"Fuertes revelaciones"

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*

- ¡Ya estás aquí! -grito mi hermana.

- No, soy una ilusión. -dije.

- Mensa, ¿Qué me trajiste? -preguntó.

- ¿Aún no entró y tu ya quieres que te de las cosas? -dije.

- Cierto. ¡Mamá Liana esta aquí! -grito mi hermana.

Sonreí, extrañaba sus gritos.

- ¿Qué estaban haciendo? -pregunte.
- Limpiando tu habitación.

- Que bueno, soy alérgica al polvo.

- No lo hemos olvidado. -me miró mal.

- Hija, que alegría de verte. -dijo mi mamá bañada en lágrimas.

- Hola mami, yo también estoy felíz de verte. -dije con una sonrisa y abrazandola.

- Te extrañe. -escuché su voz más rasposa.

Aguante mis ganas de llorar de nuevo.

- ¿Estas bien mami? ¿No les falta nada? -pregunte mirándola.

- Sí, nos faltan vestidos nuevos. -dijo Abi, mi hermana.

- Por Dios Abigail, no pareces mi hija.
- De hecho si soy tu hija, recuerda que hace unos minutos dijiste que esperabas que te trajera un vestido por que no has comprado nada para ponerte en noche buena. -dijo mi hermana mientras dejaba a Crema en el suelo para después jugar con Chocolate.

- Cállate. -dijo mi mamá.

Me reí.

- De tal palo... -dejé las palabras hablar si mismas.

- Deberías ayudar a tu hermana a subir sus maletas en vez de andar de chismosa.

- No fue chisme, es la verdad.

- Abigail. -mamá la miró y yo rei cargando una de mis maletas.

Subimos las escaleras, entre a mi habitación y vi que estaba pintada de rosa.

- Ok, quien. -dije.

- Fue mamá. -dijo Abi.

- ¿Quién pintó de rosa pastel mi habitación? Y ¿Por qué parece un gimnasio? -pregunte.

- Idea de mamá. -volvió a decir.

Miré atónita mi habitación. Así no era.

- Bueno al menos tengo en donde poner mi toalla mojada. -dije.

Nos reímos.

- ¿Quieres que te ayude?

- Sí, la maleta que subiste, ahí está todo lo que voy a regalar.

- Okay.

Comenzamos a sacar ropa, comida, dulces, recuerdos y mucho más.

- Se que no es mucho pero al menos tendrás algo bonito. -dije entregandole el celular.

- ¿No es mucho? Si no tiene mucho que acaba de salir. Te amo hermana.
Entorne los ojos.

- Si, si. Ya vete, quiero bañarme.

- Hey, si se van a bañar, háganlo, iremos a casa de su abuelita.

- Okay mami.

- Mira, si te trajo un vestido.

- Cállate Abigail.

Mi hermana salió riendo con su montón de ropa.

Entre al baño y me duché como si no me hubiera duchado en tres días.

"¿Este es mi sueño?" (FanFic Terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora