Capítulo 21

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Habla Zico.

Mientras cogía las hojas que había dejado sobre la mesa, vi a Taeil saliendo de la habitación y dirigirse a la puerta.

-¿Vas a salir? -le pregunté.

-Sí, me voy a ver a Miyu.

No.

-¿Y dormirás allí hoy también?

-Pues... la verdad es que no lo sé.

No vas a irte.

-No puedes irte, te necesito aquí.

-¿Por qué?

-Estoy empezando una canción y quiero que me ayudes.

Taeil resopló.

-No quiero hacer eso hoy, ¿no puede ser mañana?

-No, tiene que ser hoy.

-Ji Ho, me voy a ver a mi novia, no voy a quedarme contigo a escribir, ¿me entiendes? -había sacado su voz de hermano mayor que siempre conseguía hacernos callar.

-La empresa me ha dicho que deberíamos escribir nuevas canciones pronto.

-Bien, pues empieza tú y que te ayuden los demás. Yo veré la letra cuando vuelva.

-¿Pero volverás esta noche? 

-Que sí, pesado, volveré esta noche.

Se despidió de mí y se fue. Yo tiré las hojas otra vez sobre la mesa. ¿De verdad mi plan había sido que no fuera a verla? ¿Tan imbécil había sido? 

-¿Qué son esas hojas? -Yu Kwon se acercó a mí.

-Nada.

-¿Nada? -cogió dos y las leyó- Son letras muy buenas, Ji Ho. Aunque parece que las escribiste enfadado -me miró a los ojos- ¿te pasa algo? 

-No, no me pasa nada, solo me pareció un tema interesante, ¿no crees? Hacer canciones que quieras escuchar cuando estás enfadado con el mundo. De esas que dices "joder, cuánta razón tiene". Solo quería crear eso.

Yu Kwon se sentó a mi lado y levantó una ceja.

-Me gusta la letra, de verdad, pero no soy imbécil. Sé que algo te pasa. Puedes engañar a todo el mundo si quieres, pero yo te conozco muy bien. Sé cuándo mi mejor amigo está cabreado.

Extendí los brazos sobre la mesa y dejé caer la cabeza sobre ellos.

-¿Hay algo que quieras contarme? 

-No -le contesté.

-Me mientes.

Giré la cabeza y le miré a los ojos. Suspiré.

-Me gusta alguien que no debería gustarme.

Sonrió y asintió varias veces.

-Lo suponía. Aunque no sabía que tenías esas tendencias.

-¿A qué te refieres?

-¿No te gusta Taeil? -me preguntó, dándolo por hecho.

-¿Qué? ¡No!

Se encogió de hombros.

-Pero si parece que te enfadas cada vez que se va, o cuando nos habla de... -se detuvo y cambió la expresión de su cara.- No. No, Ji Ho.

-Tampoco es como si yo lo hubiera elegido. 

-¿Estás loco? Por el amor de Dios, eso no se hace.

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