Capítulo 7: Pauline vs Arc

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Nomus miró al frente mientras suspiraba. En todos sus años de director, que habían sido muchos, nunca había habido un acontecimiento tan grande. Nomus sabía que no era casualidad que en el último decenio se hubieran fundado las cuatro Academias Oscuras y hubieran surgido los Cazadores de Magos. Alguien muy poderoso estaba detrás de toda aquella maldad. Pensó en sus chicos, que estaban arriesgando su vida.

- Tenéis que volver, todos vosotros –pensó...

Pauline esquivó la flecha con ligereza y abrió su boca para sacar la lengua que con tanta gente había acabado. Sin embargo, su enemiga se puso una venda. Pauline pensó que así no podría ver. Se equivocó. Tres flechas salieron rápidamente hacia ella. Al esquivarlas se tropezó y se cayó. Miró con detenimiento la sala. Era un amplio salón con muchos pilares ornamentados. Casi parecía que esta guarida se había convertido en un palacio. De los sucios pasillos de las celdas habían pasado a unos impolutos y lujosos lugares. Arc aprovechó que Pauline estaba pensativa para hacer aparecer diez arcos que comenzaron a disparar sin cesar. Pauline sonrió, sacó la lengua y dio una voltereta en el aire para dejar todas las flechas atrás. No había que subestimarla. Rápidamente, contraatacó con rápidos movimientos. Los que le había enseñado su maestro. Mientras pensaba en él, suspiró nostálgicamente. Pensó en su época como ladrona, cuando peleaba con chicos mucho más mayores que ella y ganaba siempre. Su estilo era una mezcla de judo, karate y taekwondo. Rápidamente, cogió a Arc para luego lanzarla hacia la pared. Su rival se propulsó gracias al empujón de Pauline y volvió a la carga. La joven maga saltó cuando la cazadora venía, de manera que al bajar golpeó fuertemente la espalda de la arquera. Esta cayó al suelo, y cuando Pauline iba a pisarla, rodó por el suelo y se levantó cogiendo una flecha de su carcaj. Pero esta vez, había algo diferente. Cuando Pauline se movió para esquivar el proyectil, comprobó con horror que la flecha le seguía. Al mismo tiempo, su rival le disparaba más flechas normales, de manera que la maga no podía pararse nunca a abrir la boca y sacar la lengua. Finalmente, dio un salto, y cuando la flecha seguidora subió para arriba, Pauline sacó la lengua parando por fin el avance de su perseguidor. Pero no había tiempo para celebrarlo, porque otra ráfaga le vino. Cada vez, el número de flechas aumentaba y a Pauline le resultaba más difícil pararlas todas. Hubo un momento en el que Arc soltó una flecha que se convirtió en un gran incendio. Pauline consiguió detenerlo gracias a su lengua, que también podía anular la magia de los otros, con un poco más de esfuerzo. Arc, enfadada porque sus trucos no funcionaran, guardó el arco y sacó dos dagas gemelas con las que comenzó a embestir a Pauline. Pronto lo que antes había sido una pelea a distancia se convirtió en un baile mortal. Llegó un momento en el que Pauline estuvo acorralada en un pilar, pero consiguió salir de esa confundiendo a su adversaria. Cada vez, ambas estaban más cerca de neutralizarse mutuamente, hasta que llegó un momento en el que Pauline consiguió una de las dagas y desarmó a su rival. Pero esta, con un movimiento casi imperceptible, le clavó una flecha a Pauline en la mano. Y la batalla volvió a ser como antes.

Marcus y Sonia andaban por los pasillos de aquel extraño palacio mientras buscaban a los miembros del consejo. Habían sabido, por dos guardias, que no se encontraban en la cárcel, sino que estaban en calidad de embajadores. Marcus abrió la puerta de los aposentos de los embajadores y se encontró con el panorama esperado. Los miembros del consejo estaban muertos, tirados en el suelo, los tres. Presentaban las mismas marcas de tortura que los magos de la Academia. Con un hilo de voz, Sonia preguntó:

- ¿Qué hacemos ahora?

Y su novio le contestó:

- Debemos buscar a los 6 Atributs y derrotarlos. Debemos destruir Cazadores de Magos desde el interior.

Entonces sintieron una presencia a su espalda.

Pauline viró para golpear fuertemente a Arc en el costado. La pelea estaba siendo muy intensa, y las dos chicas ya notaban el cansancio. En un momento en el que ambas se pararon a recuperar el aliento, Pauline examinó a su adversaria. Parecía joven, de unos veinticinco años, pero sus facciones se habían vuelto crueles y despiadadas, lo que indicaba que ser un 6 Atributs no era nada fácil. La pelea se reanudó con una flecha disparada por Arc que acabó en los pies de Pauline intencionadamente. Entonces, la flecha explotó y Pauline salió volando. Otra flecha acabó a su lado, y esta comenzó a inflarse dando lugar a una pasta rosa y viscosa que envolvía su cuerpo. Arc se acercó y se preparó para rematar, pero Pauline le sacó la lengua a la pasta y esta desapareció a tiempo. Pauline se deslizó y golpeó con fuerza los pies de Arc. Su rival, lejos de caer, dio un salto y le golpeó a Pauline en el brazo. Notó la desagradable punzada por segunda vez, pero no podía pararse. Comenzó a correr por las paredes, haciendo parkour, tal y como su maestro le había enseñado. Era una buena técnica en combates uno contra uno. Lo que la maga buscaba era quitarle la venda a Arc. De esa manera, le sería más fácil ganar esa batalla. Pero no tuvo ni la más mínima oportunidad de acercarse a ella utilizando el parkour, porque el arco y los rápidos movimientos de su propietaria no le dejaban ningún margen de error para conseguir su objetivo. Pauline entonces tomó un nuevo objetivo: quitarle el arco a Arc. Girando en el pilar, le mandó una patada giratoria a la arquera. Esta estuvo un milisegundo en tierra antes de levantarse y golpear a Pauline en el estómago mientras esta estaba aún bajando del pilar. La maga salió volando y tras esquivar una flecha bajó y le quitó el arco a Arc rompiéndolo en sus manos. Y golpeó su adversaria con un puño. Arc le mandó otro puñetazo al estómago, y Pauline otro a la cabeza. Entonces la cazadora le hizo un placaje, de manera que Pauline acabó en el suelo sin poder levantarse, ya que tenía le pierna de Arc en su pecho. Luego esta sacó un arco. ¿Dónde lo había conseguido? Fue en ese momento cuando Pauline cayó en la cuenta de que no importaba cuantos arcos destruyera, su rival siempre podría invocar más. Cuando Arc iba a sentenciar la batalla, Pauline dio un salto y le golpeó fuertemente en el estómago, como una venganza. Su adversaria salió volando y se estampó contra la pared. Entonces disparó una flecha que se disolvió en el aire dando lugar a una espesa niebla. Pauline no veía nada. En ese momento sintió un fuerte dolor en el costado izquierdo y supo que tenía una flecha clavada, pero ni se paró a comprobarlo. Siguiendo sus instintos, y parando bien el oído, consiguió parar todas las flechas que le venían y golpear a Arc. La arquera se retiró rápidamente, pero la asesina de la lengua le quitó el carcaj. No le importó, supo que su rival podría invocar más flechas si quisiera, pero cogió todas las flechas con plumas de colores y las lanzó lejos de ella. Entonces oyó a Arc hablar por primera vez:

- ¡Qué has hecho, insensata! ¡Nos has condenado a todos!

Su voz resultaba acorde con sus facciones. Pero Pauline no entendió lo que quería decir hasta que lo vio con sus propios ojos. Las flechas explosivas explotaron, desencadenando tornados, niebla, fuego, pasta pegajosa, flechas que iban volando de un lado a otro, pequeños tsunamis, mini tormentas y rayos. La niebla se disipó, y Pauline vio que Arc se había asegurado la victoria. Había invocado todos los arcos que había podido, tanto que ella estaba detrás de aquella pared mortal, agotada pero sonriendo.

- Este es tu fin, asesina de la lengua.

Y dicho esto, todas las flechas volaron. Pero Pauline no se rindió. Comenzó a avanzar hacia su enemiga, esquivando flechas y parando otras. La arquera estaba tan cansada que cuando se dio cuenta de lo que pretendía Pauline, fue demasiado tarde. La maga le quitó la venda y le dijo:

- No, este es tu fin, arquera.

Y dicho esto le sacó la lengua, terminando por fin con la única mujer de los 6 Atributs. Pauline suspiró e intentó huir, pero estaba muy cansada. Con unas vendas que llevaba encima se curó las heridas y se tumbó al lado de Arc, haciéndose la muerta. Notó que unos soldados pasaron y le miraron, pero por suerte no se detuvieron a comprobar si estaba viva o no.

Fer acabó de cruzar el pasillo y se encontró con un pequeño jardín que parecía de cuento. Se acercó al pozo del centro, y no se sorprendió al oír aquella voz de príncipe, tan afilada como una espada. Como si hubiera estado esperándolo, Sword dijo:

- Ya creía que te habías perdido.

Alba creía haberlo visto todo, pero se equivocaba. Cuando llegó a las mazmorras para rescatar a sus amigos, se encontró a Tom Callyn de pie, con una espada en la mano y tres guardias muertos al frente. Sus únicas heridas eran un par de cortes leves en la cara. Ambos intercambiaron una mirada de entendimiento y entonces oyeron unos pasos lentos. Un hombre con capucha se acercaba. Portaba una guadaña en la mano, y habló con voz ronca:

- El otro día no tuve el placer de presentarme correctamente. Soy Scythe, de 6 Atributs, más conocido como La Muerte. Y he venido a llevarme tu alma, Alba Neala.



Ammulets Parte I: TomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora