-¿Para recordarte? -pregunto en un susurro. ¿Es qué acaso se va?
-Claro, en las noches -dice con una sonrisa.
-Idiota, pensé que te ibas -doy un golpe en su hombro.
-De mí no te libras -muestra una amplia sonrisa y se acerca para abrazarme.
-Por dios, sois demasiado monos -suelta Camila haciéndonos reír.
-Callate -digo entre risas.
Volvemos a Madison bien entrada la noche, y después de dejar a cada uno en su casa, Eric me invita a dormir en la suya, y dado que desde que hablé con mi madre he rechazado todas sus llamadas, mañana es sábado y todavía no quiero ir a casa para discutir, acepto su invitación de inmediato.
El sábado intento alargar mi estancia en su casa todo lo que puedo, pero cuando vuelve a llamarme sé que no puedo alargarlo más, tengo que ir.
-No puedes evitarla toda la vida...-dice en el momento en el que rechazo la llamada.
-Ya lo sé -suspiro pesadamente y me levanto del sofá para empezar a cambiarme.
-Si quieres bajo contigo -dice al cabo de unos minutos después de haber estacionado enfrente de mi casa. Asiento rápidamente, con él no será tan malo, digo yo, aunque de todos modos cuando entramos ella no está.
-¿Y ahora? -susurra a mis espaldas.
-¿Te vas?
-Si quieres sí.
Sonrío como idiota y sin decir nada tiro de él hacía el interior para poder cerrar la puerta. Envuelvo su mano con la mía y subimos a mi habitación, donde nos ponemos a ver una película en el portátil, o a intentarlo, pues no deja de hacerme cosquillas y darme besos, por lo que no me entero de la mitad de lo que estamos viendo, pero tampoco es como si me importara. Digo, quien en su sano juicio prefiere ver zombies sangrientos a los besos de Eric. ¡Nadie!
A la hora oímos la puerta principal, por lo que supongo que mi madre ha llegado. No tarda en subir llamándome a voces, por lo que pego un grito para que sepa que estoy en la habitación, y nada más entrar mira a Eric confusa, hasta que dirige su vista hacía el marco de mi mesilla y cae en la cuenta de quien es.
-Has vuelto -dice en un susurro. Tiene los ojos rojos, como si hubiera llorado durante horas, lo que me saca un poco de balance.
-Sí -respondo y bajo la vista a mi portátil.
-¿No vas a presentarme?
-Eric ella es Ana -la señalo con un gesto de cabeza -. Ana, él es Eric.
Bajo la tapa del ordenador de golpe y él se levanta dándole la mano, la cuál mi madre aprieta con una pequeña sonrisa.
-Un placer -dice Eric para luego posar su mirada en mí -. Mejor me voy.
-No -dice mi madre evitando que Eric me de un beso de despedida, haciendo que frunza el ceño y quiera replicar, pero no me deja -. No, quedate a cenar -dice de manera amable.
Algo en lo que estamos de acuerdo.
-Sí, por favor -murmuro agarrando con fuerza la mano de Eric, quien asiente y se vuelve a sentar a mi lado.
-Angy -me llama Ana pidiendo mi atención -. ¿Desdé cuándo te vas por ahí una semana habiendo clases?
-Voy bien en los estudios, es la primera vez que lo hago y puedo permitirme ese lujo -respondo en mi posición fría e indescifrable.
-Yo la invité, fue cosa mía -dice Eric antes de que ella pueda contestarme.
-Está bien -asiente con una amplia sonrisa hacía Eric -. Cuando esté lista la cena os llamo -dice y sale dejándonos a solas.
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Bad Vibes. #Wattys2021
Romance¿Amor? No. Esa palabra para ella no existía. ¿Promesas? Nunca. Eran cosas en las que no creía. ¿Hombres? Jamás. Era en lo que más le costaba confiar. Así era su vida. Así había aprendido a protegerse para no volver a sufrir. Pero ella no esperaba q...