Habla Taeil.
Llegué a casa y lo primero que hice fue buscar a Ji Hoon. Como normalmente le contaba cómo me sentía, mis inquietudes o pensamientos que otra persona consideraría extraños, decidí que a él tenía que contarle lo que había hablado con Keiko hacía un rato. Lo encontré en mitad de una discusión con Jaehyo porque el mayor se había acabado el pan, y no quería ir a comprar más. Niños.
-¡Pyo Ji Hoon! -Grité cuando lo vi, haciendo que ambos se giraran asustados ante mi grito. Corrí hacia el maknae y lo cogí del brazo.- Ven, ven, es importante.
-¿Qué pasa? -Preguntó Jaehyo. Me detuve un momento, entrecerré los ojos, me encogí de hombros, y cogí del brazo al mayor también. Los arrastré fuera de la cocina y los llevé al jardín de atrás, sin hacer caso a sus preguntas y exclamaciones. Cuando llegamos, cerré la puerta detrás nuestro, y ellos se quedaron mirándome, confusos.
-¿Nos vas a decir qué pasa, puto loco? -Preguntó Jaehyo, con los brazos cruzados.
-Como sois en los que más confío, os tengo que contar una cosa absolutamente secreta, porque necesito vuestra opinión. Ante todo, por favor, os pido que sea neutra.
-¿De qué hablas, Taeil? -Ji Hoon se sentó en una de las sillas de madera que había cerca.
-Veréis, he hablado con la tía de Miyu -los dos se sorprendieron, y yo seguí hablando.- El caso es que me contó... ciertas cosas del pasado de su sobrina, y quiero que me digáis qué hacer.
-Continúa -pidió el pequeño, y así empecé a contar todo lo que había hablado con Keiko, y ellos escucharon sin interrumpir en ningún momento. Al acabar, hubo un momento de silencio hasta que Jaehyo empezó a hablar.
-Entonces, tú lo que quieres es que te digamos qué hacer, ¿no? -Asentí y él se rascó la cabeza.- Hombre, es que lo mires como lo mires, estás jodido. ¡No me miréis así, es la verdad!
-No le hagas caso a este idiota -dijo Ji Hoon- te ayudaré.
-¡Gracias! -Me acerqué a Ji Hoon y le di un abrazo. Jae suspiró.
-Aish, yo también lo haré. -Junté las palmas de las manos y agaché la cabeza.
-Muchas gracias, de verdad.
-Bueno, bueno, ya nos lo agradecerás cuando consigas a Miyu otra vez -Jaehyo se sentó sobre las piernas del maknae.- Ahora lo importante es decidir qué hacer, ¿verdad, pequeño? -Ji Hoon asintió.
-Acercarte a ella será imposible -dijo Hoon-, no quiere verte de ninguna forma. Y, creo yo, que está la posibilidad de que Ji Ho no te lo permitiera.
-Pero a mí lo que me permita o no ese gilipollas me da igual.
-Vale, vale, tranquilo, lo dejaba como una posibilidad, tal vez algo que habría que tener en cuenta. El tema es... ¿cómo?
-Sí, ni se te ocurra llamarla, eso sería lo peor.
-¿Y entonces qué hago? Si no me puedo acercar a ella, ni llamarla... -los tres nos volvimos a quedar en silencio, perdidos en nuestros pensamientos. Jaehyo se levantó de las piernas de Ji Hoon, y nos sonrió.
-¿Hay algo que a ella le guste mucho?
-¿Como qué?
-No sé, algún grupo, película, comida...
-¡Oh, sí! Lo dulce. Le encantan las cosas dulces. Como pasteles de distintos colores y sabores, porque piensa que esas cosas llaman la atención, y eso le encanta.
-Entonces tengo una idea para acercarte a ella sin que sepa que eres tú -Los dos miramos extrañados a nuestro amigo.- Puedes darle a su tía cosas que a ella le gustan, para que se las dé a Miyu. O, tal vez... dejarlas delante de su puerta cada mañana.
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Her
FanfictionSeúl, Corea del Sur, 2013. Mi primer trabajo desde que estoy en la ciudad y llego tarde. Siento que si sigo pedaleando tan rápido mi bici se partirá en dos. En un momento de distracción, aunque anteriormente me aseguré que por esa larga calle no hab...