Capítulo 43

721 63 33
                                    

Habla Kyung.

Me estaba acostumbrando a los besos y caricias de Jaehyo. Todo lo que había probado hasta el momento de mi amigo me había gustado, y parecía que él pensaba lo mismo de mí, pero ambos sabíamos que no era suficiente. El lugar no era el más cómodo, prefería el sofá de la última vez, o una buena cama. Incluso la ducha me hubiera servido, pero era imposible para nosotros. Me empezaba a imaginar que cada vez que tuviéramos esas necesidades tendríamos que bajar al garaje, meternos en el coche, y manos a la obra. Pero además de eso, con Jae yo tenía un problema bastante serio. Ambos queríamos dominar al otro, pero no nos lo poníamos fácil. Cuando veíamos que el otro intentaría algo, cambiábamos de posición y a la mierda la ilusión de dar. Alguno tarde o temprano tendría que ceder. Aunque... ¿realmente lo haríamos? ¿De verdad estaba yo dispuesto a acostarme con otro hombre? ¿Estaba él dispuesto a tener relaciones sexuales conmigo? Con lo "especial" que era Jae, no tenía aún la respuesta clara.

Antes de que acabara de meterme la mano debajo de los pantalones, lo detuve.

-¿Qué pasa? -Me preguntó mientras seguía deslizando su mano.

-¿Qué haremos? -Levantó las cejas y detuvo su mano.

-¿Qué quieres hacer?

-No lo sé -intenté acomodarme, pero teniéndolo encima era complicado.- ¿Qué quieres hacer tú? ¿Estás dispuesto a...?

-¿A acostarme contigo? ¿es esa tu pregunta? -Asentí.- ¿Por qué? ¿acaso crees que estaría mal? 

-Yo no he dicho eso, Jae.

-Oye, si no quieres, lo dejamos aquí. Aunque te recuerdo que fuiste tú el que quiso estar aquí, no yo. Dime, Kyung ¿quieres mantener relaciones sexuales conmigo? 

-Sí -la respuesta salió sola, no me detuve a pensar. Me sorprendió mi seguridad ante su pregunta.- Sí, Jae, quiero hacerlo contigo.

-No necesito más -me besó como solo él sabía hacerlo, de una forma salvaje pero a la vez dulce. Yo no sabía que eso era posible, pero con él estaba descubriendo bastantes cosas. 

Su mano siguió su recorrido hasta que llegó a mi miembro. Empezó a masajearme y mi respiración se aceleraba cada vez más. Los gemidos hasta el momento eran bajos, y aunque sabía que podíamos hacer más ruido, me daba cierta vergüenza. Aún me costaba asimilar lo que iba a pasar.

-Ayúdame con tus pantalones, Kyung -Jae se apoyaba a un lado del asiento trasero del coche, y solo tenía libre una mano, por lo que le costaba bajarme los pantalones. Cuando por fin lo conseguimos, su mano volvió a masturbarme, mientras yo apretaba su culo. Su perfecto culo.- ¿Te gusta? -Me preguntó, sonriendo de forma pícara.

-¿El qué?

-Lo que estás tocando, Kyung -me reí y asentí.- ¿Te gusta mucho? -Me volví a reír y asentí de nuevo. Se acercó a mi oreja y después de morderla, me susurró- ¿y qué te gustaría hacerle, Kyung? -Abrí los ojos todo lo que pude, me había sorprendido ante su pregunta. Muchas imágenes recorrían mi mente y sólo de pensarlo me excitaba más. Le sonreí.

-¿Me estás dando el control?

-Mi pregunta primero.

-La verdad es que he pensado varias cosas -volvió a acercarse a mi oreja.

-Dime -me susurró. Todo ese rollo de las preguntas me estaba gustando.

-Para empezar me gustaría estar sentado, porque esto es bastante incómodo. 

-¿Y?

-Jaehyo, tú estarías sobre mí.

-¿Por qué?

HerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora