Capítulo 27

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Ah, qué bien estoy, aunque no parece mi cama... ¿alguien me está abrazando? Sí, alguien me está abrazando. Pero estoy muy cómoda, muy calentita. Oh, Taeil me está abrazando mientras duerme otra vez. Esto... esto es su cuello. Le haré mimos a mi novio mientras duerme. Espero que a Taeil le guste... le... ¿guste? ¿Taeil? ¿Cómo...?

-¡Ah! -exclamé cuando vi que estaba durmiendo sobre Ji Ho, y rodé sobre él hasta caer al suelo de bruces. -El sonido de mi cuerpo chocando contra el suelo, lo despertó.

-¡Dios mío, Miyu! ¿Estás bien?

-¿Qué? ¿Eh? ¡Eh! ¿Qué haces aquí?

Bostezó y se sentó. Se frotó los ojos un par de veces antes de mirarme.

-Me quedé dormido sin darme cuenta.

-¿Y por qué me abrazabas? -Me tapaba la nariz mientras me ponía de pie, me había hecho daño al caer.- ¡No puedes ir por ahí abrazando a la gente mientras duerme! ¡Ay, cómo me duele la nariz! ¡Joder!

-¿Y tú por qué me acariciabas el cuello? -Pasó sus manos por donde había pasado yo antes las mías. No supe qué contestar, así que simplemente bufé.

- Eso... eso fue un malentendido, creí que eras Taeil.

-¿Cómo iba a ser él, si no vino anoche? ¿Eres tonta o algo?

-¡Aah! ¡Joder, Zico! ¡Me creas problemas nada más levantarme! -Le di la espalda y caminé hasta el baño. Al llegar y mirarme en el espejo, además de mi aspecto horrible de las mañanas, me sangraba la nariz, y algo de sangre me había caído por los labios, hasta llegar a la barbilla.- Mierda, además me sangra la nariz. Buenos días, mis ovarios. Qué bien empezamos el día de Navidad.- Abrí el grifo y me lavé la cara, limpiando la sangre. Oí pasos que se acercaban por el pasillo, pero preferí ignorarlos.

-¿Estás bien? -Me preguntó Ji Ho, apoyándose en la puerta y cruzándose de brazos.

-Podría estar mejor -le contesté, de forma algo desagradable. 

Cuando por fin me había limpiado, suspiré. La mañana no había empezado bien, pero pensé que seguramente todo mejoraría cuando él se fuera. Cuando me giré para salir del baño, me cogió de un brazo.

-Mira, no te has limpiado bien -me acercó más a él y, poniendo una mano debajo de mi barbilla, la levantó.- ¿Cómo ha podido llegarte sangre hasta aquí? -Con un poco de papel higiénico, me limpió donde él me había visto la sangre. Cuando acabó, me sonrió y volvió a darme un beso en la frente.- ¿Ves? Ahora ya estás. -Salió del baño delante de mí, y yo me froté la frente en el lugar en el que él me había besado.

Argh, cómo te odio.

Después de desayunar, Zico se fue. Y en el momento en el que cerré la puerta, corrí al baño. Necesitaba una ducha. Quería relajarme sintiendo el agua caliente cayendo sobre mí. Me desnudé, y entré en la ducha. Tiré la cabeza hacia atrás, y con los ojos cerrados, pensé en lo que había pasado. 

No es que como si hubiera hecho algo malo. Claro, yo me quedé dormida, y él también. No tengo que sentirme mal por esto, pero... ¿por qué me siento mal? ¿Por qué siento que algo está mal? No he hecho nada de lo que tenga que arrepentirme, ¿entonces? ¿Por qué me da miedo que Taeil se pueda enterar? ¿Acaso me estoy olvidando de algo? ¿Hay algo que no recuerde?  Ah, la conversación de anoche. Ji Ho es un imbécil, ¿cómo puede dudar de lo que siento por Taeil? Si estoy con él es por algo, porque me gusta y... ¿Por qué no le dije a Taeil que yo también le quería cuando él me lo dijo? ¿Por qué...? Ah, ¿qué coño pasa?



Habla Zico.

Los días pasaron, y todo volvió a la normalidad. Las entrevistas, los ensayos, y las largas horas escribiendo las nuevas canciones volvieron. Yo estaba más animado de lo habitual, y todos lo notaron. A todos nos vino muy bien estar unos días de descanso, aunque para mí había algo más. Esa noche con Miyu me había alegrado mucho, pero cada vez que Taeil se iba porque había quedado con Miyu, los celos me envolvían. Yo había dormido con ella, la había besado, tenía que ser yo el que quedara con ella, no él. Claro que, lo que no me imaginaba, es que me lo iban a poner todo en bandeja. 

Teníamos que posar para la portada de una revista, y también nos harían una entrevista que saldría en ella. Mientras esperaba a que me prepararan, hablaba con Kyung sobre lo atractiva que era una de las fotógrafas que se encontraba allí. Mientras me reía de lo salido que estaba mi amigo, un móvil sonó cerca de mí.

-Ah, ¿es el móvil de Taeil? -preguntó Kyung, y asentí.

-Pone que es su madre, ¿dónde está?

-Recuerdo que Cho Hee lo estaba maquillando... Oh, sí, creo que fue al baño. Podría ser importante, llévaselo y que llame. -Me levanté del sofá en el que estábamos, y salí de la habitación. Era la primera vez que estaba allí, así que encontrar el baño era una odisea para mí. Al final, preguntando a algunas personas que me iba encontrando, lo vi a lo lejos. Mientras me acercaba, vi a un hombre con una cámara. Él se giró al verme y me saludó.

-Woo Ji Ho, ¿verdad? -Asentí, preguntándome por qué había un hombre de la prensa allí.

-¿Sabe usted que no puede estar aquí sin autorización? -El hombre sacó una tarjeta de su bolsillo, y me la entregó. Bufé.- De todas formas, ¿qué hace en la puerta del baño? ¿No va a entrar?

-Muchacho, no está bien sacar fotos dentro de un baño.

¿Pero este hombre es imbécil?

-¿Entonces qué coño hace aquí? Si no va a sacar fotos, ni a entrar, váyase, está molestando.

-Eh, cálmate, solo estoy haciendo mi trabajo. Creo que tengo una exclusiva.

-¿Es una exclusiva fotografiar a la gente que entra a mear? Vaya.

El hombre empezó a reír a carcajadas, y me mostró la pantalla de su cámara.

-Es una exclusiva, muchacho, si el que ha entrado al baño es un famoso con una chica, que no es su novia. -Miré la pantalla y me sorprendió lo que vi. En varias fotos salían Taeil y la nueva estilista, entrando al baño. Mientras el hombre me sonreía y me mostraba las fotos, la puerta del baño se abrió. El fotógrafo tardó segundos a empezar a hacer fotos, y yo solo me quedé detrás de él, mirando cómo mi amigo salía del baño, como había dicho el hombre, con una chica que no era su novia. Taeil me vio y alzó las manos hasta la altura de su pecho, para que esperara, posiblemente para recibir una explicación. Le dio un empujón al fotógrafo para que se quitara del medio.

-Escucha, Ji Ho, esto no es lo que parece. -Yo seguía sin moverme. Vi de reojo al hombre yéndose, feliz por su "exclusiva", y a Cho Hee alejándose por el pasillo por el que yo había caminado buscando el baño.

-¿Qué me vas a decir? -le pregunté- ¿"Te lo puedo explicar"? -Hice las comillas con los dedos, y le di el móvil.- Tu madre te ha llamado. -Empecé a caminar otra vez, mientras asimilaba bien lo que había pasado. Cuando me alejé unos metros, Taeil me detuvo.

-Woo Ji Ho, escúchame. Sé lo que crees, porque es lo que yo también creería de otra persona, pero sabes que no sería capaz de hacerle algo así a Miyu. 

-No me expliques nada a mí, explícaselo a ella cuando esas fotos salgan mañana. -Taeil me soltó, y se quedó de pie mientras me alejaba. Agaché la cabeza y sonreí.

Pues está siendo más fácil de lo que yo me imaginaba.



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