Abrí los ojos. Un fuerte dolor de cabeza comenzó a torturar mi cabeza. Dios, creo que he bebido más de la cuenta. Me levanté del banco y miré a mi alrededor.
- ¿Dónde demonios estoy? -pregunté al aire.
- ¿Ya te han quitado los órganos?
Sam se acercó a mí con una taza de... ¿Café? Sí, seguro que es café.
- Pues no, les pateé el culo y huyeron -Sam asintió sin creerse una palabra de lo que le había dicho- ¿Cómo me has encontrado?
- Me desperté, me cambié de ropa, fui a desayunar y al mirar por la ventana te vi tirada aquí -Sam estiró el brazo junto a la taza de café- ¿Quieres un poco? Seguro que te ayuda con la cabeza.
- No, gracias. Me va más el chocolate. Acompañame a desayunar y luego vamos a la comisaría.
Sam no tuvo más remedio que volver a la cafetería y verme desayunar.
****
- Deja de sudar.
- Como si fuese tan fácil -me quejé- Estoy a punto de ir a la cárcel.
- No vas a ir a la cárcel, te recuerdo que no es mi primera vez.
- ¡Pero la mía sí! Y adivina qué, yo no sé mentir, comienzo a sudar y las palabras se enredan en mi garganta y no salen.
- Déjame hablar a mí.
- Sin problemas. ¿Hace falta llevar corbata?
- Sí, la corbata nos da un toque profesional.
- Pues odio llevar corbata. Aunque a ti te queda muy bien...
Debería de coger una cuerda y amordazarme, ¿cuándo aprenderé a callarme?
- Gracias. Y a ti no te queda tan mal.
- Si tú lo dices...
Entramos en la comisaría. Comienza la función. Al vernos, un policía se acercó a nosotros.
- ¿Puedo ayudarles en algo? -nos preguntó.
- Agentes Morris y Smith.
Sam sacó su identificación falsa mientras yo buscaba la mía. Una vez encontrada, se la enseñé mientras las piernas me temblaban.
- ¿FBI? -Sam asintió- ¿Por qué el FBI se interesa por un caso de asesinato por un animal salvaje?
- Bueno, dejemoslo en curiosidad -el policía levantó una ceja- ¿Podríamos ver el informe del forense?
- No veo porqué no.
- Oh, y haga una copia -el policía se fue y Sam se giró para mirarme- Te noto nerviosa.
- Ojalá solo fuese eso. Tengo miedo.
- Tranquilízate.
- Qué fácil es decirlo.
El policía volvió junto un par de papeles.
- Aquí tiene.
Sam cogió los papeles.
- Ya volveremos por aquí.
- ¿Ah si? -pregunté.
- Sí.
- Mierda -murmuré.
Salimos de la comisaría y mi ritmo cardíaco comenzó a normalizarse.
- Casi se te sale el corazón -comentó Sam chistoso.
- Que mal lo he pasado.
- Venga, te invito a algo de comer.
- No, gracias. Se me ha cerrado el estómago.
****
Había salido a comprar algo de cenar mientras Sam leía el informe e intentaba identificar al monstruo. Entré la habitación con una ensalada y una caja llena de nuggets de pollo, otro de mis grandes vicios junto al chocolate.
- Hola -dejé las cosas encima de la mesa- ¿Sam? -pregunté al aire- ¿Estás aquí?
Sam salió del baño únicamente con una toalla alrededor de la cintura. Yo ya debía de estar roja.
- Hola, Emily.
Sam me empujó ligeramente contra una pared. Mis manos estaban muertas a los lados mientras que mi cerebro intentaba asimilar esta escena. Las manos de Sam estaban en mi cintura mientras su mirada se clavaba en mí. Intenté regularizar mi respiración, pero como era obvio, no sirvió de nada. Tener Sam delante mía, mojado, con una simple toalla y... Dios, cálmate, Emily. No pierdas la cordura.
Sam comenzó a acercar su cabeza hacia mí. Ay dios, ay dios. Alerta roja. Sam acabó con la distancia restante y sus labios comenzaron a moverse encima de los míos. Dios, que bien besaba. Mis manos se movieron hasta el duro abdomen de Sam. Joder, demasiado para mí.
Sus labios fueron hasta mi cuello y comenzó a morder y a besarlo. Yo soltaba pequeños gemidos según iba sucediendo esto.
- Emily -dijo él.
- Sam.
- Emily.
- Sam -dije más fuerte.
- Emily.
- Sam -acabé gritando.
Abrí los ojos y me encontré tumbada en mi cama. Sam estaba con un papel en la mano mientras me miraba extrañado. Ah, y estaba vestido.
- ¿Qué ha pasado?
- Fuiste a por algo de cenar, volviste y te echaste a dormir, al rato empezaste a soltar unos ruidos raros y balbuceabas algo que no entendía.
- ¿Qué? Oh, sí. Era... una pesadilla. ¿Has encontrado algo?
- Más o menos -me levanté de la cama intentando ignorar el sueño que acababa de tener y me acerqué a Sam- La víctima tenía el cuello y el estómago desgarrados. El forense indica entre otras cosas la falta del corazón y de varios litros de sangre.
- Los que comían corazones era los hombres lobo, ¿no?
- Ajá.
- Y los otros son vampiros, ¿crees qué se han aliado para cazar juntos?
- Lo dudo, normalmente los hombres lobo no controlan sus acciones cuando están transformados, así que lo normal sería que en medio de la cacería se hubiesen peleado con los vampiros.
- ¿Entonces qué puede ser?
- No lo sé, tendré que seguir investigando y... ver qué encuentro.
- Vale, pero ahora vamos a cenar.
- No tengo hambre.
- No te lo estaba consultando, era una orden. Venga, mueve el culo.
Cogí todos los papeles y los arrojé a su cama. Cogí la ensalada y se lo puse en sus narices.
- ¿En serio?
- Sí, y no te vas a mover de aquí hasta que te lo acabes todo.
Sam resopló y cogió un tenedor.
![](https://img.wattpad.com/cover/50661698-288-k449062.jpg)