Capítulo 23: Enfrentamientos y venganzas

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Me desperté y noté una sensación fría en todo el cuerpo. No tenía ni idea de donde estaba, porque claramente no me encontraba en el mismo sitio en el que me había desmayado. Entonces escuché una voz que decía:

- ¿Ya estás despierto? ¿Te encuentras bien?

Al principio no reconocí la voz, pero a medida que la claridad del sol me llegaba a los ojos me di cuenta de que se trataba de Albert, y también de que nos encontrábamos en la enfermería provisional. Me incorporé y pregunté:

- ¿Cómo porras he llegado hasta aquí? –Albert hizo una cara rara y me contestó:

- Cartas teletransportadoras, como cuando combatimos contra los Cazadores de Magos. Y no deberías hablar mucho, ese mago de la arena te ha hecho más daño de lo que creías, y todo con su último aliento. Me quedé extrañado, pero cuando bajé la vista lo comprendí todo. Mi brazo izquierdo se había vuelto completamente de arena, y se mantenía unido gracias a la magia del hielo.

- Desperté justo a tiempo para evitar que la arena se fuera volando –dijo Albert con una mirada de compasión- Has tenido mucha suerte. No escuché bien las siguientes palabras que dijo, pues me desmayé de nuevo...

Vincent llevaba tres horas vagando por la Academia Oscura de Elementarial, con un solo objetivo: encontrar a Metalican y acabar con él. Su mirada no mostraba expresión alguna cuando masacraba a los magos oscuros que encontraba por el camino. Ellos no querían decirle donde estaba el último Element 5, y lo estaban pagando. Ahora mismo estaba acabando con un grupo de magos del agua, cuyos poderes no podían hacer nada en comparación a su abrasante fuego. Terminó con el último y se preparó para salir a buscar cuando notó una sensación refrescante, como de agua en el brazo. Se giró, listo para terminar la tarea, pero cuando vio quién era se paró en seco. Fer, su fiel compañero Dragon Slayer estaba frente a él con un semblante sombrío y muchas heridas. Cruzaron sus miradas de almas en pena y casi no hizo falta decir lo que Vincent dijo:

- ¿Y, a ti, que te ha ocurrido? 

- Siren. Ella había sido convertida en una sádica y psicópata asesina. 

- ¿La conocías?

 - Éramos amigos. Pero cuéntame sobre ti. 

- Mary. Sexo. Metalican. Muerte. Lágrimas. Venganza 

- Te entiendo, amigo. Yo también busco a Metalican para vengarme. 

Vincent iba a decir algo más, pero entonces se dio cuenta de que alguien había entrado en la sala...

Pauline no podía creerlo. Nomus, el invencible Nomus, el poderoso Nomus, el sabio Nomus había sido capturado por Elementarial y atado a una silla como si no fuera más que un simple humano corriente. Delante suyo había unas pantallas en las que se mostraban diferentes cosas: Albert y Tom en la enfermería improvisada, Fer y Vincent encontrándose, Michael inconsciente en el suelo, Sonia en un barco sombrío, Marcus en un extraño templo y la propia Pauline junto a Alba mirando la escena delante suyo con ojos desorbitados. Nomus trató de abrir la boca pero no salió ninguna palabra. En su lugar, fue el anciano sentado en el trono quién habló:

- Bienvenidas, Alba y Pauline, al corazón de Elementarial. Yo soy Éteh, fundador y director de esta preciosa escuela. Adelante, uníos a la fiesta. Pauline se quedó parada completamente callada. Y no porque quisiera, sino porque no podía hablar. Se giró y vio que a su compañera Alba le estaba pasando lo mismo. Entonces una fuerza invisible las hizo levitar por el aire y las sentó en sendas sillas que aparecieron de la nada. Éteh sonrió y dijo:

- Aún no estamos todos, pero de momento bastará. Admito que mi plan no ha salido como yo quería. Pan, Siren y Tempeste han sido derrotados. Mary se enamoró de ese mago de fuego y Metalican ha tenido que eliminarla. Albert y Tom han escapado, y los demás aún vagan por Elementarial, sobretodo los Dragon Slayer quiénes buscan vengarse del último Element 5 en pie. Aunque penséis que es el fin, estás muy equivocadas. Vuestro amigo Marcus está muy cerca de pasarse al lado oscuro y su querida Sonia le seguirá pronto. Eliminarlos de esta guerra es lo mejor que he hecho por el momento. En cuanto a Michael Santjame, ya he mandado a alguien a buscarlo. Los Dragon Slayer serán eliminados muy pronto por alguien muy parecido a ellos, y los únicos de Ammulets que podrán vengaros serán el incompetente mago del tiempo y el patético y atormentado Mamoot Slayer... Y por supuesto podréis ver mi victoria desde aquí, en este mismo lugar.

Pauline no podía creérselo. La situación andaba peor de lo que creía y ella no podía hacer nada. Entonces reparó en otras cinco cámaras muy bien escondidas de ojos indiscretos, pero también situadas en una posición en la que Éteh no podía verlas. La primera mostraba a Tempeste en la cárcel antimagia de la Academia. La segunda mostraba un puñado de arena. La tercera mostraba el cadáver de una mujer escamosa, y el cuarto el de una chica con el pelo rojo tumbada en una cama. Pauline supuso que eran Pan, Siren y Mary, o lo que quedaba de ellos. Fue a mirar a la quinta cámara, pero reparó que la puerta de la habitación de Mary estaba abierta de par en par y daba a la misma pared donde se suponía que estaba Michael, pero no había nadie. Volvió a mirar a la cámara en la que aparecía el mago de las cartas inconsciente, y sonrió. Pero la alegría desapareció al ver la quinta cámara... 

Fer notó que algo pasaba al ver la expresión extraña en la cara de Michael, y al girarse vio lo que llevaba tres horas buscando. Metalican estaba frente a ellos...

Ammulets Parte I: TomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora