Bad Vibes. #Wattys2021

CAPÍTULO 21.

ERIC POV.

Lágrimas se acumulan en mis ojos al ver las puertas del ascensor cerrarse. Una mar de sentimientos se apoderan de mí; rabia, miedo, dolor, y un vacío enorme...

-¡Esto no puedo ser! -grito en el momento en el que cierro de un portazo.

Me matan las ganas de ir detrás suyo, de tenerla entre mis brazos, borrar su mirada de dolor, acabar con la tristeza que he provocado, y besarla, dios, besarla hasta cansarme... si es que alguna vez me canso de sus besos.

Pero no puedo, no puedo porque las fotos de ella besándose con Lucas me atormentan, porque saber que el imbécil ese puso sus labios sobre los suyos me enfurece de sobremanera, y que no haya querido hablar conmigo y simplemente haya decidido acabar con esto me cabrea aún más.

De pronto la carta que se encuentra al lado de la taza humeante en la mesa del centro llama mi atención. Es suya, es lo último que tengo suyo, y aunque quiero leerla, tengo miedo, porque estoy seguro de que en ella dice adiós, el que ninguno de los dijo, el que no quiero escuchar, y mucho menos decir.

Un suspiro pesado escapa de mi garganta en el momento en el que agarro el papel. Sé que no va a poner nada que me guste, sé que esto va a doler, pero también sé que necesito hacerlo, y que por una parte yo me lo busqué.

Sé que quizás debería quedarme y hablar las cosas, no decirte todo a través de una carta, pero no estoy segura de poder ser suficientemente fuerte. Y quizás, debería dejar mi orgullo a un lado, pero no puedo, te juro que no puedo. No puedo soportar otra vez tu mirada, esa que me echaste con asco nada más entrar, o la de rabia. No sé cual me destrozó más. Tampoco soportaría de nuevo oírte acusarme de engañarte con Lucas, porque eso sólo demuestra que no confías en mí. Nunca, te haría eso, nunca, pero supongo que tú si me creíste capaz.

Y para finalizar, le diste la razón al imbécil que intentaba separarnos con mentiras; mentiras que al final sí han dado sus frutos.
No quiero irme Eric, pero tampoco puedo quedarme. Y no sé que va a pasar después de que cruce la puerta de tu apartamento, sólo sé que mi vida jamás será la misma.