Mientras Nomus veía como Éteh capturaba a sus dos alumnas y como les explicaba su maligno plan, la mente del director de la Academia convertía ideas en planes y tramaba todos los ardides posibles para escapar de ahí. Ya había pensado en 39 escapes diferentes que habrían funcionado en cualquier situación... Excepto en la que se encontraban. Solo una fuerza externa podría liberarles... Es decir, solo Michael podría, pues era el único que había conseguido engañar a las cámaras de Éteh. Por suerte había algo con lo que el maestro de Elementarial no había contado, Nomus tenía cierto poder mental, no lo suficientemente fuerte para liberarse pero si para comunicarse con alguien.
- Michael, escucha bien estas instrucciones, pues podrían salvar el mundo. Nomus pensó con fuerza y luego comenzó a trasmitir su plan...
Fer se giró justo a tiempo para evitar la gran barra de metal que se dirigía hacia él. Vincent la cogió e inmediatamente la calentó hasta límites insospechados. Metalican la retiró rápidamente y creó dos espadas de la nada con las que empezó a pelear con los chicos. Fer utilizó su chorro de agua móvil para parar las estocadas mientras Vincent sacó dos espadas gemelas que Fer no había visto nunca. Tenían el filo elegante y una empuñadura con rubíes. Al ver que las miraba, Vincent dijo:
- Son de Mary.
Dicho esto se lanzó con fiereza contra Metalican, parando estocadas y lanzando rugidos de fuego y esferas llameantes a su adversario. Al mismo tiempo, el Element 5 sacaba espadas y planchas de metal de la nada y las usaba como escudo o para atacar. La batalla pronto se convirtió en un montón de destellos rojos y grises chocando entre ellos. En ese justo momento Fer se incorporó, usando su chorro de agua móvil y la espada de coral de Siren. Junto a Vincent, consiguieron acorralar a Metalican en un pilar, donde este se quedó parado, y, de repente, comenzó a reír. Fer se quedó perplejo y preguntó:
- ¿De qué te ríes? ¿No ves que estás perdiendo?
Metalican solo rio más y se quedó mirando a ambos con una cara extraña. Entonces dijo:
- Estúpidos, no os habéis dado cuenta de que yo soy el Dragon Slayer del metal.
Entonces cogió la espada de coral de Fer y una de las espadas de Vincent y se comió el filo entero. Entonces su cuerpo se volvió enteramente de metal y embistió contra Fer. Lo último que el mago del agua vio fue oscuridad.
Michael andaba tan tranquilamente cuando de repente oyó la voz de Nomus en la cabeza. Su director le explicó la situación y lo que debía de hacer, y el mago de las cartas no dudó ni un segundo en decir que sí. Sin embargo, en ese momento, mientras se dirigía a la sala del trono, las dudas fueron entrándole en la cabeza. ¿Y sí Éteh le descubría antes de hacer lo que tenía que hacer? ¿Y si no decía las palabras correctas y fallaba? No, debía estar seguro. Así pues, se puso en la entrada de la puerta abierta, y antes de que el director de Elementarial le viera pronunció las palabras santas:
- Ahgdal eoaoeqi admeoflr deokasm -Significaba: ¡Libérame de las prisiones!
Dicho esto Nomus saltó y gritó ante un Éteh perplejo:
- ¡Ahora sí que estoy enfadado!
Sonia se adentró en la jungla sin temer a nada. No era la primera vez que viajaba por la isla, pero si la primera que lo hacía sola y de noche. Ya había ido con la Academia de excursión dos veces, pero nunca habían visto el templo. Según Nomus, se trataba de un lugar lleno de trampas y maldad donde moraban vestigios de una guerra. Las leyendas decían que en la isla, que anteriormente estaba unida al continente, había tenido lugar una desoladora batalla que había involucrado a la magia más arcana, colisionando todo en el templo. La explosión había desgarrado la tierra que le unía al continente y según las leyendas, también había desgarrado la realidad, convirtiendo el Templo Maldito en el lugar perfecto para invocar espíritus y realizar rituales de magia arcana y oscura. Sonia consiguió a duras penas apartar la maleza que cubría la entrada al templo y se aventuró en su interior. En los primeros escalones aún llegaba la luz del Sol, pero a medida que se adentraba cada vez resultaba más difícil vislumbrar donde debía pisar, pues había escalones rotos y ratas enormes. Cuando ya casi estaba a ciegas, Sonia encontró un esqueleto que portaba una antorcha en su descompuesta mano derecha. Gracias a unas cerillas, la joven encendió la antorcha consiguiendo por fin la ansiada luz. A medida que iba subiendo, Sonia se encontraba cada vez más esqueletos, incluso algunos con trozos de carne pegados. La visión más grotesca sin duda fue cerca ya del final, donde había un cadáver aun descomponiéndose. Cuando por fin Sonia llegó al final de la escalera se encontró con que alguien estaba pronunciando palabras en un idioma extraño. Además esa misma persona había encendido un enorme fuego que cambiaba de color, del rojo al violeta y luego vuelta a empezar. Sonia reunió valor, se adentró en la bóveda y dijo:
- ¿Quién hay ahí?
Las extrañas voces pararon y Sonia se encontró con que Marcus era el que estaba pronunciando las palabras.
Vincent vio a cámara lenta como pasaba todo. Metalican era un Dragon Slayer. Fer estaba fuera de combate. El mago de fuego tardó un momento en reaccionar, pero cuando lo hizo su reacción fue tremenda. Vincent encendió todo su cuerpo de fuego y se lanzó a la batalla. Metalican le golpeó en la barriga lanzándole por los aires, pero Vincent volvió a la carga y le golpeó fuertemente a su adversario. Sin embargo, el metal estaba tan duro que no le causó ningún daño. Entonces el mago de fuego creó diversas criaturas llameantes que danzaron alrededor del Element 5, pero a este no le causaban daño. Vincent probó diferentes ramas de su magia, pero ninguna de ellas parecía afectar a Metalican. Entonces el Dragon Slayer del metal bufó de impaciencia y dijo:
- Si eso es todo lo que tienes, creo que me toca.
Entonces convirtió su brazo en un enorme y largo pilar de metal y comenzó a atacar a Vincent. El mago de la Academia comenzó a esquivar con facilidad los ataques, por lo que Metalican convirtió su otro brazo también, de manera que ahora Vincent estaba cada vez más apurado y acorralado. Sin embargo, mientras esquivaba por los pelos los duros ataques, recordó una cosa y se preparó. Atrajo a su rival hacia otra sala. Metalican le siguió rompiendo los muros sin darse cuenta de que se trataba de la sala donde Mary impartía clases. Vincent continuó esquivando como podía los ataques, y contraatacando sin efecto. Entonces dio una pirueta por encima de su rival, y cuando estuvo detrás suyo esperó a que se girara para lanzar un fogonazo de luz cegador. Mientras Metalican trataba de aclarar su visión, Vincent cogió todos los aparatos que contenían magia del fuego y se los tragó. Cuando el Dragon Slayer del metal hubo recuperado la visión, Vincent ya había acabado de comer y ya había trazado el plan definitivo. Se quedó quieto mientras Metalican le estampaba en la pared con su brazo derecho y mientras se acercaba a él. El mago oscuro se acercó a su oreja y dijo:
- Despídete que te vas con Mary. Entonces Vincent le acercó la boca y le dijo:
- Esto es por ella, por Mary.
Y lanzó un chorro de fuego llameante, el fuego más caliente que había conseguido producir jamás. Y el cuerpo de metal de Metalican comenzó a derretirse. El último Element 5, preso del terror, empezó a dar vueltas por toda la habitación, hiperventilando y suplicando. Y cuando ya no pudo más se acercó a Vincent y le dijo:
- Por favor...Y este contestó
- Con Mary no tuviste piedad.
Y Metalican cerró los ojos y abandonó este mundo.
ESTÁS LEYENDO
Ammulets Parte I: Tom
FantasíaTom es un joven que viaja a la Academia de Magia para aprender la extraña magia del tiempo. Pero peligrosos enemigos hay a la vuelta de la esquina: Cazadores de Magos, Academias oscuras, malignos imperios que buscan dominar el mundo de Eioria. Para...