Capítulo 36

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Habla Kyung.

Había tenido la "brillante" idea de beber Monster mientras cenaba, olvidando que las bebidas energéticas me afectaban demasiado. Eran las doce y yo seguía dando vueltas en la cama. Además, como si la bebida energética no hubiera sido suficiente, había algo que no podía sacarme de la cabeza. Solo de pensarlo empezaba a sudar. Al final me rendí y decidí salir de la habitación, tirarme en el sofá, y buscar algo en la televisión hasta que me entrara sueño. Me levanté, y antes de abrir la puerta me di cuenta de que por la parte de abajo salían luces. Alguien estaba despierto. Abrí, cerré detrás de mí, y fui caminando hasta el salón, donde me encontré a Min Hyuk y a Jaehyo jugando con la consola. 

-Hey, mira a quién tenemos aquí -dijo Jaehyo cuando me vio-, ¿no podías dormir, perdedor? -Min Hyuk miró a nuestro compañero de grupo extrañado.

-¿Perdedor? -Jaehyo asintió y sonrió.

-Ayer le di una paliza jugando, eso es todo -rió y yo rodé los ojos. Me senté al lado de Min Hyuk mientras miraba cómo jugaban. Es por todos sabido que no hay cosa más aburrida en este mundo que ver a otras personas jugar, y tú no poder hacerlo. Pasados unos minutos Min Hyuk se estiró y puso su mando sobre mis piernas.

-Tengo sueño, paso de seguir jugando -se levantó y nos saludó con una mano mientras bostezaba. Se alejó por el pasillo, dejándonos a los dos solos. Hubo un momento de silencio, hasta que Jaehyo se giró para mirarme.

-¿Le vas a dar al play o tengo que seguir esperando?

-¿Eh? Oh, ah, sí, claro -le di a la X, y seguimos jugando.

¿Se lo pregunto? No... o tal vez sí, debería... o no... ¡Argh, mierda, Kyung, pregúntalo de una vez!

-Jaehyo... -me miró de reojo-, sobre lo de la anoche...

-¿El qué de anoche? -Le miré sorprendido, ¿de verdad se había olvidado?- Ah, eso. ¿Qué pasa?

-Te quería pedir que... -suspiré- Jaehyo, no se lo cuentes a nadie -paró el juego.

-¿Te crees que es algo que quiera contar? -Me encogí de hombros, y él se tapó la cara con las manos.-¡Ah, maldita sea Kyung, eres imbécil! -Me pegó en la pierna y bufó.- No se lo voy a contar a nadie, joder. No soy idiota.- Respiré aliviado.- Es una enorme putada no poder gritar que, como era de esperar, he ganado a tu estúpido juego infantil -se rió y yo chasqueé la lengua.

-Nadie dijo que se haya acabado -aclaré yo, mirando el juego pausado en la televisión.

-Vaya, vaya, Kyung... -su tono de voz había cambiado, ahora era algo más... seductor, pícaro. Los nervios empezaban a hacerse notar en mí.- Así que te quedaste con ganas de más, ¿tanto echas de menos mis labios y mi lengua? -le miré de reojo, se relamió los labios sin sacar esa estúpida media sonrisa de su cara. 

-Yo no he dicho eso, no me malinterpretes.

-¿Que no te malinterprete? -Soltó una carcajada- Hice que te pusieras cachondo, y creí que así había quedado claro que yo te había superado, juego terminado. Pero ahora, vienes aquí y me dices que el juego continúa. ¿Cómo quieres que te interprete? Puedes decirme que te gustó lo que te hice, y así, quizás, me convenzas para seguir con esto. Pero, si no lo haces, pasaré y seguiré siendo el ganador. -Me giré y le miré.

-Bien, entonces no me interesa. Prefiero perder a admitir que me gustó lo de anoche. No todos los juegos son divertidos -se mordió el labio y tiró su pelo hacia atrás con una mano.

-Eres un jodido imbécil, Park Kyung -se acercó y se sentó sobre mí. Yo tenía los ojos muy abiertos. Quería escapar.- Vas a admitir que te gustó lo que te hice, no me importa cuántas veces tenga que repetirlo.

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