Capítulo 13

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Taeil me acompañó a casa, y durante el camino, empezó a rozarme una mano hasta que finalmente decidió cogerla. Mientras estaba con la duda de si darme o no la mano, le miraba de reojo y podía ver los nervios que se apoderaban de él, pero cuando finalmente me dio la mano, me pareció que se relajaba por fin.

-Desde hace un tiempo he querido decirte algo -le dije.

-Claro, dime, ¿qué pasa?

-Verás, es una curiosidad: cuando veo a famosos por la televisión o internet, en ocasiones hay rumores sobre relaciones, es como si... fueran muy cuidadosos con ello, como si les molestara que supieran si están o no con alguien. Pero, me da la impresión de que a ti no te importa. Me refiero a que, yendo contigo por la calle, he visto que algunas personas se quedaban mirándote y parecía que decían cosas, y yo... bueno, me siento bastante mal por no habértelo dicho...

-¿Pensabas que si me lo decías me distanciaría de ti?

No me esperaba esa pregunta, hubiera preferido que se hubiera molestado por ser tan egoísta, ya que tenía razón, era lo que él pensaba, pero en cambio parecía tranquilo y aún llevaba esa sonrisa tan dulce, como si en cualquier momento fuera a reírse.

-Es muy egoísta por mi parte, lo siento.

-No quiero que te preocupes por eso. Es más, por favor, no lo hagas. Yo nunca he estado con nadie, así que no me importa lo que puedan o no decir sobre mí. Incluso puede llegar a ser divertido. Además, me parece bien que piensen que estoy con una chica, muchas personas piensan que estoy con Pyo Ji Hoon.

No pude evitar reírme al pensar que, realmente, harían una buena pareja.

-Sí, tal vez he leído algo por ahí...

-¿Ves? Por eso lo digo, me alegro de que seas una chica. O sea, imagínate que te hubiera conocido y me hubieras gustado siendo un chico, sería extraño.

-Entonces, si fuera tal cual soy, pero en hombre, ¿no te gustaría?

-Creo que intentaría que no me gustaras, pero tu forma de ser me atrae mucho, así que jamás sabremos si me acabarías gustando como hombre o no.

Tal vez esto empieza a ser raro.

-Pues es una pena -me miró curioso-, porque yo me habría interesado por ti, ¡sería un amor no correspondido!

Me soltó la mano y me sacó la lengua, aunque acabamos riéndonos y volvió a mi lado para darme otra vez la mano. Me sentía muy a gusto estando con él de esa forma.

Caminamos un poco más en silencio. Yo tenía otra duda en la cabeza, pero no estaba preparada para soltarla. Pero, por suerte, él preguntó antes.

-Miyu, ¿nosotros qué somos?

-¿Cómo que qué somos?

-Me has entendido, lo sé.

Suspiré.

-No lo sé. O sea, tal vez sí lo sé, y tal vez no. ¿Ves? Me acabas de poner muy nerviosa.

Al acabar la frase, llegamos. ¿Si quería saber qué eramos? Por supuesto, pero ¿estaba preparada para decirlo yo? No.

No sabía cómo despedirme. Sí, era una estupidez muy grande, pero no sabía qué hacer. Parecía que él esperaba que resolviera su duda y así diera yo el paso importante. Tal vez pensaba "yo la besé varias veces, así que ahora le toca a ella". Sentía que el tiempo pasaba y yo seguía ahí, delante de él, sin saber qué hacer. Al final se acomodó la bufanda, y habló.

-Yo quiero que seas mi novia.

Oh, Dios.

No supe qué decir, así que volvió a hablar.

-Me gustas, lo sabes, y realmente quiero que estés conmigo. Por eso te he dicho que no te preocupes por lo que pueda pensar o decir otra gente, a mí no me importa. Así que espero que aceptes mi propuesta de no importante lo que digan.

Sí, sí, sí, acepto. Acepto esto y lo que quieras. ¿Que te quieres casar conmigo? También acepto. Espera, aún no le he contestado. ¡Pensará que me lo estoy pensando mucho porque no quiero!

-No me importará lo que digan -me sonrió y me cogió las manos.

-¿Eso es que serás mi novia?

-Por supuesto, seré tu novia.

Se puso igual que haría un niño pequeño cuando le dan el juguete que quiere. Aunque, siendo sincera, yo estaba igual que él. 

Se volvió a despedir con un beso, el más largo hasta el momento. Fue uno de esos en los que la otra persona te coge por la cintura con una mano, y tiene la otra en tu espalda, como esperando a que no hubiera distancia alguna entre nosotros. Yo pensé que en algún momento necesitaría respirar, pero no parecía necesitarlo.

Si pone tanta pasión en un beso, no quiero saber cuánta pondrá en otras situaciones...

Me puse nerviosa solo de pensar eso.

Cuando finalmente paró y cogió aire, yo le miré sorprendida.

-Vaya -fue lo único que salió de mí.

-Lo siento, tal vez me he pasado.

Parecía avergonzado.

-Oh, no, no, yo... realmente lo he disfrutado.

Se relajó al oír eso y, por fin, nos despedimos. 

Estando a punto de coger la llave para entrar en el apartamento, me llegó un mensaje de número desconocido.

"¡Miyu, soy P.O! Espero que estés bien con Taeil, nosotros ya estamos en casa. Oh, por cierto, no mires por la ventana de tu habitación, Zico no llegó al baño y acabó vomitando por ahí. No te preocupes, me aseguré de que no le cayera a nadie encima. ¡Buenas noches!"

Reí y entré a casa. Me alegraba de haber conocido a Block B.



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