Lawrence, Kansas. Tres años después.
El sonido de la televisión me despertó sobresaltada. Me había quedado dormida viendo la televisión. Cogí mi móvil que estaba encima de la mesa y miré la hora, las 2:35. Suspiré y me levanté para irme a la cama.
Me levanté y el walki-talkie que había encima de la mesa empezó a sonar, eran los lloros de un niño. Suspiré, Jake nunca para de llorar. Cogí mi daga de encima de la mesa y me la guardé en el elástico de mi pijama. Tengo que comprarme un pijama con bolsillo traseros. Desde que dos vampiros entraron en casa a través de la ventana e intentaron matarme, no me he vuelto a despegar de ella.
Subí las escaleras y fui a la habitación de Jake a tranquilizarle, pero cuando llegué, una figura que supuse que era Sam le estaba tranquilizando. Sonreí por la escena. Es un buen padre.
Bostecé y caminé hasta mi dormitorio, entré y vi a Sam tumbado en la cama con la camiseta subida por encima del ombligo. Todo mi cuerpo se tensó y corrí hasta la habitación de Jake. Entré desesperada, la figura aún estaba allí.
Me acerqué a él y me preparé para apuñalarle.
- Tranquilo, Jake. Algún día tú y yo haremos grandes cosas juntos.
Esa voz... ¡Ruby Levanté la daga para matarla, pero ella se giró y me pegó a la pared con un movimiento de mano. Me dedicó una sonrisa de victoria.
- ¡Zorra! -grité.
- Sí, sí, lo de siempre. Grita todo lo que quieras.
- ¡Deja en paz a Jake!
- Déjame pensarlo -Ruby se llevó una mano a barbilla y fingió que se lo pensaba- No, tu hijo me ayudará a hacer muchas cosas.
- No mientras yo esté viva.
- Ahora es la parte en la que debería decir algo como: "eso tiene fácil solución" o algo similar, pero no, será mucho más satisfactorio hundirte en el dolor.
Ruby sacó de la cuna a Jake.
- ¡Deja a Jake! -grité.
- Nos vemos, Emily.
Ruby caminó hacia la puerta mientras Jake lloraba, pero entonces, ella salió volando contra una pared y yo volví a tocar el suelo, Jake cayó al suelo ileso y gateó hasta mí, lo cogí en brazos y traté de tranquilizarle mientras le daba un beso en la frente. Ruby se levantó.
- Cariño -separé un poco a Jake de mí y le miré a los ojos- No apruebo que tengas poderes demoníacos, pero puedes volver a hacer el truco de la pared si te apetece.
Ruby vino corriendo hacia mí, pegué a Jake a mi pecho y le pegué una patada a Ruby haciendo que retroceda. Volví a mirar a Jake, él empezó a reírse. Dichoso niño...
- Emily, ¿qué son esos gritos? -Sam apareció delante de la puerta aún adormilado.
- ¡Sam!
Él parece reaccionar ante mi grito y se despierta del todo.
- ¿Qué está pasando?
- El que faltaba... -se quejó Ruby.
- Sam, saca a Jake de aquí -me acerqué a él y dejé a Jake entre sus brazos- Yo me encargaré de Ruby, mantenle a salvo.
Sam no quiere hacerlo, no quiere irse y dejarme luchando sola contra Ruby, pero él tiene que proteger a nuestro hijo, y como su madre que soy, si he de dar mi vida por él, así lo haré.
Recogí del suelo la daga y me preparé para hacerle frente.
- Zanjemos lo que empezamos hace años -Ruby sacó su propio cuchillo.
- Me parece bien.
Ruby vino con intención de apuñalarme, me hice a un lado y evité su cuchillo, intenté clavarle el mío en el costado, pero ella se agachó velozmente y me hizo un barrido de pies para que cayese al suelo. Agarré su pierna y la hice caer al suelo, me puse de rodillas y luego me levanté totalmente y apunté a su estómago, pero ella me golpeó con las piernas en el estómago y choqué contra la pared hacia atrás. Ella se levantó y volvió a probar suerte con su táctica de apuñarlarme, aunque no consiguió nada.
