Exageraciones

36 5 4
                                    

Odiaba los plagios y el robo de arte ajeno. Estaba cansada de sufrirlo, de que la llamaran exagerada por defender lo suyo y lo de sus amigos. Aun así no pudo evitar quedarse paralizada cuando una de sus compañeras comenzó a denunciar una historia que ella conocía demasiado bien. Solo que esta vez era el plagio, y no lo plagiado, la historia que ella disfrutaba, que vivía día tras día con sus novedades y que la mantenía en ese momento en ascuas por su futuro desenlace. Le costó creerlo. Se negó a aceptarlo.

―Mira que es exagerada ―bufó―. Ahora va y ve robos en todas partes. Es tan estúpido: si no se parecen en nada.

Un déjà vu traicionero sacudió sus recuerdos. A ella también la habían llamado exagerada, a ella también le habían dicho que todo era "una tontería, sino tienen nada que ver" y hasta había sufrido situaciones peores en que la que el ladrón había llegado a vanagloriarse del robo.

Pero, claro, esa vez era diferente, una auténtica exageración. ¿Cómo podía ser esa historia tan maravillosa, adictiva e interesante un plagio? ¿A quién se le había ocurrido decir que aquellos personajes, de los que estaba perdidamente enamorada, no eran originales del todo? Absurdo. Imposible. Exageraciones.

 Exageraciones

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Escritos sin sentidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora