Llegué a casa y me tiré en el sofá, mi tía Keiko ya estaba allí.
-¿Cómo te fue, cariño?
Me encogí de hombros y le sonreí.
-No sé, estuvo bien. ¿Sabes qué? Al final me hicieron fotos a mí también.
-¡Vaya! -exclamó, y me sonrió- ¿Y de quién fue la idea?
Algo dentro de mí me decía que Kei ya sabía la historia.
-Huum... el chico ese, Taeil, le dijo al fotógrafo que me hiciera fotos.
-Vaya, vaya... Así que Taeil, ¿eh? Es un buen chico.
Me levanté del sofá y me dirigí a la cocina.
-No sé, es simpático y poco más -le decía mientras me servía agua.- En general, todos lo son, para ser famosos se comportan bien con la gente normal.
-¿Y te ha gustado?
-¿El qué?
-El que le dijo al fotógrafo que te fotografiara.
Volví al salón y entrecerré los ojos mientras miraba a mi tía, que me observaba interesada.
-No, tía Kei, no me gusta. Ha sido un placer conocerle, claro, pero no te puede gustar alguien que has visto solo una vez. Ha sido agradable conmigo, nada más.
-Pero le dijiste en la peluquería que te parecía atractivo.
-¡Por Dios, tía Kei, ¿es que no tienes ojos?! Todos lo son. Creo que les tengo algo de envidia, yo también quiero esa belleza.
-Oh, pero si tú eres muy guapa. Creo que si te arreglaras un poco más, romperías muchos corazones.
-No. No, no, no. Nada de hombres en mi vida. Ahora solo quiero centrarme en el trabajo y en mis estudios. Necesito estudiar por este año perdido en la universidad. No sé si lo sabes, pero estudiar psicología no es tan fácil como parece, y tener un novio o algo similar solo haría que me desconcentre. Además... ¿cómo que si me arreglara más? ¿Piensas que no voy bien?
-No es eso, simplemente... creo que deberías, ya sabes, tal vez maquillarte un poco, o arreglarte más el pelo. Soy peluquera, puedo dejarte como una modelo. Pero aún así, supongo que romperás corazones. Eso sí, jovencita -me dijo intentando ponerse seria- como le hagas daño a ese pobre chico, me enfadaré mucho contigo.
-¿Pero tú me escuchas cuando te hablo? Te he dicho que no va a pasar nada, por el amor de Dios, no te pongas paranoica.
Le saqué la lengua y me fui a mi habitación.
Los estudios y el trabajo primero. Los estudios y el trabajo primero. Los estudios y el trabajo primero...
Llevaba poco más de una hora en mi habitación, estudiando y comiendo galletas con extra de chocolate, cuando sonó mi móvil. Número desconocido. No tenía demasiado claro si contestar o no, pero finalmente me decanté por hacerlo.
-¿Sí? -dije con la boca llena de galleta.
-¿Miyu? Soy Taeil.
Me atraganté y empecé a toser. Cogí el vaso de agua que estaba al lado de mis apuntes y bebí lo más rápido que pude.
-Oh, sí, sí, hola.
-¿Estás bien? Suenas extraña, ¿estás mal de la garganta? ¿Has pasado frío esta mañana?
-No, no, yo solo... hem... estaba comiendo.
-¡Vaya, te he interrumpido la cena!
Qué va, me estaba poniendo gorda a base de galletas de chocolate.
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Her
FanfictionSeúl, Corea del Sur, 2013. Mi primer trabajo desde que estoy en la ciudad y llego tarde. Siento que si sigo pedaleando tan rápido mi bici se partirá en dos. En un momento de distracción, aunque anteriormente me aseguré que por esa larga calle no hab...