Capítulo 35

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*Alyson POV*

El sonido de las máquinas hacía que el silencio que se había formado no fuera tan incómodo.

Había dicho la verdad. No estaba a salvo y nunca lo estaría. No mientras César tenga a Justin en sus manos. Ellos lo dijeron. Me advirtieron claramente que si volvía a estar con Justin, yo no saldría ilesa. Sin embargo, sin Justin estoy en peligro. Nadie sabe del Vampiro y es probable que esté muy cerca de mí.

Nunca, pero nunca confíes en nadie. Porque hasta tu propia sangre podría traicionarte.

Esas palabras seguían dando vueltas en mi cabeza. ¿Qué me habrá querido decir?

-¿Mi hermano te hizo esto?-La voz de Dylan interrumpe mis pensamientos.

Niego con mi cabeza.

-Alyson, necesitamos que nos digas lo que sucedió.-Natalie se veía realmente preocupada.-Debemos llamar a tu familia.

-¡No!-Protesté con dificultad. Luego hablé más despacio.-No quiero que me vean así.

Liam me regaló una sonrisa cálida, la cual agradecí.-Alyson, creo que es mejor que te dejemos descansar. Pero mañana tendrás que contarlo todo ¿vale?

Yo asentí con mi cabeza sabiendo que el chico tenía buenas intenciones.

-Amiga, estaremos afuera por si nos necesitas.-Natalie llega hasta mí y besa mi frente con cariño. Luego desvía su mirada a Dylan y me encara con una sonrisa.-Me debes una larga plática, eh.

-Lo sé, Nat.-Contesto relajada. Estaba segura de que tendríamos tiempo para eso.

-Que te mejores pronto, linda.-Se despide Payne con mi amiga entre sus manos.

Yo solo sonrío y los veo desaparecer tras la puerta. De todo lo que me he perdido en estos meses.

A mi lado, Dylan atraía una silla para estar más cerca de mí. Por más que le rogara que se fuera, estaba segura de que no se iría. Y para ser sincera, tampoco quería que lo hiciera.

Su presencia me confortaba y a su lado me sentía protegida. Él no había parado de sollozar, mas sabía que lo hacía en silencio. Me dolía verlo así por mi culpa.

-Hey.-Levanté su barbilla para verlo a los ojos.-No llores. Estoy bien.-Le dije de manera optimista a lo que él intentó sonreír.-Te extrañé mucho, Lunares.

El joven se acercó y susurró en mi oído.-Y yo a ti, bonita.

Su voz se quebró al momento en que vio las marcas en mis brazos. Comenzó a llorar de manera inesperada y tomó mis muñecas en sus manos. Las besó una por una y comenzó a reclamarse por haberme dejado ir con Justin.-Dime que no lo hicieron.

Sabía a lo que se refería. Cerré mis ojos ante la imaginación de lo que hubiera pasado si esos tipos no me hubieran dejado en paz.-No, Dylan. Estoy bien, no tienes de qué preocuparte.

-Todo esto es mi culpa.-Dice tratando de  calmarse.-No debí dejarte con ese animal.

Trato de tragar saliva, pero el nudo en mi garganta me lo impide.

-¿Justin te hizo esto? Dime porque si es así ahora mismo le vuelo la cabeza.-Su vocabulario me había sorprendido, pero decidí ignorarlo al verlo tan mal.

-No. Él intentó ayudarme con unos tipos que me estaban manoseando.-Bajo la cabeza al recordar tan asqueroso momento.-Pero al final ellos me dejaron. No me hicieron nada más, te lo juro.

-¿Y dónde está el canalla? Si de verdad quiso ayudarte, ¿por qué estás en ese estado?

Traté de tranquilizarme antes de soltarle el infierno el cual viví esos tres días. Le conté todo. Detalle por detalle. Desde el lugar de César hasta lo mucho que caminé, el hambre y frío que pasé.

Secreto mortal (Dylan O'Brien, Justin Bieber) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora