Capítulo 10: La caída de 6 Atributs

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Nomus no se esperaba el resultado de la batalla. De momento, iban ganando con superioridad. Los Cazadores se habían atrincherado en una cueva y se negaban a rendirse. Pero más sorprendente era cómo iba la infiltración en la base. Alba, Tom, Fer, Pauline. Todos ellos habían escapado con vida y habían derrotado a 6 Atributs. Bueno, no a todos. Marcus, Sonia, Michael, Albert y Vincent eran los que quedaban. Nomus cerró los ojos y pensó en todos ellos. Saldrían con vida. Seguro.

Marcus no estaba para nada satisfecho con el resultado de la batalla. Su rival había cogido a Sonia por sorpresa y le había aplicado una extraña magia que le había dejado inconsciente. Parecía el rival más poderoso al que se había enfrentado nunca. Conocía diversos tipos de magia... Pero, ¡espera! Se trataba de un Cazador de Magos, no de un mago, pensó Marcus. Así pues, debía tener algún tipo de aparato que le permitiera realizar trucos mágicos o ilusiones poderosas. Es más, todo esto podía ser una ilusión. Marcus se sacudió un momento antes de enfrentarse a un pulpo gigante. No debía ponerse paranoico. Con un rápido movimiento le abrió la cabeza al pulpo utilizando su llave. Luego sacó algunas cartas que hicieron de su rival un plato de pulpo cocido. Marcus hizo aparecer una bandeja con una carta y se la lanzó a Cane. El fuego apareció sin previo aviso. Ya era la tercera vez que ocurría. En esta ocasión de las cenizas surgió un gigante muy parecido a Axe de 6 Atributs. Marcus lo derrotó gracias a su ejército de cadáveres y a una espada tirada en el suelo. Pero nada más caer el enorme hombre la espada se convirtió en una serpiente que mordió a Marcus en la mano. Este soltó una maldición y la dejó caer, pero la serpiente comenzó a dividirse y el mago tuvo que correr. Se encontró con un extraño espejo. Cada vez que el movía la mano derecha, su reflejo movía la contraria. Si giraba la cabeza, su reflejo saltaba. Las serpientes llegaron, y el reflejo de Marcus salió para combatir con él. Esto era cada vez más surrealista. De pronto, el Marcus del espejo comenzó a atacar al Marcus real. La lucha era cada vez más igualada, pero el reflejo se cayó por una trampilla en un momento. Marcus bufó, cada vez más harto de esta surrealista aventura. Pero vio algo que le hizo cambiar de opinión. Sonia. Sola. En la niebla. Parecía un fantasma, pálida y perdida. Marcus se internó en la niebla y de repente no vio nada. Comenzó a llamar a su novia.

- ¡Sonia! ¡¿Dónde estás?!

De pronto Sonia apareció ante él y le cogió del cuello. Marcus usó su llave para abrir la mano que le cortaba la respiración y dejó KO a su compañera con la botella de líquido curativo. De repente la ilusión de desvaneció. Cane estaba a sus pies, y Sonia se encontraba atada en una silla. Marcus fue rápida a liberarla cuando sintió un fuerte dolor en la cabeza y lo único que vio fue oscuridad.

Albert estaba dispuesto a vengar a su hermano, pero no a matar a todo el que estuviera detrás de él. Axe, su rival de 6 Atributs, destrozaba todo por dónde pasaba. Cada vez que encontraban un Cazador de Magos muerto, su ira aumentaba. En cambio, Albert rió al ver los cadáveres de Scythe, Arc y Sword. 3 menos, pensó. Quedan 2 y su jefe. Pero no había mucho tiempo para ir parándose. Las hachas no paraban de aparecer y esto de ir corriendo marcha atrás le estaba molestando. Incluso llegó un punto en el que se tropezó y cayó rodando por unas escaleras. De poco no le atraviesan las hachas voladoras de Axe. Sin embargo, el cromañón tenía mucho más músculo que cerebro y en vez de golpearle a él con sus manazas se dedicaba a romper paredes y techos por donde pasaban. Había destruido la mitad de la base por lo menos. Entonces llegaron a una plaza. Era ostentosa, como los pasillos por los que habían pasado. Axe se detuvo y alzó su hacha. Luego abrió la boca y dijo con voz grave y cavernosa:

- Un duelo. Tú contra yo. Sólo usaré un hacha.

Albert asintió y alzó una espada gigante de hielo. Él dio el primer paso alzándose contra su gigante oponente. Este no esperó y bajó el hacha. Ambas armas chocaron produciendo chispas. Luego Axe arremetió de nuevo. Esto continuó así durante unos minutos. Luego, el Cazador de Magos se cansó y comenzó a destruir los pilares. Albert tuvo que protegerse con un escudo de hielo. Mosqueado, su enemigo inquirió bruscamente:

Ammulets Parte I: TomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora