Secreto mortal (Dylan O'Brien, Justin Bieber)

Capítulo 19

*Alyson POV*

Estoy consciente de que Justin puede ser un gran problema para mí. A pesar de eso, quiero ayudarlo. Sé que se encuentra estancado en algo que solo sana con la maldita bebida.

Ese tatuaje tiene mucho que ver. La verdad es que no recuerdo a nadie con esos bellos ojos, pero sé que lo he visto antes.

Por fin, Justin ha bajado su mal humor. Desde que besé sus carnosos labios, ha tomado las cosas con más tranquilidad, terminamos de cenar e incluso me mostró parte de su inmensa casa. Tiene una alberca preciosa.

La respuesta al por qué besé sus labios realmente no existe. Es algo que ni yo misma lo sé. Solo fue un impulso de mi parte. Conste que besa exquisitamente bien.

En estos precisos momentos estábamos en la sala de su hogar donde había un grandioso órgano.

Imagino a Justin de muchas maneras. Podría ser deportista, abogado y estoy segura de que un excelente negociante. Sin embargo, jamás he visualizado al chico de tatuajes tocando el órgano o algún otro instrumento. Me preguntaba si sabía cómo tocarlo.

-No sé hacerlo, si es lo que estás pensando.-Respondió a lo que tanto estaba esperando saber.

-Y entonces, ¿Por qué lo tienes?

Justin no quedó de otra que explicar que no sabía en qué gastar tanto dinero. Y por primera vez, estoy de acuerdo, para gastarlo en otra cosa, mejor comprar algo útil. Aunque no entiendo por qué lo tiene si no lo usa.

Llegué hasta el asombroso piano, el cual estuve a punto de comenzar a sacarle los pocos acordes que me sé, cuando, inesperadamente, unas manos sujetaron las mías.

-Ni se te ocurra.

-¿Por qué no?-Pregunto confundida ante tal reacción. 

-Porque no, y punto. Aléjate ahora mismo de ahí.

Mierda, ¿por qué es tan gruñón? Siempre sale con algo que arruina lo poquito que puede ser interesante en él. Prácticamente, casi nada.

Sin otra alternativa, me separé de el anhelado instrumento. Lo que menos deseaba era verlo molesto otra vez.

No sé mucho de música, pero quería intentar tocar una de mis canciones favoritas.

-¿No sabes tocar nada?

-La guitarra, pero olvídalo si piensas que lo haré.

Increíble y muy extraño talento para un chico como él.

-¡Por favor!

-No.

-Por fissssss...-Supliqué nuevamente haciendo un puchero.

-Dije que no, Alyson.

-Te daré algo a cambio.

El chico dudó. Mierda, ¿por qué no pensé lo que decía?

-¿Lo que sea?

-Lo que sea.-Afirmé maldiciendo mentalmente por mi gran estupidez.

-Eso es deuda y te recuerdo que aún tienes una conmigo.

-De acuerdo, ya estoy aquí de todas maneras.

-Esta bien, pero conste que tú aceptaste.-Dijo subiendo las empinadas escaleras.

A mala hora tuve que pedir que tocara la guitarra. Es que es inevitable no querer escucharlo. Es algo que no cabe en mi cabeza aunque trate de imaginarlo.