Aprendiendo a ser Romantico

Capitulo #198

- Tu: La chica que te envió la tarjeta... -lo miró sonriendo – quizás ese sea un buen comienzo... una oportunidad para cambiar las cosas... el destino... dar algo de luz a tu vida, ¿no? – Martin arqueó una ceja y luego chasqueó la lengua...

- Martin: No soy del tipo Tomlinson...

- Tu: Ni lo serías nunca.

- Martin: Quiero decir... no puedo hacer esos regalos – dijo señalando el enorme oso que estaba en una silla junto a la cama de su dueña- ni tener atenciones con nadie... no me saldría ser detallista y atento con las chicas... no es mi estilo.

- Tu: ¿Como hacías con Rosa? ¿Le mandabas un "Imperio" para que te haga caso?

- Martin: Solo le decía lo que tenía que hacer y ella, por el bien de la riqueza, cumplía mi orden... - suspiró – viéndolo desde lejos, eso era una mierda... No soy del tipo romántico.

- Tu: Louis tampoco lo era... pero recibió ayuda.

- Martin: ¡No quiero ser romántico!

- Tu: La palabra cambio, ¿te suena?

- Martin: ¿Para qué quiero cambiar?

- Tu: ¿Para que? – bufó – ¿acaso te gusta ser así? – él no contestó - veo que no, porque sientes curiosidad por esa chica, y estás molesto y dolido porque nadie te vino a ver...

- Martin: No estoy...

- Tu: Por favor Martin – dijo cansada – Se nota desde muy lejos, que quieres ser distinto... date una oportunidad...

- Martin: ¿Y por qué tengo que cambiar y convertirme en un tipo cursi y meloso? – preguntó testarudamente.

- Tu: Porque si ella te mandó una tarjetita, y corazoncitos, es porque a ella, le encanta ese tipo de detalles. Te aconsejo que te pongas avispado, porque esta chica, por lo que veo, no es de las que les gusten que las manden como un perro...

- Martin: ¿Tu crees?

- Tu: Confía en mi – dijo – te puedo ayudar...

- Martin: ¿Tu?

- Tu: Claro...

- Martin: Tu tienes madera para el drama – rió – Al menos eso dijo tu mamá. ¿Qué sabes de romance?

- Tu: Sé, solo deberás creerme y dejarte en mis manos...

- Martin: Y me convertiré en un perro faldero como...

- Tu: No lo digas... - dijo algo triste – Louis no es así... - Martin cambió el semblante burlón, quedando un poco cortado. No sabía que decir para animarla... y luego se preguntó por qué diablos quería animarla [¿Vamos, animarla? ¡Es una Styles! Deberías estar burlándote y no... Diablos, ¿acaso ya estás acusando un cambio en ti, Martin ?] pensó.

- Martin: Esa voz de niñita está bien... - dijo para tranquilizarla.

- Tu: ¿Cómo lo sabes? – él rió.

- Martin: ¡Vamos... es Tomlinson! El desgraciado, al final, siempre se salva... - Ella sonrió agradecida- ese tiene mas suerte que todo el maldito mundo...

- Tu: Tú deberías rogar porque no sea cierto...

- Martin: ¿Por?

- Tu: Porque tienes un duelo con él... al final del curso.

- Martin: Aunque me rompa la cara, jamás le desearé el mal a nadie... nunca más. – dijo muy convencido.

- Tu: Vaya, un par de golpes más y a ti, te coronaran premio Nobel de la paz...

- Martin: Ja, ja, Graciosa... ¿desbordas humor ahora, eh? Anoche estabas dándole al drama como nunca... y la platea estaba a punto de suicidarse con tanto llanto...

- Tu: ¿anoche?

- Martin: ¡Romeo... dónde está mi Romeo...! me enfermaste – rieron. – y no sé qué dijiste de unos gusanos... y yo dije ¿me hablaban a mi? – mas risas. Parecía que a Martin le gustaba el cambio, porque no paraba de hacer bromas.

- Anali: Veo que han despertado de buen humor – dijo la sanadora que salía de su despacho, alarmada por las risas.

- Martin: Yo si, Señora enfermera – dijo Martin – Solo quiero saber cuando voy a librarme de cierta compañía...

- Anali: Bien – la enfermera lo revisó - correré la cortina para que se vista – él sonrió – ya no es necesario que esté aquí... vaya rápido y desayune en el comedor.

- Martin: ¡Al fin una buena noticia! – dijo Martin mientras la enfermera corría las cortinas. Una vez vestido se acercó hacia la cama de __________ – Averiguaré quien me envió la tarjeta, y luego... ¿me ayudarás?

- Tu: Es un trato – ___________ estiró la mano para sellar el pacto y él la tomó.

- Martin: Pero será un secreto entre nosotros. – le advirtió.

- Tu: No diré nada a nadie... - aseguró __________.

- Martin: Ni mucho menos a tu hermano... - se levantó – no soportaré las burlas de ese Styles en especial...

- Tu: Adiós Martin... ¡y buena suerte con tu búsqueda! – Se quedó sola. La enfermería estaba vacía. Se recostó pensando en Martin y en las vueltas que daba la vida. Ahora el joven requería de su ayuda. Sonrió al escuchar el débil crac, que le anunciaba que Michell le traía un suculento desayuno. Por los corredores de la escuela. Un joven de pelo negro, sonreía de manera diferente... Sacó del bolsillo de su pantalón la tarjeta, y observó detenidamente su caligrafía... [Empezar de cero... y ser un chico normal... Si Martin, es hora que tu también tengas esa oportunidad]