Me desperté con un fuerte dolor en la espalda. Hice un gruñido: de nuevo esa molesta sensación. En ese momento alguien me gritó a la oreja.
- Vamos, los demás están esperándonos.
Era Albert/Fer, que me gritaba. Sus gafas reflectaban la luz del sol y su amuleto brillaba con fuerza.
- ¿Quién eres tú, Albert o Fer?
- Yo soy Albert, el Mamoot Slayer del hielo, y si no te das prisa perderemos a los otros.
Me incorporé rápidamente y seguí a mi nuevo compañero por una senda estrecha en la que el mínimo error te podía costar la vida, pues un enorme abismo colgaba a la parte izquierda. Sentí una tremenda inquietud y pregunté:
- ¿Estamos en las Montañas del Norte?
- Tú qué crees, igual estamos en la playa de Boi –era Michael, con un deje inconfundible de sarcasmo en la voz. Habíamos llegado a un pequeño claro donde estaban todos los otros. Llegó el momento de las presentaciones. A Alba, Marcus y Sonia ya los conocía, pero la chica morena resultó ser Pauline Rubio, y el joven moreno era Fer Llack. Una vez nos pusimos en marcha, le pregunté a Michael:
- ¿Que estamos haciendo aquí?
- Buscando un emplazamiento de los Cazadores de Magos. Rápidamente, Michael me explicó toda la situación: los Cazadores de Magos aparecieron hace un año aproximadamente, y desde entonces mataban a todos los magos que podían encontrar. Tenían un líder, Arm, y seis generales, entre los que estaba Whip. Justo cuando iba a contarme quienes eran los otros, oímos un estruendo y la tierra se abrió a nuestros pies. Caímos y nos hubiéramos despeñado de no ser porque Sonia detuvo el trozo de tierra en el que estábamos creando una plataforma con su magia de candados. Lamentablemente, Fer y Alba seguían arriba y vimos acercarse a un ejército de Cazadores de Magos, a la cabeza del cual había 2 hombres. Uno de ellos iba vestido con un traje de color plateado y llevaba una espada al cinto, parecía un príncipe. El otro llevaba una gran capa negra que le tapaba la cara y una guadaña en la mano izquierda. Me estremecí: ¡parecía la Muerte!
- Supongo que esos dos son parte de los seis generales –dije dirigiéndome a Michael, que me contestó con un casi imperceptible movimiento de cabeza afirmativo.
- Bueno, bueno, mira que sorpresa, salimos a dar un paseíto y nos encontramos con todo el equipo de Ammulets completo, los mismos que mataron a Whip. La verdad es que os lo agradezco, ese inútil no hacía más que quejarse.
- No me sorprende que tú desees la muerte de un compañero, Sword. Vas vestido como un príncipe pero tus modales son los de un cavernícola –Alba tenía una lengua viperina.
- Veremos si es así cuando os hayamos matado. Al parecer tus otros compañeros están atrapados entre la muerte y la vida, no podrán ayudaros –en aquel momento decidí que odiaba a ese hombre. Luego se dirigió a su compañero:
- Scythe, tu ocúpate de Alba, yo venceré a Fer.
El hombre de la guadaña ni siquiera contestó, se lanzó a por la joven, que sacó su atrapasueños.
Sword hizo aparecer un montón de espadas que lanzó de frente a por Fer. Este ni se inmutó e hizo aparecer un chorro de agua móvil que hizo caer al suelo todas las armas. Entonces el príncipe se lanzó a por el mago del agua desenvainando su espada, y comenzó una lucha de puños, magia y armas que era como una locura. Al mismo tiempo, diez soldados descendieron hacia nosotros con una especie de monopatines. Marcus hizo aparecer un ejército de diez cadáveres de la nada. Aunque eran inmortales, se podían destruir fácilmente y tardaban unos minutos en regenerarse, así que se pusieron a pelear cuerpo a cuerpo. Pauline sacó su lengua, y esta brilló, al mismo tiempo que un soldado caía muerto. Yo solo podía centrarme en la batalla. Scythe hizo aparecer dos guadañas de la nada que se lanzaron a por Alba, pero la joven las absorbió con su atrapasueños con un solo movimiento de la mano. A continuación, lanzó un rayo de energía a su oponente, que sin inmutarse movió su guadaña y desvió el ataque hacia su izquierda, donde impactó en Fer haciéndole perder el equilibrio. Sword, aprovechando la ocasión descargó un golpe al corazón de su enemigo, pero el chorro de agua móvil le desarmó y Fer lanzó agua hirviendo desde su boca, que hizo volar a Sword. Ambas batallas estaban muy igualadas, y yo no sabía si debía quedarme parado, debía ayudar a Marcus o debía tratar de llegar arriba. En ese momento, el último soldado cayó presa de un trozo de hielo lanzado por Albert que impactó en su garganta. Entonces bajaron otros veinte soldados, y Michael hizo aparecer diez cadáveres más, mostrando que él también tenía ese poder. Pero el curso de las batallas de arriba cambió cuando Sword comenzó a lanzar espadas más rápidamente, y una de ellas le dio a Fer en el brazo. Al mismo tiempo, Scythe hizo aparecer infinitas guadañas por todos los lados, y el atrapasueños de Alba se rompió desapareciendo. Yo no podía creerlo: ¡Habíamos pasado de estar igualados a perder! Descorazonado, vi que cincuenta soldados bajaban hacia nosotros, y Marcus fue presa de un látigo electrificado como el de Whip que le dejó KO. Inmediatamente, los diez esqueletos que había convocado desaparecieron. Entonces, Sword dio un paso al frente y le clavó la espada a Fer en la barriga, listo para lanzar la estocada final. Al mismo tiempo, Scythe dejó de lanzar guadañas al azar y creó solo dos, que comenzaron a descender lentamente hacia una Alba inconsciente en el suelo. Justo en ese momento oí un rugido y vi como Vincent cogía uno de los patinetes y se lanzaba hacia arriba salvando a Fer y a Alba. Aún así, los soldados nos superaban con creces, así que Michael hizo aparecer otra de sus cartas y todos nos lanzamos hacía ella, escapando del infierno. Esta vez no me desmayé, así que recuerdo perfectamente aparecer en el Gran Salón, y también recuerdo a Vincent gritando para que trajeran un médico. En ese momento vi aparecer a Nomus:
- ¿Qué os ha pasado?
- Sabían que veníamos, y nos encontramos con Sword, Scythe y setenta soldados –quién respondió fue Albert, pues Vincent estaba de los nervios, Marcus seguía inconsciente, Sonia estaba al borde del desmayo, y Pauline y Michael habían enmudecido.
- ¿Se recuperarán?-Pregunté esperanzado. No podía permitir que les pasara algo a mis nuevos compañeros.
- Pronto estarán curados, pero tenemos problemas más serios –al viejo director le preocupaba algo.
En ese momento comprendí porque Pauline y Michael habían enmudecido. Ambos miraban fijamente la ventana. Yo me asomé y lo que vi me dejó patidifuso. Miles y miles de soldados vestidos con los uniformes de los Cazadores de Magos estaban frente a la Academia, preparados para atacar. Casi no oí la voz de Nomus al confirmar mis peores pensamientos.
- La Academia de Magia está siendo atacada.
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Ammulets Parte I: Tom
FantasíaTom es un joven que viaja a la Academia de Magia para aprender la extraña magia del tiempo. Pero peligrosos enemigos hay a la vuelta de la esquina: Cazadores de Magos, Academias oscuras, malignos imperios que buscan dominar el mundo de Eioria. Para...