Capítulo 28 ( P.2)

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*Alyson POV*

Salgo de la estrecha puerta y comienzo a correr por el amplio jardín de la casa. Dylan me persigue entre risas, pero aún no me ha podido atrapar.

Me encuentro escondida tras una florecida arboleda ubicada justo detrás de su casa. Lo observo en silencio. Intenta encontrarme, pero no lo logrará, ya que está algo obscuro y la tenue luz de la luna no sirve de mucho. Rasca su cabeza y comienza a llamar mi nombre, bueno más bien mi apellido.

Sonrío para mí misma sin dejar de apreciar la desesperada silueta de O'Brien.

Hace unos momentos me sentía de lo peor. Él me había gritado y me había insinuado cosas que jamás pensé escuchar de él. Sé que actuó bajo irritación y no lo culpo porque debió ser muy duro lo que le hice. No obstante, se sintió feo el que pensara lo peor de mí. Si no llega a ser porque lo interrumpo, me llama de la peor manera posible. Eso era algo lo cual no aceptaba. Simplemente porque no lo soy.

Sin embargo, ahora estaba feliz. El chico no tiene maldad y la verdad creo que su arrepentimiento es sincero. Él sabe muy bien que me estaba juzgando mal.

-Lane, no diré lo que quieres si no me das mi premio.-Anunció después de revisar por cada rincón de su jardín. Obviamente le faltaba la arboleda en la que estaba, pero sé que es el último lugar en el que buscaría. ¿Por qué? Está muy obscuro aquí. Así que no me encontraría tan fácilmente.

Yo no tenía intenciones de salir. Lo haría sufrir un poco más por lo que me hizo pasar hacía unos minutos, pero como siempre, algo malo tenía que ocurrir.

Era algo muy, muy, muy malo.

Había sentido una presencia más conmigo.

No era Dylan.

No era Marie.

No era la Sra. Bieber.

Rozaba mi hombro como una fina caricia de la persona a la que amas. Hubiera sido dulce a pesar de su diminuto tacto.

Cosquillas en mi piel.

El helado toque de la gelatinosa piel me hizo mirar hacia mi brazo para descubrir lo que tanto temía que fuera. Al hacerlo, mi boca se abrió y mi ceño se frunció.

-¡Un lagartijooo!-Grité saliendo de aquel lugar repleto de hojas.

<<Definitivamente mi suerte es la peor de todas.>>

Comencé a brincar al sentir el asqueroso animal caminando hacia mi espalda. Grité y grité, pero no recibí ningún tipo de ayuda.

La bendita expresión de Dylan valía un millón de dólares.

-¡Deja de reírte y quítamelo!-Le ordené a Dylan quien reía sin detenerse.

Su rostro estaba fruncido por donde quiera que lo miraras. Además, se agarraba de su abdomen mientras se retorcía en su lugar. Estaba claro que tenía un ataque de risa.

-¡DYLAN!- La lagartija era fría y rápida. Sin duda, ya me estaba desesperando por completo.-¡Quítalo!

El chico trató de calmarse y caminó hacia mí con su peculiar risa.-Quédate quieta.-Dijo entre pequeñas carcajadas.

Cerré mis ojos al sentir el odioso reptil en mi espalda. Esta vez estaba dentro de mi blusa y fue inevitable mover mi mano hacia ella para sacarlo.

Maldito lagartijo.

Lo odio, lo odio, lo odio.

-No te muevas.-Dylan había llegado hasta mi espalda con la intención de sacar el asqueroso animal, pero mi desesperación era demasiado consistente y había hecho que se desplazara a mi espalda baja.-¿Puedo?

Secreto mortal (Dylan O'Brien, Justin Bieber) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora