Capitulo #168

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Aun no quería despertarse... parecía que apenas hace minutos Había logrado cerrar los ojos, y esa molestia en su nariz, no la dejaba seguir... Lentamente sintió algo cálido y húmedo tocarle el cuello, y recordó... no era difícil distinguir entre sueños de qué se trataba. Los labios de Louis insistían con suaves besos... luego lo escuchó susurrar, demasiado cerca de su oreja, produciéndole un escalofrío... abrió los ojos. El la miró sereno... sus ojos, transmitían paz... serenidad y amor. Ella sonrió y él sin dejarla hablar, le dio un beso en los labios...

- Tu: ¡Me encantaría despertarme así todo el tiempo! – El sonrió.

- Louis: Ya tendremos toda la vida para hacerlo... - dijo en un suave tono – pero creo, que hoy no – ella frunció las cejas, no entendiendo – tu madre acaba de despertarse y pasó hacia la cocina – ella abrió los ojos – no dudo que tardará algunos minutos en ir a despertarte... – ella hizo un mohín con la boca que hizo reír a Louis .

- Tu: ¡No quiero levantarme! – dijo y se arropó con las frazadas – ¡hace frío, y tengo sueño!

- Louis: ¡Vamos remolona! – le dijo abrazándola – ¿quieres que nos descubran?

- Tu: ¡Si! – dijo seria. El la miró sin entender – así, nos obligan a casarnos y no tendríamos que separarnos mas – sonrió.

- Louis: No...

- Tu: No quieres...

- Louis: No me malinterpretes – dijo levantándose, tomando el pijama que estaba en el suelo y colocándoselo – es que... – la miró – creo que te mereces algo mas que un matrimonio a las apuradas.

- Tu: A mi no me importaría, si eso me trae, como consecuencia estar contigo...

- Louis: Te amo – dijo sonriendo.

- Tu: ¡Yo te amo más! – dijo ella mostrando su brillante dentadura.

- Louis: No creo... - dijo él, probándola.

- Tu: ¿Desde cuándo me amas tu? – . Preguntó ella aceptando el reto. El la miro – Yo te amo desde que tengo uso de razón – y sonrió triunfante.

- Louis: Tu estabas deslumbrada por la leyenda... - dijo sonriendo y volviendo a la cama.

- Tu: Pero luego amé al niño... - le sacó a lengua – ¡!y luego odié al joven, ciego! – él rió – y volví a enamorarme del...

- Louis: De qué? – dijo apretándola contra su cuerpo. Ella dio un suspiro.

- Tu: Del hombre tan romántico en que te has convertido... - se besaron, pero Louis lentamente, se separó.

- Louis: No caeré en tu jueguito, amor... debes vestirte y...

- Tu: No me pondré ese ridículo camisón... - dijo ofuscada.

- Louis: ¿Saldrás de este cuarto desnuda? – dijo burlón.

- Tu: ¡No! Dame una de tus remeras, así tengo algo con que contentarme mientras estás lejos de mi...

- Louis: Te di mi corazón, recuérdalo – ella sonrió – es como si estuviera contigo.

- Tu: Pero ese corazón no me dará lo que me diste anoche... - dijo, y le guiñó el ojo coqueta.

- Louis: Te gustó?

- Tu: Qué pregunta estupida... - dijo seria. El se levantó y fue hacia el ropero – acaso me escuchaste quejar por algo anoche? – él la miró y volvió con una remera de color verde inglés, y se la tiró por la cabeza...

- Louis: Tus gritos podrían malinterpretarse... - dijo sonriendo.

- Tu: Eres un... – miró la remera – ¡es de la academia!

- Louis: Aja - dijo acercándose y ayudándosela a colocar - es del uniforme de entrenamiento...

- Tu: Súper... ahora tendré con que pavonearme frente a mis amigas... ¡Miren! Tengo un novio que será un estupendo profesional... - golpearon la puerta. ___________ terminó de ponerse la remera.




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