CAPÍTULO 18.

2.9K 119 7
                                    

Hace más de cinco minutos que estoy de pie en la acera, mirando la calle por la que se fue. No quiero entrar, sé muy bien que Camila me notará que algo anda mal, aunque la rabia que sentí cuando me dejo aquí sin decir nada ya se desvaneció.

-¿Se fue? -pregunta mi amiga en cuanto entro en casa -, ¿pelearon?

-No, no -cierro los ojos y suelto un pesado suspiro.

La verdad es que no sé que mierda pasó hoy. Sé que ver a ese tipo le puso mal en muchos sentidos, y también sé que no me dejo decir palabra alguna. En cuanto me dijo que no preguntará cogí la bolsa de la compra y bajé del coche. Eric apenas y me dejó cerrar la puerta, aceleró y se perdió por las calles a una velocidad que asusta.

-Pero, ¿qué paso? No tienes buena cara -pregunta, pero no me deja contestar, me agarra del brazo y me arrastra hasta el sofá, para luego sentarse ella en el otro, situado enfrente mío -. ¿Y bien? -insiste.

-Se tuvo que ir -miento. Me mira con el ceño fruncido, esperando a que diga algo más, por lo que es obvio que no me cree -. Apareció un chico...

-Y se puso celoso -se apresura a decir, interrumpiéndome.

-No, no exactamente.

-Oye, explicate mejor.

Mi amiga habla con una sonrisa, pero es obvio que esta preocupada, por lo que le cuento tal y como ocurrió todo, provocando que arrugue el ceño en confusión.

Hace cinco minutos que nadie dice nada. Cami observa sus manos entrelazadas al frente, mientras que a mí no se me quita de la cabeza lo que dijo ese chico. Se suponía que Eric no tenía amigos, se suponía que había estado solo, y de repente llega ese tipo y dice que es su mejor amigo.

-Eric lo negó -susurra de pronto la odiosa vocecita que aparece y desaparece cuando quiere y que nunca me ayuda en nada.

-Entonces... -empieza a decir mi amiga llamando mi atención. Cierra los ojos y se lleva dos dedos apretando el puente de su nariz, como si estuviera intentado ordenar todos sus pensamientos -. No entiendo por qué dijo que no había tenido amigos.

-Quizás se pelearon...

-Bueno, pero entonces nos hubiera dicho que ya no tenía amigos, no que nunca tuvo.

-No lo sé, Camila, no lo sé. No quiero pensar más en eso -en cuanto término de decir la última palabra me pongo de pie. Acción que mi amiga imita rápidamente -. Voy a sacar las cosas -anuncio y me encamino hacía mi nueva habitación con Odie detrás.

Después de dos horas desempaquetando decido darme una ducha para relajarme, por lo que busco en mi lista de reproducción mis canciones preferidas y las pongo a reproducir lo más alto que puedo.

Estoy por aclararme el pelo cuando la música se para, haciendo que cese el concierto que tenía montado y asome la cabeza por la cortina, encontrándome a mi amiga con mi móvil en las manos.

-¿Qué haces? Pon la música de nuevo.

-Te llamo Eric, pero claro, no lo oíste y me llamo a mí.

Rápidamente agarro la toalla y salgo de la ducha, enredándome con mis propios pies, cosa que hace que casi caiga encima de Cami, quien ahoga una carcajada.

-Estaba raro -anuncia y sin más gira sobre sus talones y cierra la puerta.

Le devuelvo la llamada, pero no hay respuesta. Lo intento hasta cuatro veces, pero sigue sin contestar, por lo que decido volver a la ducha y terminar de aclararme, aunque esta vez sin música.

Bad Vibes. #Wattys2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora