mano para restarle importancia.

Eric tuvo más suerte que yo, pues el último golpe que Lucas dio no le dejó marca, únicamente una leve hinchazón.

Cami y él me obligan a sentarme en medio de cada uno a esperar al médico, mientras Luis va en busca de una enfermera para decir que he despertado, la cual llega al cabo de un rato a hacerme preguntas y unas cuantas pruebas estúpidas que sólo logran enfurecerme.

-¿Te duele la cabeza? -asiento, un tanto irritada de tanta pregunta.

Sin decir nada sale por la puerta y por un momento creo que se acabo esto, que me puedo ir a mi casa a dormir y olvidarme de todo, cuando segundos después vuelve a entrar con una botella de agua y algo en su otra mano.

Bad Vibes. #Wattys2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora