Capitulo 20

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Di un suspiro lleno de resignación mientras todos se subían al auto que el abuelo me prestó aquella mañana, tenía un lugar al que ir, sola, pero nadie entendió aquel punto, porque obviamente soy la chica amnésica que necesitaba ayuda y no importa cuantas excusas lograra inventar, ellos no me dejarían escapar. Pero yo conduciría, el abuelo me había dado las indicaciones necesarias

–¿Estás segura de que puedes conducir? – Theo me miro preocupado por quinta vez en la mañana.

–Tengo manos, ¿sabes?, mi cerebro fue el único que se fundio – rodé los ojos por quinta vez.

Después de la sexta vez tuve que entregarle el mapa con las indicaciones a Jeremy quien se había sentado junto a mi, así trabajariamos en equipo, pero Theo seguia quejandose, ya que en realidad ninguno sabía a dónde íbamos... según él.

–Así que... ese pueblo no queda muy lejos, pero nunca lo habían conocido – Jenna llevaba la conversación, mientras yo pensaba en como quitarmelos de encima y como Jeremy no era bueno leyendo mapas.

Por supuesto, no se lo dije.

Alguna vez tuve que seguir los lugares que me señalaban, solamente para hacerles saber que tenían el poder de hacerlo, es tonto, pero eso es lo que siempre hago. LLegamos a nuestro destino tres horas después, cuando se supone estaba a hora y media. Fui paciente, bastante.

–Yo manejo de vuelta – anunció Theo cuando bajamos del auto.

Le di las llaves esperando callar cualquier otra palabra al respecto e iniciamos una caminata, mi excusa había sido que compraría un queso especial del pueblo y lastimosamente ahora debía comprar queso, uno que realmente no existe, pero nadie tendría porque enterarse. Por lo que simplemente compre lo primero que vi.

–No entiendo porque el abuelo querría este queso, se parece al que venden a un kilómetro de su casa – Theo miró nuestra compra con sospecha.

–Deja de quejarte y demos una vuelta – dijo Jenna muy emocionada.

–Seremos turistas, ¿eh? – miró a su novia con una gran sonrisa y empezaron a caminar sin rumbo.

Me quede atrás esperando que no me notaran, y cuando los vi a varios pasos de distancia, me gire por una calle diagonal a ellos, esperando alejarme más, atravesé varias calles y termine en una floristería que siempre concurrimos.

–Señorita Belle – el hijo de la dueña de la tienda me miró sorprendido. –La esperábamos desde hace una semana – comentó. –Mi madre no se encuentra, pero me especifico tener listo su orden – se fue apresurado al fondo de la tienda.

Antes de que regresara di un vistazo a la calle, asegurandome que nadie me seguí y entonces me reí en silencio, pensando en que algunas personas no sabían el verdadero significado de disimular.

–Aquí están, margaritas para la abuela y lirios para Al, o al menos eso dice en la nota de mi madre... ¿necesitas algo más? – finalmente me miro a los ojos después de entregarme los dos ramos y leer el papel en sus mano.

–Un ramo de rosas – pedí y me los dio enseguida. –Gracias... – le di el dinero y me marché con mis brazos rodeando los pequeños ramos hacia un lado.

De repente me vi corriendo por las calles, riendo y jugando con los niños del lugar, mientras la abuela se encargaba de las compras, yendo de un lado a otro, preguntando precios, revisando las frutas, hablando con sus amigos de toda la vida, pero mientras más avanzaba los recuerdos cambiaban y terminaban en el cementerio. Me detuve en la gran entrada, balanceándome un poco en mis pies, nerviosa e incómoda, odiaba esta parte del viaje, siempre. Además, el cielo se estaba tornando oscuro, anunciando una tempestad.

Me forcé a seguir, pasando mis zapatos de tacón bajo entre el césped y cruzando algunas lápidas, los mismos nombres de siempre, nuevos nombres que cualquiera esperaría encontrar y casi en el centro del gran terreno. Los nombres que estaba buscando. Tres lapidas. Margaritas para mi abuela, rosas para mi madre y lirios para mi hermana. Aunque supongo que también podría llamarlas azucenas, como ella lo prefería.

Seré rapida, todas aquí sabemos que no me gustan las charlas, abuela... ya sé que estás decepcionada de mi por como he vivido mi vida, madre... no he roto mi promesa, me encargue de creer una opción para ella, pero es tu hija, así que obviamente no le gusta alejarse de los problemas... y... – un rayo cayo no muy lejos, pero ni siquiera eso pudo silenciar sus pasos a mi espalda.

–Lo siento, no quise interrumpir – me volví a Jeremy, tan curioso como siempre leyó los nombres de las lápidas. –¿Amelie Bernier? – me miró, pero en respuesta solamente le di silencio. –¿Aliena Volkova? – dio otra pausa y leyó la última, frunciendo el ceño.

–Este va a ser nuestro secreto – le susurré cuando el viento nos golpeo, moviendo mi cabello en ondas hacia un lado.

–¿Quienes son estas personas? – Preguntó.

–Nadie – entonces pregunto de nuevo y repetí mi respuesta, no quería dejar morir esta conversación.

–Dame alguna respuesta – me miró fijamente.

–Fantasmas. –

Gotas cayeron sobre nosotras, una después de otra, convirtiéndose en una lluvia torrencial, empapandonos, pero Jeremy no se movió y en ese momento me di cuenta que nunca antes había tratado de decifrarme, al menos no con tanta fuerza, como en ese momento, tratando de conectar mis palabras, darle sentido y terminando en nada, simplemente una palabra que nadaba entre nosotros y una lápida con un nombre intrigante.

Isobelle Volkova.  


Hola...

Creo que hasta ahora este es el capitulo más corto de la historia O_O, espero les haya gustado, ¿qué les ha parecido?, escuche la cancion Everybody Lies y me volvio la inspiración XD... preparense, se vienen momentos para #TeamJer... que no desespere #TeamMax, ya vendra su momento =) ... a menos que Belle haga otros planes.

No olviden comentar (en serio, los espero =)) y votar!

Lo Que No Sabes de BelleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora