Capítulo 35: La despedida

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-Estoy asustado.

-He conducido otras veces, cierra la boca, Señor Ashton Anderson –Hago énfasis en su apellido, él ríe secamente.

-¿Puedo al menos quitarme esto de los ojos?

-¡Por supuesto que no! –Chillo dramáticamente, él ríe nuevamente.

Freno bruscamente, por culpa de un perro que interrumpe mi camino. Ashton da un grito ahogado, gracias a Dios a esta hora, no hay muchos vehículos en las calles, de lo contrario, estaríamos muertos.

-¡Joder, Eleanor! –Grita el rubio.

-Yo no puedo matar un maldito perro.

Toco el claxon un par de veces a los conductores de autos que me gritan groserías. Lo sé, no soy la mejor conductora, pero esta ciudad está muy loca.

-Eleanor, me estás asustando demasiado, no exagero.

La situación es la siguiente; Maggie tuvo la idea de realizar la fiesta de despedida luego del lanzamiento de mi libro, todo es una sorpresa para Ashton, es por eso está al lado del copiloto, con los ojos vendados.

Ashton con los ojos vendados, suena como una extraña experiencia sexual al estilo Christian Grey, no es lo mío en lo absoluto, pero creo que sería divertido.

Mis pensamientos me distraen del camino y cruzo un semáforo en rojo... Gracias al cielo Ashton tiene los ojos vendados...

-¿A dónde vamos? –Pregunta él como por cuarta vez.

-¿Cuál sería el fin de todo esto si te dijese?

-Quiero saber...

-No, Ashton –Digo yo, frenando nuevamente. Malditos semáforos.

-Definitivamente voy a morir.

-Exagerado, no manejo del todo mal.

-Sólo espero que tengas las luces intermitentes encendidas.

Me quedo en silencio. Sabía que olvidaba algo...

-¿Eleanor? Dime por favor que no acabas de encenderlas.

-¿Crees que soy tonta? Por supuesto estaban encendidas...

-Como digas –Dice él en medio de un suspiro.

Llego finalmente a la casa de su madre. Me bajo del auto y lo ayudo a bajar con cuidado.

-Solo dos pasos y llegamos...

-Gracias al cielo –Murmura él.

No es necesario tocar el timbre, la puerta es abierta por Anastasia, quien me sonríe tímidamente.

-¿Llegamos? –Pregunta él.

-Sólo un poco más...

Caminamos lentamente por el pasillo, hasta finalmente llegar a la sala, donde su madre, Freddie, Roger, algunos amigos que desconozco y por supuesto Maggie, nos esperan.

-¿Estás listo? –Pregunto en su oído.

-¡Me estás torturando! Quítame esto...

Quito la venda de sus ojos, todo el mundo grita 'sorpresa', lazando algunos globos y papeles picados. Ashton sonríe mostrando sus dientes, corre hacia Maggie y la alza en sus brazos.

-Puedo jurar que fue tu idea –Dice el rubio riéndo.

-Eleanor fue de gran ayuda.

(*)

ASHTON DREWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora