Cuando mi tía Keiko llegó, yo estaba sentada en el sofá con mi maleta roja a un lado. Al verme, no dijo nada hasta que dejó las llaves sobre la mesa.
-¿Quieres un té? -Fue lo primero que me dijo, a lo que asentí. Unos minutos después trajo dos tazas y se sentó a mi lado.- Te vas.
-Sí. -Suspiró y dio el primer sorbo.
-Vas a abandonar, entonces.
-Sí.
-¿Por qué?
-Porque me he dado cuenta que estando aquí no hago más que hacer daño a los demás. Se supone que tengo que hacer una elección, pero da igual cuál sea el resultado, alguien saldrá herido. Y yo no quiero eso. No quiero hacer daño a nadie, no quiero... que otras personas pierdan su amistad por mí. Tal vez no es demasiado tarde para ellos el volver a ser amigos si yo no estoy. ¿Me entiendes? -Mi tía asintió y yo seguí hablando.- Esta es mi decisión: no estar con ninguno. Quiero volver a casa, olvidarme de esto a medida que el tiempo va pasando, y no sé, tal vez adoptar algunos gatos. -Sonrió ante el comentario de los gatos.- He mirado en internet y hay un vuelo a las ocho de la mañana, es el primero. Y... bueno, ya he reservado.
-Entonces ya no hay manera de convencerte para que te quedes. Volveré a estar sola -agaché la cabeza ante ese tono de tristeza en su voz.
-¿Y por qué no te vienes conmigo? Puedes tomarte unas vacaciones, ¿no? Un par de semanas. Sabes que las chicas lo harán bien, son peluqueras magníficas.
Keiko se encogió de hombros y me sonrió.
-Me lo pensaré. La verdad es que echo de menos a mi hermana.
A las cinco y media de la mañana me preparé para salir. Mi tía me acompañaría al aeropuerto. Cogimos un taxi y ya eran las seis al llegar. Tenía que pasar las maletas, eso era siempre lo primero, y después podría estar más tranquila e iríamos a desayunar. Mientras me tomaba un zumo, mi tía me hizo una pregunta que yo llevaba horas esperando.
-¿No deberías despedirte de ellos? -La miré y asentí.
-Después le mandaré un mensaje a Ji Hoon y le diré que se despida de todos por mí.
-¿Se lo enviarás a Ji Hoon?
-Sí, es lo mejor. Así no tengo que elegir, ¿no? Además, Ji Hoon es mi favorito del grupo, me hace ilusión que sea el primero que lo sepa. -Keiko se rió.
-¿Es tu favorito?
-Claro, tía Kei, ¿no lo has visto? Es adorable. Cuando lo veía solo me daban ganas de abrazarlo y darle caramelos. -Volvió a reírse y no pude evitar hacer lo mismo.- Ay -suspiré-, qué pena que sea gay.
-Ah, así que también te has dado cuenta. -Asentí y nos quedamos un rato en silencio.
Eran casi las siete cuando cogí el móvil y noté que mis manos temblaban. Keiko pasó un brazo por mis hombros.
-Si no quieres hablar con él, yo les puedo decir que te has ido dentro de unas horas.
-No, tía Kei, está bien, me toca a mí hacerlo.
Me dio un beso en la frente y se fue al baño. Sabía que quería estar sola durante unos minutos. Ella siempre sabía qué tenía que hacer. Desbloqueé el móvil y busqué en mis contactos. Ji Hoon. Levanté la vista y miré donde estaba. El aeropuerto de Seúl era gigante.
<<Ji Hoon, gracias por decirme ayer que mirara el programa. Por favor, despídete de todos por mí, diles que me ha gustado conocerlos y que no me olvidaré de ellos.>>
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Her
FanfictionSeúl, Corea del Sur, 2013. Mi primer trabajo desde que estoy en la ciudad y llego tarde. Siento que si sigo pedaleando tan rápido mi bici se partirá en dos. En un momento de distracción, aunque anteriormente me aseguré que por esa larga calle no hab...