La suya era una guerra que comenzó sin previo aviso y que se había ido alargando día tras día. Era una guerra de noches sin dormir, dolor y una interminable sensación de asfixia. Un calvario intermitente que no parecía tener fin y cuya única defensa era una bomba con sabor a menta.
La joven tragó otro caramelo. Aquella batalla la ganaría ella y no el catarro.
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Escritos sin sentido
RandomEscritos sin sentido de una bruja soñadora sobre musas, ángeles que sobrevuelan el espacio o terroríficas noches en el hospital. En ocasiones hay historias ocultas en los silencios de los personajes de estos relatos, secretos para aquellos que se at...