Capítulo 32: Caen las mentiras

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Alba y Vincent llevaban mucho tiempo los dos juntos cuando se vieron obligados a separarse. Juntos habían entrado en el Open Castle, juntos habían combatido a muchos soldados del Key Impery, y los dos juntos se habían teletransportado al lugar de la batalla para ayudar con un pequeño problema y comprobar que Nomus estuviera despierto. Ahora se encontraban en una encrucijada y todo por la brújula detecta-magia que Nomus les había dado antes de que volvieran a partir al Open Castle. Y es que se trataba de un cachivache con forma extraña al que llamaban brújula, pero que en opinión de Alba era simplemente un aparatejo que servía para detectar grandes cantidades de magia. Y aquí venía el problema, pues tanto la "brújula" de Alba como la de Vincent marcaban direcciones completamente opuestas. Y por ello se encontraban discutiendo a gritos:

- ¡Yo de verdad creo que deberías venirte conmigo! Había hablado Vincent

- ¡Lo que te pasa es que tienes miedito de que vuelva la General Martha y te deje en ridículo otra vez!

- ¡Deja de tergiversar las cosas!

Sin embargo Alba no se encontraba de humor para discutir, así que dijo:

- Pues yo me voy. Chao.

Y se fue sin dejar tiempo a Vincent a reaccionar.

Me encontraba jugando al parchís con mi abuelo y mis mejores amigos cuando me di cuenta de que algo andaba mal. Llevaba todo el día teniendo pensamientos extraños. Una voz en mi cabeza no hacía más que decirme que esto no era real, que mi pueblo había sido destruido y que tenía que salir de esa ilusión para poder combatir a una poderosa maga. Cuando se lo había contado a mi abuelo, él se había reído y yo con él. Sin embargo, algo raro pasó mientras jugábamos al parchís. Jace, mi mejor amigo, comentó que le parecían muy malas las Academias de Magia. Él, que siempre juraba que se marcharía del pueblo para ir a estudiar magia. Luego ella, mi mejor amiga, hizo un extraño comentario sobre el clima, y luego me di cuenta de que yo tenía el reloj de mi abuelo en la muñeca. Entonces, mientras pensaba en el tema, los recuerdos me invadieron y me levanté gritando y dije:

- ¡Esto no es real!

Inmediatamente todo mi entorno desapareció. Jace, el abuelo Raphael y ella... En realidad estaba cara a cara con Laya Sun, como antes. Los ojos de la joven emitían una deslumbrante luz que mezclaba todos los colores existentes. Era ciertamente hipnótico. Entonces su mirada volvió a la posición original, y yo me vi a mi mismo en la cena de Navidad, con todos mis compañeros de Ammulets. Negué con la cabeza y dije:

- Tus trucos ya no funcionan conmigo.

Rápidamente me vi junto a mis padres.

- No, esos recuerdos no. ¡No te atrevas a tocar esos recuerdos!

¡Pam! Ahora estaba jugando con Jace.

¡Pam! Ahora estaba con mi perro, quien murió cuando tenía cinco años.

¡Pam! Mi abuelo alborotándome el pelo.

¡Pam! Mi décimo cumpleaños

¡Pam! Un funeral

- No, para ya, por favor.

¡Pam! Mi padre, ensangrentado, diciéndome adiós.

- ¡No!

Entonces sucedió algo que no esperaba. El borde de mi reloj se hizo más grande y se separó en dos partes. Una brillaba con luz naranja y la otra con luz azul. El panorama cambió y me di cuenta de que había invertido el flujo de recuerdos y que me hallaba en la memoria de Laya. Una casa en el campo. Una niña pequeña, un hombre mayor y una mujer vieja. Todos muertos por soldados del Key Impery. Laya, con la cara llena de lágrimas y el vestido desgarrado. Ev, frente a ella, susurrándole:

- Shhh, no te preocupes, shh. Pronto habrás olvidado todo esto.

Entonces me vi otra vez frente a mi enemiga. Estaba llorando. Y lo entendí todo. Ev había matado a sus padres y le había borrado los recuerdos. La abracé y juntos lloramos.

Michael dio un paso atrás para esquivar las plumas de Angel. La mujer-ángel era una gran amiga de la infancia suya que había muerto. O quizás no. Su poder era bastante pequeño comparado con el de las otras generales. Fer estaba obsesionado con estas, y le había enseñado cada poder. Martha controlaba el aire y podía crear bolsas de aire de manera que era imposible tocarla con ninguna magia. Cloudy controlaba el clima. Ev era la más peligrosa, controlando los recuerdos y las ilusiones. Rachel era la Silenciadora. En cambio, Clara tiraba huevos y Angel plumas. Poderes estúpidos. Michael invocó unos esqueletos que cogieron a Angel. Y mientras ella sollozaba, le cortó la cabeza. Espera... ¿De veras había hecho eso? No, la pregunta era ¿por qué lo había hecho? Entonces comprendió que alguien había manipulado su mente y comprendió que para ganar la guerra, Ev debía morir.


Ammulets Parte I: TomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora