Ammulets Parte I: Tom

Capítulo 46: La orden de los No-malvados

Me desperté en un lugar oscuro, recostado sobre un suelo de piedras húmedas. Mi cabeza daba vueltas e intuí que me habían golpeado fuertemente. Con mi mano, palpé mi cabeza solo para no encontrar nada. Mi visión se aclaró y obtuve una vista de un techo de rocas mojadas. Una gota de agua cayó en mi cabeza. Traté de incorporarme, pero oí una voz:

- No te muevas o solo te sentirás mejor.

Yo hice caso omiso y dolorosamente conseguí sentarme en el suelo. Me giré y observé que la persona que había hablado era Vincent. Entonces vi dos rostros más junto a él: eran Alba y Michael.

- ¿Mm, dónde estamos?

- Creo que en los calabozos, -dijo Michael- pero la cosa podría ir peor, no es como si estuviéramos separados. Ah, espera, sí lo estamos.

Ni siquiera el sarcasmo funcionó en esta ocasión. Conseguí ponerme de pie, y al asomar la cabeza por los barrotes vi que en la celda de enfrente estaban Albert, Fer y Sonia. Me giré hacia mis amigos y pregunté:

- ¿Cómo vamos a salir de aquí?

Ellos se miraron, y finalmente fue Alba la que dijo:

-No vamos a poder salir de aquí sin ayuda exterior. Créeme, en los cinco días que llevamos aquí lo hemos intentado.

Sus palabras fueron un doble mazazo para mí. Por una parte, era imposible salir sin ayuda de fuera, y siendo unos extraños en este mundo alternativo iba a ser complicado, y por la otra parte yo llevaba cinco días desmayado. Aun así, había una solución, y lo veía en las caras de los chicos. Quizás no fuera algo muy seguro, pero tenía que atreverme y preguntar.

- Tenéis un plan. Lo veo en vuestros ojos.

Se miraron de nuevo, y Vincent dijo:

- Bueno... Sabemos que esa chica llamada Andrea es parte de la Resistencia, y sabemos que de alguna manera es capaz de viajar entre los mundos. Ella fue quién ayudó a Pauline a construir el portal, así que ella debería saber de alguna manera que el portal ha sido abierto... Y si esa Resistencia sigue los pasos de los guardias debería saber qué estamos aquí...

- Sabemos que no es mucho, -empezó Alba- pero...

- ¿Qué no es mucho? Os equivocáis, lo es todo. Creo que vamos a ser rescatados más pronto de lo que creéis.

Todos se quedaron mirando, y Albert, Fer y Sonia asomaron la cabeza por sus barrotes para enterarse.

- Justo antes de que fuera capturado, oí un ruido detrás de mí y vi a Ev observándome. Ella me hizo un gesto de silencio.

Pero Albert dijo:

- ¿Ev? De verdad crees que ella nos va a ayudar.

- Pero chicos, piensen. Aquí todo el mundo es al revés, es decir, los buenos son malos, y... -dije yo dejando la frase inconclusa-.

- ¡Y entonces los malos son los buenos! Concluyó Sonia.

Entonces oí unos susurros extraños, como de serpiente, que se iban acercando. Y fuera de las celdas aparecieron cuatro figuras con túnicas. Una de ellas se quitó la capucha y era Ev.

- Tenías razón, Tom, en Alternative todo es al revés que en Eioria.

La otra persona que teníamos delante se quitó la capucha. Era una chica con gafas y el pelo castaño. Tenía los mofletes grandes y portaba una antorcha. Y ella dijo:

- Somos la Orden de los No-malvados y hemos venido a sacaros de aquí. Me llamo Andrea y soy la líder.

Entonces oí un grito y un sonido seco después. Las otras dos personas se habían sacado sus capuchas frente a Sonia, quién ahora yacía en el suelo desmayada. Entonces se giraron y todos abrimos la boca. Andrea dijo:

- Estos son Metalican y Marcus. Creo que ya los conocéis.