La eché hacia atrás y salí de la habitación, como estaba claro, ella me siguió. Me pilló en medio del pasillo y me placó haciendo que chocase contra una pared, me recupero rápidamente y la empujó a un lado para llegar hasta las escaleras, Ruby me vuelve a alcanzar y me intenta tirar por las escaleras, pero me agarro a su brazo, doy un giro y hago que se caiga ella rodando.
Bajo a zancadas las escaleras y busco mi daga pero no lo encuentro, que buen momento para perderla, el lado positivo es que creo que Ruby también lo ha perdido.
Corro a la cocina en busca de algún cuchillo, abro el cajón y busco el más adecuado, me giro y Ruby ya está allí con la pata de una mesa que seguramente arrancó sin preguntarme si me importaba que me rompiese los muebles. Intentó golpearme en la cabeza, lo evadí y la pata de la mesa golpeó y rompió una tubería de gas. Ruby volvió a dar otro golpe que esta vez no logró esquivar y me da en las costillas, me sujeté a la encimera para no caer al suelo, Ruby me asesta otro golpe en las costillas rompiendo también la pata de la mesa y caigo al suelo con seguramente uno o dos costillas rotas.
Las dos nos fijamos en un mechero de cocina que había encima de la mesa, ella corrió hacia él. Levanté la pierna todo lo que pude y le di en la rodilla haciendo que se desestabilizase, momento que aproveché para tirarle una zapatilla y hacer que cayese al suelo. Trató de levantarse y coger el mechero, pero me subí encima suya y comencé a pegarle en la cara, ella me pegó un puñetazo y salí volando contra una de las paredes, siempre se me olvida la parte de su fuerza de demonio.
Ruby cogió el mechero y me sonrió diabólicamente, rodé por el suelo y cerré la llave de gas que estaba a unos metros de mí, ella prendió el mechero pero nada sucedió a parte de que la llama del mechero se hizo más fuerte. Ella me lo lanzó pero lo esquivé.
Salí de la cocina y corrí hacia las escaleras, he de recuperar mi daga. Ruby me siguió, me agarró el pie y trató de tirarme, pero le pegué en la cara y me soltó. Terminé de subir las escaleras y entré nuevamente en la habitación de Jake. Una vez encontré la daga con la vista, me tiré al suelo y la cogí. Ruby apareció por el marco de la puerta y se abalanzó sobre mí, chocamos contra la pared, forcejeamos por el arma, giramos y Ruby quedó contra la pared ahora, nos movimos un poco más y de un golpe hice que Ruby cayera por la ventana.
Bajé las escaleras a zancadas y salí a fuera, Ruby estaba intentando levantarse, pero no le di tiempo y la apuñalé en el pecho, su cuerpo cayó al suelo muerto pero seguí apuñalándola sin cesar, Sam acabó viniendo y me separó del cadáver mientras me susurraba que ya había pasado todo. Me abracé a Sam y manché su camiseta de la sangre de Ruby.
- Ya está -me dio un beso en la frente- Todo está bien, ¿vale? Jake ya está a salvo, nada malo pasará, Jake jamás pasará por eso.
Miro a Jake que gatea por el prado y lo recuerdo:
- Lo admito: no me lo esperaba -Jake atrajo la lanza hasta su mano y se levantó.
- ¿Cómo has hecho eso?
- Bueno, pequeños trucos que aprendí gracias a mi padre.
- ¿Tu padre es brujo?
- No, pero cuando él era joven, aprendió a hacer un par de cosas, y luego esas cosas pasaron a mí.
Tragué saliva.
- Jamás le pasará -mentí.
Aquí tenéis el final, no sé si será el GRAN final que esperabais pero espero que os haya encantado de todas formas. Muchas gracias a todos los votos y comentarios que me habéis dado a lo largo de toda esta historia, os lo agradezco y espero que os vaya muy bien. Espero que leáis mis próximas historias (que tardarán, pero en fin). ¡Un abrazo muy fuerte y adiós!