TRES.

3.5K 182 3
                                    

Caminé hacia el auto como si no quisiera realmente volver a mirar atrás. Hui de él y ese sentimiento que se arremolinaba dentro mío al tenerlo tan cerca.

William besó mis labios con una sonrisa como saludo antes de mirar el retrovisor y conducir lejos.

-¿Inconvenientes al salir? -

-Papá estaba dando vueltas... -No era mentira. Él asintió y de pronto sonrió emocionado.

-Tengo dos propuestas... -

-Me gustaría oírlas. -Le sonreí.

-La primera; mi madre viajó esta mañana a casa de mi tía en Las Vegas, tengo la casa sola. Tal vez quieras ir... -Humedeció sus labios y maldecí en mi mente por comprarlo al instante con Pierce. Miré la ventana, pero rápidamente la volví a él cuando continuó hablando. -Y la segunda, bueno, ir a esa aburrida fiesta. -Me dedicó una inocente mirada.

-¿Tan emocionado estabas esta mañana por esa fiesta para que ahora me digas que es aburrida? -Me reí divertida. -Lo siento, pero ahora tengo muchas ganas de bailar.

Él resopló, exagerando.

A cuadras de la gran casa donde se creaba un ambiente festivo digno de universitarios y adolescentes filtrados de preparatoria la música ya se oía. Me apresuré a mandarle la ubicación a Tati. Al estacionar, ambos bajamos. Él llegó a mi lado y tomó de mi mano.

-Luces hermosa. -Me dijo con dulzura, y sonreí de verdad, besando su mejilla. -Vamos, bonita.

Saludamos a todo aquel que conocíamos, y yo por cortesía, porque en dos años de relación había ya conocido todo su entorno.

William me llevó a la cocina en donde la isla de la sala estaba convertida en una barra de bebidas improvisadas. Yo, completamente intolerante al alcohol preferí tomar más tarde. Se nos unió una de sus amigas, ella me abrazó amistosa comenzando a darme plática.

-Iré con los chicos al patio de atrás. ¿Me buscas cualquier cosa? -Me dijo al oído a causa de la música ensordecedora, asentí repetidas veces. Me dio un beso antes de marcharse. Resoplé.

Se iba sin bailar.

-Cuídenmela. -Les dijo a sus amigas, ellas asintieron llevándome a un lugar menos ruidoso.

-William, te quiere. -Me dijo una de ellas.

-Lo sé. -Le sonreí. -También yo a él. -

-Son lindos juntos... No hemos tenido tantas oportunidades para conocerte como quisiéramos porque preferíamos tomar distancias, no sabíamos si eras celosa o algo parecido, pero ya sabemos que no estás loca.

-Eso es bueno. -Me reí.

-¿No eres celosa con él? William tiene un entorno bastante grande de mujeres.

-Lo sé, pero no, sus amigas son eso, amigas. Sé diferenciar las cosas, incluso yo tengo mis propios amigos. Sé que él me quiere, estamos hace bastante tiempo juntos y tenemos la suficiente confianza. -Sonreí. -Sé que él no me lastimaría. Lo conozco. -

Ellas sonrieron, asintiendo.

-Es un buen chico.

-Creo que, de todos los tipos, incluso de nuestros amigos, William fue el único que respetó sin quejas que siempre fuéramos sus amigas, no como ese. -Señaló a un moreno a tres metros bailando. Las seis reímos.

-Es muy educado. -Sonrió otra asintiendo.

-Iré a buscar algo para tomar, enseguida vuelvo. -Les dije, ellas asintieron.

ARDER EN LIBERTADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora