Capitulo 42

1.1K 119 4
                                    

Isobelle

Mamá me peinaba, le encantaba experimentar todo tipo de peinados con nosotras, siempre eran trenzas. Belle las odiaba, lastimosamente para ella, siempre era la primera y yo me quedaba sentada a un lado, esperando mi turno con impaciencia. Las dos amábamos nuestra madre, era como una heroína, tan hermosa y tan creativa, llena de ideas que nos hacían felices. Belle nunca fue buena expresando sus sentimientos, pero ella nos había inculcado el decir te quiero o te amo en ciertos momentos, así siempre lo sabríamos.

Aunque se que nos amaba a las dos por igual, también sabía que era más dura con Belle que conmigo. Creo que le asustaba por su carácter tan parecido al del abuelo.

Puede que el abuelo no fuera un buen hombre, pero algo que nunca dije a nadie es que hicimos las pases, un dia mientras jugaba, vi su oficina abierta, él se encontraba frente a su chimenea. Parece que escuchó mis pasos porque se giró para verme, me miro por dos largos minutos y entonces su cuerpo se relajo.

–Mi padre, nunca fue uno de los buenos – me acerque un poco y note que en una de sus manos reposaba un vaso de cristal con un liquido color ambar. –Si, esa no es una excusa, pero nunca tuve un buen ejemplo de cómo ser un buen padre... – dio otro traga a su bebida. –Era obvio que como abuelo no me iría mejor – dijo.

Me quede en el marco de la puerta, sabía que no debía irme, el hombre odiaba que no lo escucharan hasta el final.

–Creo que me recuerdas un poco a mi hermano, tu madre cree que saliste a tu padre, pero en realidad, incluso en nuestra familia hubo buenas personas – sonrio. –Tu tío, mi hermano – especificó. –Él era oro puro, creí que tu abuela se enamoraría de él, pero cayó por un desgraciado como yo – se apresuró a tomar otro trago. –Él quería ser médico, era muy bueno estudiando, pero eso no le agradaba a mi padre, quería hijos fuertes, de sangre fría que le ayudarán en el negocio – frunció el ceño recordando.

–¿Qué clase de médico quería ser? – pregunte con curiosidad.

–No lo sé, puede que cirujano ya que le fascinaban las cosas complicadas – se rió el viejo. –En fin, mi padre accedió a dejarle cumplir su sueño, pero terminó usandolo en su favor – masculló y me asuste un poco.

De un momento a otro se acercó a su escritorio y tomo una foto, la observó y luego me indicó que me acercara para verla, era su hermano, una foto de los dos. Se veían bastante jóvenes, el chico era delgado a comparación de su hermano, quien lucía bien fornido y con una expresión dura, pero sin embargo ambos sonreían.

–No pude salvarlo – dijo el abuelo, tomando otro trago. –Y cada vez que te veo, es como tener un recordatorio, me enfurece, estoy tan lleno de ira y odio. Lo siento chiquilla, ciertamente, me hubiera gustado ser un mejor abuelo – tomó un trago más y se quedó en silencio.

Devolví la foto a su sitio en silencio, la conversación había terminado, eso significaba que debía salir de la oficina, cuando lo hice encontré allí a mi abuela, ella nos había escuchado, me dio una sonrisa cálida y un beso en la frente.

–Ve a jugar, yo cuidaré del abuelo – la vi entrar, cerró la puerta detrás de ella.

Desde ese día, el abuelo no volvió a molestarme, solamente Sergey, hasta que lo echaron de casa. El día que nos marchamos deprisa, el abuelo nos dio un beso en la frente a las tres, creo que fue su forma de decirnos que nos amaba y esperaba viviéramos una buena vida. Entonces no supe lo que pasaba, me enteré después, era un mundo lleno de codicia y traición, el abuelo no se salvó, murió ese día, con la abuela.

Lo Que No Sabes de BelleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora