Capítulo 44

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*Alyson POV*

Marie soltó la primera ola de dolor.

La hermana de Bieber lloraba como si nada en el mundo pudiera consolarla. El sentimiento en cada una de sus lágrimas hacía que mi estómago se revolcara de molestia. Sus gritos. En ocasiones, sentí que el aire le faltaba, lo cual remplazaba con una tosecita amarga y consecutiva.

Mi vista hacia ella era gracias al espejo del auto. Pero hubiera preferido no haberla tenido. Su rostro estaba totalmente rojo y a leguas se notaba lo destrozada que estaba.

En cambio Justin, después de darle las indicaciones a Natalie de dónde dirigirse, se había quedado totalmente callado. En ocasiones, tapaba sus oídos con fastidio para no escuchar a su hermana, lo cual me llevaba a pensar que muy pronto estallaría.

Sin embargo, antes de que eso ocurriese, observé la retaguardia. Por fin estaba despejada. Luego de que Justin metiera a Marie a la fuerza, un carro del bando contrario nos siguió.

Continúo diciendo que la valentía de mi amiga me sorprendía demasiado. Si no fuera por su agilidad, estaríamos nuevamente atrapadas.

Di un largo suspiro mientras mis ojos se volvían a cristalizar. Sin duda, el interminable llanto de Marie era contagioso. Por un momento pensé que la pobre se quedaría pronto sin voz. Y ahí, en ese último alarido, Justin explotó.

–¡¡¡SUFICIENTE!!!

Cerré mis ojos ante el inesperado sobresalto.

Marie calló por un segundo, pero no tardó en retomar su posición.

Entre sollozos, intentó hablar.–Tú...

–Deja de llorar. Sabes cuánto odio ese maldito sonido.

-¡Tú lo mataste!-Exclamó por fin Marie liberando otro triste aullido.

-¡Yo no lo maté! ¡Ellos lo hicieron! Además, deja de llorar en vano. Zayn ya dejó este asqueroso mundo, deberías alegrarte. Yo en su lugar lo estaría.

-Eres un cobarde.-Marie continuó llorando. En definitiva la pobre muchacha no tenía intenciones de calmarse, por lo que su hermano, no aguantó un segundo más.

-Marie, deja de llorar ahora mismo o te juro que no me contendré. ¡Cállate de una buena vez!

-¡¿O qué?! ¿Vas a pegarme? ¡Vamos! ¡Pégame, infeliz!

-No sigas...

-¡Hazlo! O mejor aún, mátame. Sí, mátame y abandóname en una esquina. Te aseguro que así estaré mejor.

Sorprendido, Justin se contuvo de hablar. Marie le había dado justo en el blanco.

Mientras el silencio acompañaba los sollozos de Marie, Natalie decidió estacionar el auto.

La atmósfera estaba tensa.

Mi amiga dio un suspiro arraigado que guardaba en su interior. Luego giró su cuerpo atrás e hizo un ademán indicativo a Justin.

-¿Puedes tomar el volante?

El rubio asintió intercambiando lugar con mi amiga quien le pidió de favor regresar a su casa. Imaginé que Justin se negaría, mas simplemente aceptó acordando que ella no mencionara su nombre por nada en el mundo.

Y así lo hicieron. Con las indicaciones de Natalie, Justin condujo hasta su casa en total silencio.

A través del espejo, pude observar que Natalie aferraba la mano de Marie quien con lágrimas en el rostro, no dejaba de sorber de su nariz. No tenía idea de en qué momento se la había tomado, pero sí me había dado cuenta que la hermana de Bieber se había calmado parcialmente.

Secreto mortal (Dylan O'Brien, Justin Bieber) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora