Lunes.
Dichter habia vuelto al castillo, tras su encuentro con aquel pirata dos días atrás, toda la parte baja de su espalda aun le dolía y la cabalgata de vuelta al castillo no habia ayudado demasiado.
Ahora se encontraba en el despacho del rey Marcus, mientras este leía atentamente el documento tan importante que se le fue confiado a buscar.
_Es mas serio de lo que creí, colega.- hablo preocupado el hombre mayor.
_¿Que es lo que sucede, señor?
_Hay un traidor en el castillo.- el rey se apretó el entrecejo. _podría matarme en cualquier momento, o peor, a Min.
_¿Que hará entonces? Es muy peligroso estar aquí.
_Lo se, amigo... Lo se.- el rey suspiro, pensando en que hacer y de pronto una luz se encendió en su mente. _¿Podrías cuidar de Min, mientras atrapo al traidor?- pregunto ilusionado.
Aquello tomo desprevenido a Dich. _¿Pero, señor?
_Nada de peros.- le corto antes de que terminara de hablar. _Eres en quien mas confió, Dichter... Solo pondría la vida de mi hijo en tus manos, ademas ustedes se llevan muy bien.
_Entiendo su argumento, rey Marcus... Pero, el príncipe Min no esta acostumbrado a una vida fuera del castillo, y si viene conmigo, lamento informarle que no le daré la vida que acostumbra.- se defendió el hombre menor.
_¡Estupideces! Min se irá contigo lejos, mientras yo capturo al traidor.- demando el rey.
Derrotado, Dich suspiro, no le quedaba otra mas que cumplir las ordenes del rey. _¿Y como cubriremos la repentina desaparición del príncipe, señor?- pregunto serio.
El rey considero la pregunta por un momento y después exclamó. _El gran rey de Vailor, hará una fiesta de disfraces en unos días... Puedo llevar a Min y a ti conmigo, y decir que se han quedado unos días de visita en el castillo.
Aunque rebuscada, la excusa era buena. Dichter asintió satisfecho y luego de despedirse se marchó a su habitación, el rey Marcus hablaría con Min acerca de lo ocurrido, mientras él, trataría de localizar a Renard, obviamente no se iría sin el zorro.
°•°•°•°•°•°•°
_¿Hoy es la ultima limpieza de Aysel, verdad?- pregunto Narr, dirigiéndose al zorro.
_Si... Por eso voy a buscarlo mas temprano de lo acordado. Ademas hoy debo volver a casa, Dii ya habrá llegado.
El bufón y el zorro desayunaban tranquilamente, Renard aun recordaba lo hecho con Peeter hacia un par de noches, desde entonces, solo habia visto al cazador de reojo, no tenían tiempo el uno para el otro, pero eso no le importo, por que se sentía como en las nubes con cada suave beso del aquel hombre.
Al terminar, ambos se dirigieron a sus respectivos deberes, Narr prometió ir al castillo en cuanto volviera para visitar a su hermano, mientras Ren caminaba lentamente en dirección al pueblo y de allí al castillo.
°•°•°•°•°•°•°
_Tengo una sorpresa para ti hoy, Luce.- comento sonriente Aysel, mientras caminaba a los jardines con Luce tomando su mano.
Hoy era el día, el día en el que por fin se verían a los ojos, donde conocería oficialmente a su pequeño amigo, Lua prometió que hoy Aysel volvería a ver, y esperaba con ansias poder sorprender a Luce con ello.
_¿Que es?- pregunto entusiasmado Luce, amaba cuando Aysel le daba sorpresas, ya que por pequeña que fuese, le hacían sentir único y especial, aunque a decir verdad, Aysel en sí, lo hacia sentir así.
ESTÁS LEYENDO
El Circo De Luna
FantasyEn un mundo donde la Luna reina en lo alto del cielo carmesí, la magia rige en el amor verdadero, entregando a las almas solitarias el corazón idéntico de su ser. Acepta el regalo que el destino te dio y amalo para siempre.