Guerra

22 4 0
                                    

La suya era una guerra que comenzó sin previo aviso y que se había ido alargando día tras día. Era una guerra de noches sin dormir, dolor y una interminable sensación de asfixia. Un calvario intermitente que no parecía tener fin y cuya única defensa era una bomba con sabor a menta.

La joven tragó otro caramelo. Aquella batalla la ganaría ella y no el catarro.

Escritos sin sentidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora