SESENTA Y SEIS.

1.9K 90 1
                                    

Ethan, exhausto por el sermón de su vida que acababa de lanzar se dejó caer en el sofá. Lou lloraba, pero no la consolaríamos, aun cuando todos queríamos correr a ella y llorar junto a ella. Harry con mi mano entre las suyas la acarició, con su mirada en ella.

—Pudo haber sido una tragedia, Lou. —Murmuró Ethan, levantando vista para buscar sus ojos. —Y todo por una picardía que pudo costarte la vida. No estoy haciéndote esto por ser tu niñero y por ser quien dejó tus padres a cargo, lo hago porque no soportaría que te sucediera algo.

Ella asintió, sorbiéndose la nariz. Mi hermano en el otro sofá presionaba sus ojos, ya la había regañado también, pero con la voz quebrada y entre lágrimas.

Me puse de pie y me senté en la mesita frente a ella tomando sus manitos, ya no quería que llorara más.

—El mundo puede ser un lugar horrible, Lou. —Las acaricié. —Allí afuera hay una bestialidad de hombres que no tienen humanidad, que lastiman, que venden y que asesinan a mujeres y niños que alguna vez fueron felices y lo tuvieron todo. Allí afuera hay un mundo crudo y cruel que destruye a las personas como tú. —Ella me miró con angustia. —No necesitas comprobarlo por ti misma, yo estoy aquí para advertirte del peligro y para que confíes en mí siempre, estoy aquí para cuidarte, para mostrarte el verdadero camino. Jamás voy a dejar que alguien te lastime, jamás voy a dejar que estés alguna vez en peligro porque daré todo de mi antes de que a ti te lastimen. Afuera hay cosas que yo conocí que no me gustaría que las vivieras y por otro lado hay un peligro del que ni tú ni yo somos conscientes, porque aunque no lo creas, nosotras vivimos en una burbuja, Lou, aquí adentro no hay peligro, pero afuera si, y si sales sola te comerán viva porque no tendrán compasión ni porque tengas miedo y supliques volver a casa. Esa niña, muerta en el peor lugar de la ciudad, no tuvo la misma suerte que nosotras, y tú pudiste ser ella.

Tati se sentó a mi lado con calma.

—Lou... —Mi amiga respiró, mirándola con cariño. —Somos mujeres, y las mujeres... somos un mercado para ciertos hombres que lo darían todo por tener en sus manos y lastimar de la peor manera a chicas como nosotras. Quizás nadie lo entienda de la forma que nosotras lo entendemos, nadie puede entender nuestro miedo cuando comenzamos crecer y nos damos cuenta del peligro que corremos, y quizás nadie pueda protegernos como nosotras lo hacemos. Es triste que seas tan pequeña y debas conocer esto, pero debes entender que este no es un mundo de arcoíris para nosotras, no todavía. Allí afuera hay mujeres que están solas en el mundo sin nadie, Lou, que pelean día a día contra ellos, pero tú nos tienes a nosotros, tienes a tus padres y tus hermanos que pelearían con su vida por ti. Sin embargo, cuando es demasiado tarde no hay nada que los demás puedan hacer que solo encontrarte, como sea. Como les pasó a millones de mujeres en el resto del mundo. Sus padres ya no buscan encontrarlas con vida, solo encontrarlas. —Ella limpió sus lágrimas y pronto se aproximó a mi hermana para limpiar las de ella. —Aprovecha esta protección que tienes porque eres muy afortunada. El peligro es real, porque seas una niña no tendrán compasión, en el mundo de afuera, los niños y las mujeres no van primero.

—Estaremos bien si permanecemos juntas. —Le dije, ella asintió, creando pucheritos. —El que te hayas caído, te hayas lastimado una pierna y un brazo, que te haya mordido un perro y un fantasma te haya acompañado fue lo mejor que pudo pasarte. —Concluí, ella soltó una risita llena de mocos, entendiéndolo. Ella miró la venda en su pierna y luego a nosotras. Se puso de pie y nos abrazó, rompiendo en llanto.

—Lo siento tanto. —Nos dijo. Mi garganta quemaba. Pero me sentía bien. Porque estábamos bien.

Lou me sonrió a pesar de que ahora me sentía algo angustiada e inmediatamente sonreí también. Ya no podía regañarla. No pude hacerlo porque en mis brazos solo podía disfrutar todo lo que no lo había podido hacer.

ARDER EN LIBERTADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora