Capitulo 1

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Miro mis manos manchadas, con aquello que solamente representaría el fin de una vida, al menos esta vez. Una vida arruinada, por mi culpa.

Te amo.

Sigo repitiendo, las últimas palabras que le dije.

Si no tomo la decisión correcta, podría morir en los próximos segundos.

Y los demás...

Pienso en ellos.

Cinco hombres que dijeron amarme.

Uno de ellos me hundió en esta vida.

Otro yace muerto en mis brazos.

Y de nuevo me arrepiento, siempre lo hago... pero sigo amandote madre y por eso cumpli mi promesa.

***

El inicio de todo...

Lo último que recuerdo antes de despertar, fueron las luces del auto, luces que me cegaron en una noche de verano, no se como termine justo en frente de el, se que estaba corriendo, huyendo o tal vez buscando algo. No lo se.

No lo se.

–Belle... – su voz era cálida, me hacía sentir segura, pero era completamente desconocida.

Abrí mis ojos inmediatamente, no se si era un hábito, el poner todos mis sentidos alerta inmediatamente apenas despertaba, pero eso es lo que he hecho toda esta semana, desde que desperté en aquel hospital sin recuerdos. Observe a la mujer solamente unos segundos, como confirmando que no iba a hacerme daño. Por supuesto que no lo haría.

–¿Pasa algo... ? – pregunte en el tono más neutro que pude encontrar, aun no me acostumbraba a llamarla mamá, ni siquiera sabía cómo hablarle.

–Estabas... gritando, creo que tenias un pesadilla – me miraba con preocupación y eso me incomodo, no creo que la antigua Belle se incomodara por esto, ni siquiera sabía quién era.

–Oh, lo siento, ni siquiera recuerdo que soñaba – y no mentía, pero empezaba a darme cuenta que estaba llena de sudor, debió haber sido un sueño bastante horrible. Le di una mirada a la ventana, el sol probablemente se estaba asomando en las montañas en ese momento, porque la luz era escaza, pero algunos rayos entraban a mi habitación. Recordé que tenía un reloj en mi mesita de noche, asi que lo vi de una vez descubriendo que eran las cinco de la mañana. –Siento haberte despertado – la mire sintiéndome avergonzada.

–No tienes porqué, pequeña Belle – me dio una sonrisa acogedora y no pude evitar darle una de vuelta. –Supongo que te hare el desayuno. – Asenti.

Ya no era extraño, parecía que tenía un reloj interno y siempre me despertaba alrededor de las cinco o las seis. A la señora Seydoux le era muy extraño este "nuevo hábito mío", así era como lo llamaba, dice que en realidad nunca he sido una persona madrugadora, pero nuestra doctora dice que cuando alguien tiene amnesia puede sufrir algunos cambios, tal vez este sea uno de ellos. No estoy muy segura, pero lo que sí sé es que tener amnesia apesta.

Al principio me era difícil reconocer mi nombre, pero luego me di cuenta que había algo familiar, tal vez lo único que me ha sido familiar.

Antes de bajar a la cocina, tomé una larga ducha y luego me mire de nuevo en el espejo, esa era la rutina de todos los días, luego encontré a mi "madre" con Margo, la encargada de la cocina, quien también había tenido que habituarse a mi cambio de horario, si es que podía llamarlo así.

Habían pasado dos días desde que fui dada de alta, mis padres me mantuvieron en casa todo ese tiempo, no dejaron que nadie me viera y creo que los entiendo, he estado un poco paranoica, ni siquiera quería venir, tuvieron que llevar álbumes de fotos al hospital, para demostrar que éramos familia y aun así he estado un poco desconfiada, pero deben entender, estas personas son unos completos desconocidos para mi.

Lo Que No Sabes de BelleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora