Habla Ji Hoon.
No había nada como quedarme hasta tarde con mis videojuegos mientras los otros dormían. Estaba por mi tercera carrera en el Mario Kart, cuando la puerta se abrió. Levanté la vista y vi a Taeil.
-¡Hey! -me dijo bajito, para no despertar a los demás, y se sentó a mi lado.- ¿Vas ganando?
-Les estoy dando una paliza, como siempre.
-Deberíamos comprar juegos nuevos, estos nos los hemos pasado demasiadas veces.
-Lo sé. Oh, por cierto, ¿qué tal con la novia?
Sonrió y se balanceó de un lado a otro nervioso.
-Eso es que bien -volví a llevar la vista a la pantalla.
Bostezó y se puso de pie.
-Me voy ya a dormir, mañana será un día largo. Tú deberías acostarte también.
-No estoy cansado. Es lo que tiene ser joven aún -le miré y le saqué la lengua.
Volví a estar tranquilo con mi Mario Kart, aunque la paz duro poco más de un cuarto de hora. La puerta de la habitación se abrió y oí pasos aproximarse por el pasillo. Miré de reojo y apareció Ji Ho, despeinado, medio zombie, posiblemente queriendo agua. Supuse que pasaría de largo sin saludarme, así que también lo ignoré. Y eso hizo, pasó por delante de mí, fue a la cocina, cogió algo para beber, y volvió, aunque se paró delante de mí, entre la pantalla y el sofá.
-Quítate del medio, no me dejas ver.
-Me he comportado mal contigo -me dijo, poniendo cara de pena.
Le puse mala cara y suspiré.
-No me importa, pero quítate de una vez, me harás perder.
-Pero es que quiero que hablemos.
Por favor, no. ¿Es que no ve que estoy ocupado?
-Zico, en serio, podemos hablar mañana.
-No, ahora.
-Ji Ho, quítate del medio antes de que te estampe el mando en la cara.
Él agachó la cabeza y bebió un poco más de agua.
-Me gusta alguien.
-Qué sorpresa -le contesté, molesto porque había sonado la musiquita indicándome que había perdido.
Se encogió de hombros y se sentó a mi lado.
-¿De verdad tenemos que hablar ahora de esto?
-No tengo a nadie más con quien hablarlo.
-Yu Kwon es tu mejor amigo, díselo a él. -Se rascó el pelo y se tiró hacia atrás-.Te vas a meter -le dije.
-¿Y qué si lo hago? -me contestó, mirando la pantalla de la televisión.
-Romperías tu amistad con Taeil, además de hacer que tanto él como Miyu estén mal. ¿Es eso lo que quieres?
-¿No hay forma de que ninguno salga herido?
-¿Me lo estás preguntando de verdad?
-No lo sé. Sinceramente, Ji Hoon, no sé qué voy a hacer.
-Yo no entiendo por qué has cambiado de pronto, si al principio no te caía bien. ¿Quieres que te dé mi opinión?
-Adelante.
-Para ti esto es un capricho. Estás acostumbrado a tener lo que tú quieres, y ahora, no sé por qué, has decidido que lo que quieres es a la novia de un amigo.
Se volvió a sentar bien y agachó la cabeza.
-Me gusta cómo se ve cuando está enfadada conmigo -me dijo-, y cómo mueve la pierna cuando está nerviosa. Su sonrisa cuando ve algo que le gusta, o cuando intentó despertarme saltando sobre la cama en la que dormía. Y cuando duerme, Ji Hoon, cuando duerme es adorable. Se hace un bollito, y el pelo le tapa la cara. Me gustó cómo me cuidó aquel día. Cuando me sostenía en su casa, mientras decidía dónde acostarme, yo tenía la cabeza sobre su hombro, y olí el perfume que llevaba.
-No quiero que sigas -le dije-, no me interesa. Aléjate.
-No me entiendes...
-No eres la única persona en el mundo que se siente así. A todos nos ha pasado alguna vez, y tienes que aceptar que no siempre conseguirás estar con la persona que te gusta, porque quizás ya está con otra. Así es la vida, Ji Ho.
-¿A ti también te ha pasado?
Resoplé y asentí.
-Sí, me ha pasado.
-Cuéntame.
-¿Qué? No, claro que no.
-Venga, ¿qué más te da? Si es algo del pasado, ya da igual ¿no? Tal vez consigas convencerme de esta forma.
-Te he dicho que no.
Ji Ho se estaba poniendo muy molesto, y yo cada vez tenía más ganas de levantarme e irme a mi habitación.
-Oh, venga, no es como si te estuviera pasando ahora...
Le miré.
Habla Zico.
"Es muy mono, ¡realmente me gusta!"
Claro.
Todos nos reímos creyendo que estaba bromeando en ese momento.
-Ji Hoon... -no estaba seguro de cómo seguir- Sí... te está pasando ahora.
-No quiero seguir hablando contigo -me dijo, y se puso de pie.
-No, no, espera, podemos hablarlo si quieres.
Soltó una carcajada y se giró para mirarme.
-¿Hablarlo? ¿Para qué? ¿No piensas que está mal? Es lo que todos pensarían.
-No, claro que no, no pienso que esté mal. Si es como tú te sientes, yo lo acepto. O sea, te apoyo. Sea como sea, te voy a apoyar, eres mi amigo.
-Déjame, de verdad -se volvió a girar para irse.
-Pero Ji Hoon, espera... -quería hacerle otra pregunta, y aunque no estaba seguro de si sería una buena idea, la hice- ¿él lo sabe?
-No, Ji Ho, él no lo sabe. Y espero que no le digas nada, o te juro que no te lo perdonaré jamás. No crees problemas.
Se fue a su habitación y yo me quedé ahí, de pie, asimilando lo ocurrido.
Por eso no quiere que me meta, no quiere ver herida a la persona que ama. ¿Qué voy a hacer? Joder, esto cambia mucho las cosas. ¿Merecerá la pena? ¿Realmente merecerá la pena herir a tres personas? Ji Hoon, yo... yo te apoyo, pero no sé si podré no herir a Taeil. Entiéndeme, realmente quiero que Miyu esté conmigo. Si lo consigo, tal vez él pueda... él pueda estar contigo.
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Her
FanfictionSeúl, Corea del Sur, 2013. Mi primer trabajo desde que estoy en la ciudad y llego tarde. Siento que si sigo pedaleando tan rápido mi bici se partirá en dos. En un momento de distracción, aunque anteriormente me aseguré que por esa larga calle no hab...