{♛} Capítulo diecinueve

11.7K 1.3K 692
                                    

Habis se mantuvo en silencio más tiempo del necesario, acrecentando mis nervios y dándome una respuesta no verbal a mis dos preguntas. Las rodillas empezaron a temblarme cuando fui consciente de que Elsen había tenido razón desde el principio al advertirme que Habis estaba jugando conmigo y que la historia de Desdémona con Habis era real.

Habis parecía sentir algo por Desdémona, algo muy poderoso que lo había empujado a protegerla de la dureza de los Opositores; Desdémona había jugado un papel muy importante dentro de los planes de Xanthippe respecto a mí, convirtiéndose en un enemigo de igual peligrosidad que Habis.

No en vano habían trabajado estrechamente.

Tuve que buscar apoyo en la mesa para poder mantenerme en pie, atrapada en el silencio más que elocuente de Habis.

-Es cierto entonces –suspiré, parpadeando para espantar las lágrimas.

Habis se cruzó de brazos en actitud defensiva.

-Estás sacando conclusiones precipitadas –dijo, pero todo en él reflejaba tensión.

Hinqué las uñas en la mesa hasta hacerme daño. ¿Por qué seguía negándolo cuando, era más que evidente, que estaba protegiéndola? ¿Por qué no me lo había hecho saber desde el principio, ahorrándome todas aquellas esperanzas que me había creado, alentada por una posibilidad que jamás había existido?

Contuve el impulso de barrer de la mesa las medicinas de Habis y me mantuve completamente quieta, aguardando con ansias su explicación.

En mis oídos aún podía escuchar las palabras de Elsen, palabras que estaban cargadas de verdad; no había sido ningún truco por su parte para que lo escogiera a él, había estado diciéndome la verdad.

-¿A qué esperas, Habis? –le increpé con un desdeñoso gesto de mano.

Observé cómo su rostro mudaba a un gesto molesto y sus ojos empezaban a brillar con rabia contenida. No le di mayor importancia al hecho que pudiera estar enfadado, pues ya tenía suficiente con controlar mis propias lágrimas ante aquel nuevo revés que había recibido por parte de Habis.

-¿Qué sentido tendría intentar explicártelo, Amelia? –respondió con derrota-. No creerías ni una de mis palabras porque pareces confiar más en Elsen y en los Opositores que en mí.

Bufé ante sus dramáticas palabras.

-Has sido tú, con tus secretismos y juegos, quien me ha empujado a que empiece a confiar en ellos –repuse.

Aunque aquello no era del todo cierto. Era posible que Elsen no me hubiera mentido cuando me había dicho el tipo de relación que mantenían Desdémona y Habis, pero no era tan tonta para no darme cuenta de algunas piezas que no terminaban de encajarme con respecto a su repentino cambio de actitud hacia mí; sin embargo, el único al que veía sincero dentro de los Opositores había sido a Arnor, aunque no me hubiera contado qué papel tendría en todos aquellos planes que había mantenido en secreto.

Pero eso no era algo que le diría a Habis; al menos en estos momentos no, ya que me encontraba demasiado herida por todo lo que había descubierto y no quería proporcionarle más armas que utilizar en mi contra.

Habis desvió al rostro hacia los ventanales, frunciendo las cejas hasta que casi se unieron sobre el puente de su nariz.

-Entonces ¿por qué no has elegido de una vez a Elsen?

Eso mismo me había preguntado yo en repetidas ocasiones desde que había empezado la discusión. ¿Qué traición me dolería más? Elsen ocultaba algo, pero tenía la sensación de que no podía superar, ni de lejos, la multitud de traiciones de Habis; con Habis, por el contrario, había sabido lo que era tener el corazón completamente destrozado en repetidas ocasiones. Por no hablar de sus traiciones, que habían sido demoledoras para mí.

Crónicas de la Atlántida II: La conquista.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora