- ¿Podemos hacer un descanso? -le pregunté a Jake desde el suelo.
- No, tienes que estar lista para cualquier cosa en cualquier momento -resoplé- Tranquila, no todos los entrenamientos se basarán en ser golpeada repetidas veces por una lanza.
- Te tomo la palabra -me apoyé en la cama y me levanté- Estoy lista.
- Ese es el espíritu -Jake iba a lanzarme un golpe, pero se detuvo y miró la puerta- Mierda, tengo que irme -Jake guardó su lanza y corrió hacia la ventana- Nos vemos -dicho eso saltó por la ventana.
- ¡Jake! -miré por la ventana para ver el cadáver espachurrado de Jake, pero él había caído perfectamente- Tienes que enseñarme a hacer eso -le grité.
Jake no me respondió y se fue corriendo. Picaron a la puerta y me giré. Abrí la puerta y Sam entró mientras se aflojaba la corbata.
- Hola -Sam me dio un beso- ¿Qué tal por aquí?
- Cansada.
- Se te nota, ¿qué has estado haciendo?
- Entrenando un poco, ya sabes, combates cuerpo a cuerpo y eso... ¿Qué tal vosotros?
- Bueno, ocho muertos.
- ¿¡Ocho!?
- Sí, cuatro personas mataron a otras cuatros personas y luego se suicidaron, y nos suponemos que el demonio no tardará en volver hacer lo que quiera que hizo.
- ¿Alguna hipótesis?
- No.
- Excelente, ¿cómo pretendéis entonces cazar al demonio?
- Dean ha ido a hablar con los familiares para ver si hay algún tipo de conexión o algo así.
- ¿Y nosotros qué hacemos mientras tanto?
- Bueno, tengo un par de ideas -Sam me cogió de la cintura y me besó mientras me acostaba en la cama, le aparté.
- Encantada lo haría, pero es que estoy sudada y me siento algo incómoda, así que... -evadí a Sam y me levanté de la cama- Voy a ir a ducharme, tú espérame aquí, quizá tarde, así que si quieres ponerte la televisión...
Narrador en 3ª persona.
Azazel apareció en la habitación del motel de Ruby.
- ¿Están aquí Sam y Emily? -preguntó el de ojos amarillos.
- Sí, y su hermano también -Ruby se cruzó de brazos- ¿Cuál es el siguiente paso?
- No podemos perder el tiempo, tienes que llevarlos directamente contra Kiel.
- ¿Él será capaz de matarla?
- Por supuesto, por eso le elegí para este trabajo, y una vez muerta, todo seguirá su curso sin problemas.
- Su hermano -contradijo ella- ¿No le ves cómo un problema?
- No, él no sabe nada sobre la adicción de Sam, solo te odia por ser un demonio, cuando te ganes su confianza todo irá perfecto.
- Como si fuese tan fácil, me la tiene jurada.
- Tendrás que apañártelas -Ruby resopló- Buena suerte.
Azazel desapareció. Ruby se tumbó en la cama.
- Azazel... no sabes la que te espera...
Narra Emily.
Salí de la ducha con un albornoz puesto.
- Vaya, aún estás aquí.
- Por supuesto.
