Capítulo 9

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*Alyson POV*

Abrí mis ojos sin previo aviso y en segundos tuve a la persona frente a mi.  Sentí un alivio inmenso al reconocer al chico rubio de tatuajes sonriéndome sarcásticamente. 

No me había fijado en que seguía apretando mis manos temblorosas.  El que Justin estuviera aquí no sé si era peor que lo que acababa de ocurrir, pero al menos me había salvado de aquel horrible tipo.

<<Dios, gracias>>

Reconozco que esto me lo merezco. Nadie me manda a meterme donde no me importa.

Todavía pienso en ese pequeño niño.  El pobre no tiene la culpa de vivir en un lugar tan malo como este. 

Lo que se respira aqui es feo. Es como una combinacion de tristeza y maldad.  Es realmente desagradable. ¿Por qué Justin teniendo una familia, vive en estas condiciones? Es algo que no tiene explicación.

Aún mis palabras estaban pilladas en mi garganta.  El miedo estaba ahí, pero algo en el rubio me hacia estar tranquila.  Seguí mirando a Justin como si fuera un ángel caído del cielo.  Tal vez era lo menos a lo que se asemeje en este mundo, pero no había otra forma de describir cómo lo miraba.

-¿Se te volvió a perder algo?

Creo que se me perdio la cordura. Mis nervios no me dejaban en paz, ¿Cómo espera que esté tan tranquila?

-Quiero irme de aquí.-Fue lo único que mis sentidos pudieron desear.  No quería seguir aquí.

-Entra a la casa.-Eso no fue lo que pedí. No quería entrar a ninguna miserable casa. Quería irme ya. Mi cuerpo se rehusó a dar un paso hasta la demacrada casa. -¡Dije entra a la casa! No querrás verme enojado Alyson.-

No. Eso era lo menos que quería en estos momentos. Tenía la sensación de que verlo enojado era la peor de las opciones.

Obedecí a Justin. Voltee sin mirarlo y entre a su casa.  En ella, se encontraba Marie quien me observaba muy asustada. Tenía ganas de abrazarla y de insultarla a la vez. ¿Por qué me trajo hasta aquí? Sé que insistí en venir, pero jamás me imaginé que fuera a un lugar como éste. 

A su izquierda, se encontraba un chico alto de cabello negro. El moreno también tenía tatuajes y me observaba muy seriamente. No entendía qué hacía Marie aquí.  Si tan solo Dylan se enterara, estoy segura de que no la dejaría venir ni aunque se ganara un millón de dólares. 

A mi costado, había una fila enorme de paquetes. Era droga, por más que lo miré y lo analicé, mi mente no lo acepta. Quiero irme ahora.

-Siéntate.-Ordenó Justin señalando  un sofá roto que estaba a su lado.  Me senté. No tenía más remedio y tampoco quería oírlo gritar. -Bien, lo que haz visto aquí, aquí se queda. Ni una maldita palabra de esto a nadie. ¿Entendiste? De lo contrario, las consecuencias pueden ser muy graves.-Dijo golpeando suave y firmemente mi cabeza con sus dedos. Como si quisiera que la información me entrara a como de lugar. Era jodidamente molesto.

Mi vista se posó en Marie. Ella lo había dicho "No nos hará daño a nosotras."  Pero se refería a ella, estoy segura. Por su parte, seguía al pendiente de lo que su hermano diría. ¿Qué más tiene que decir?

-No quieras enterarte de lo que soy capaz.-Dicho esto sacó un arma que llevaba escondida en su bolsillo. -No por nada la gente me tiene miedo.-

-No te tengo miedo.- Dios, ¿Qué dije?

-¿Ah no?- Tomando la pistola, la cargó y la colocó sobre mi sien. Sus labios resecos fueron humedecidos por su lengua que no dejaba de moverse. Lo prefería borracho mil veces. -Repite lo que acabas de decir.-Me ordenó tranquilamente. Obvio no lo haría.  El sarcasmo estaba presente en cada palabra que escupía. -¡HAZLO!-Gritó mirandome fijo a mis ojos llenos de miedo. Lo había conseguido.

Secreto mortal (Dylan O'Brien, Justin Bieber) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora