A la mañana siguiente me despierta el jaleo que hay montado en la planta de abajo. En la cama únicamente estoy yo, por lo que asumo que Eric ya bajó. No sé que hora es, pero no me importa, me tapo hasta la cabeza con la manta y me acurruco, intentado volver a dormir, cuando una puerta siendo abierta me obliga a abrir los ojos. Eric sale del baño con una toalla alrededor de su cintura, el pelo desordenado y mojado, dejando caer algunas gotas sobre sus hombros y su torso.
-Buenos días -dice con una sonrisa de prepotencia al darse cuenta de como le estoy mirando.
Muestro una sonrisa tímida y me incorporo en la cama, lo que hace que la sábana resbale y deje al descubierto mi cuerpo desnudo. Un rubor se apodera de mi rostro y rápidamente vuelvo a cubrir mi cuerpo, haciendo que Eric ahogue una risita.
-Eso sí son buenos días -susurra al acercarse a mí, con la voz demasiado ronca.
-Callate -digo divertida y no tardo en girar mi rostro para poder juntar nuestros labios -. Buenos días, feo -susurro aún contra su boca.
-Sabes que soy hermoso -replica divertido.
-Sí, cierto -respondo con una sonrisa, y Eric no tarda en abrazarme mientras niega con la cabeza, divertido.
Me envuelvo en la sábana y bajo de la cama para meterme al baño y poder ducharme. Cuando salgo me encuentro con que Eric está tumbado, envuelto aún en la toalla y mirando al techo.
-¿Porqué no te cambias? -pregunto, llamando su atención.
-No sé. Estaba a gusto.
-Ya, pues ponte algo para bajar -ordeno y le lanzo su camiseta, la cual coge en el aire y se levanta, dándome la espalda -. Espera -le interrumpo antes de que pueda ponérsela.
-¿Qué pasa?, ¿sigues queriendo que te apague? -pregunta elevando una ceja y mirándome divertido.
-No, pervertido -mascullo mientras un rubor se apodera de mí.
-¿Entonces?
-Es que... tienes arañazos en la espalda.
Se me escapa una risita, y él arruga la frente mientras hace lo posible por mirarse en el espejo.
-¡Angy! -grita cuando por fin logra ver su espalda.
-¡Qué! -chillo de vuelta.
-Eso significa una cosa -dice con una sonrisa de oreja a oreja.
-¿Qué tengo las uñas largas? -elevo una ceja -. Por ejemplo.
-Bueno, también -hace un gesto con la mano para quitarle importancia -, pero básicamente es: buen sexo.
Pronuncia las dos últimas palabras con la mirada más tentadora que he visto y una voz tan ronca que logra erizarme la piel. No tarda en acercarse y cogerme de la cintura, apretándome contra su pecho desnudo. Me mira fijamente mientras sonríe travieso, y no puedo evitar besarle. Eric profundiza el beso, y empieza a caminar en dirección a la cama, donde me tira, haciéndome soltar una risita tonta.
Se tumba conmigo, aprisionando mis labios con fiereza. Empieza a dejar un rastro de besos húmedos desde mi boca hasta mi hombro, y en el momento en el de deshace de mi camiseta llaman a la puerta.
-¿Sí? -pregunto con la voz entrecortada, mientras Eric sigue tumbado encima mío, mirándome anhelante.
-Perdón, no sabía que seguías dormida -se disculpa mi madre, provocando una risita de parte de Eric, la cual interrumpo tapando su boca con mi mano. ¡Qué inoportuna es!
-Nada -murmuro y al poco oigo sus pasos bajando la escalera. Y bien, creo que ya tengo un buen motivo por el que seria bueno ir a vivir solos. ¡Intimidad!
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Bad Vibes. #Wattys2021
Romance¿Amor? No. Esa palabra para ella no existía. ¿Promesas? Nunca. Eran cosas en las que no creía. ¿Hombres? Jamás. Era en lo que más le costaba confiar. Así era su vida. Así había aprendido a protegerse para no volver a sufrir. Pero ella no esperaba q...