CUARENTA Y SEIS.

2.2K 96 3
                                    

Hoy. Día importante para Lou. ¡Su cumpleaños!

Ya habían pasado unas semanas y ella había estado muy ansiosa, el único problema era que mis padres estaban ausentes, y por supuesto, eso le quitaba ánimos. Desde la semana anterior estaba negada a celebrar su cumpleaños. Le bastaban motivos para sentir esa angustia, Intentamos convencerla, pero no obtuvimos resultados. Aun así, me parecía injusto y me irritaba pensar en que la fecha más importante para ella se viera frustrada y se sintiera en consecuencia mal.

No nos quedamos de brazos cruzados. Es mi hermana, y hacerla feliz es mi deber.

Organicé su cumpleaños con la ayuda del otro par. Ella se había quedado la noche anterior a dormir en la casa de su amiga Julieta, de cómplice su madre, mientras que nosotros por otro lado preparábamos toda una fiesta sorpresa para ella en casa, justo como mamá odiaba. Y aquello solo lo hacía más divertido. Me encargaría de que no notaran la ausencia. Solo faltaba ir a comprar sus regalos antes de que la fiesta comenzara.

—¿Listos? —Les pregunté a ambos chicos que aún no parecían estarlo. Dejé mis manos dentro de los bolsillos traseros de mi jean, esperando tranquila, conforme al resultado de todo mi alrededor. La decoración nos había tomado toda la noche.

—Ya, ya. Listos. —Me dijo Ethan llegando apresurado hasta nosotros.

—¿Por qué tardan tanto? —Resoplé, ellos me miraron como si acabara de decir lo más gracioso del mundo. Hasta soltaron una risa de incredulidad.

Desde que Ethan descubrió que había metido un tipo que él no conocía a mi habitación nuestra relación había cambiado completamente. Estaba mucho más distante y en cierta forma molesto conmigo, aunque hubiera asegurado que todo estaba bien. Lucía... decepcionado.

Estaba muy acostumbrada a hacerlo en las personas que quería, pero hacerlo con él que acabábamos de establecer una amistad me dolió.

Esperaba jamás decepcionar a quien hoy amaba con toda mi alma.

—¿Por primera vez estás lista tú y vienes a quejarte? —Me preguntó Ethan, sin querer ser borde, pero siéndolo de todas formas por el tono.

—Por supuesto, si quiero quejarme lo haré... —Me crucé de brazos, sin poder quedarme callada cuando alguien me discute.

—Claro, sino no serías tú. —Tomó su chaqueta y se dirigió a la salida primero.

Miré a Harry atónita, pero él tenía su rostro cargado de burla. Tomé un almohadón y se lo arrojé al rostro haciéndolo reír. Entonces me siguió por la casa para poder salir.

Estacionamos en una juguetearía que al bajar y entrar comprobamos que era muchísimo más grande de lo que parecía.

—Wow. —Solté, mirando todo el alrededor. No era quien para privarle a Lou venir algún día aquí, pero supe al instante que si lo hacía gastaríamos no tan solo mucho dinero, sino muchas horas aquí.

—¿Aquí nos separamos verdad? —Ethan también analizaba el lugar. Con Harry asentimos.

—Yo iré allí. —Señalé el sector infantil de "niñas".

—Todos vamos a ese sector Jessica. —Soltó una risa Harry, a Ethan también se le escapó una risa que, aunque él rápidamente la borró, los tres supimos que su enojo había perdido validez.

—Bueno, nos encontramos afuera en una hora. —Les dije, antes de avanzar sola, dejando a los dos atrás.

—¡¿Una hora?! —Exclamó Harry a mis espaldas. Me giré sobre mis talones. —¿Por qué? —Leí sus labios.

ARDER EN LIBERTADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora