~Un gran dolor~

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Me empecé a despertar, aun estaba en el suelo, me puse en pie con dificultad y abrí la puerta de mi casa, no estaba mi tía, creo que eso es bueno, no quiero preocuparla, voy a mi cuarto como puedo, voy al cuarto de baño y me miro al espejo, no tenia nada, me tomo un pastilla que había dejado a un lado y me tumbo en mi cama

- ¿Qué me había pasado?

Seguía viendo el techo por un buen rato pensando soluciones, pero no encontraba ninguna, miro la hora en mi reloj, las 8:30 de la tarde, mi tía debe de estar al venir, de paso mañana me toca ya ir a clases de electricidad, no se como me va a ir, empecé a cerrar mis ojos hasta quedarme profundamente dormida

*SUEÑO*

Miro a todos los lados, solo hay arboles y mas arboles, pero entre todos esos arboles aparece una gran silueta, con forma de animal, a mi izquierda y otra silueta mas humana a la derecha, solo puedo mirar pero no se distingue, camino hacia aquellas siluetas pero contra mas camino mas lejos están, comienzo a correr y las siluetas parecen estar a kilómetros, me paro en seco y unos segundos después el suelo en el que antes estaba, había desaparecido, dejando mi vista en una oscuridad eterna, solo caigo sin encontrar fondo mientras cierro mis ojos esperando a que se acabe esta gran oscuridad que había ante mi

* FIN DEL SUEÑO*

Comienzo a abrir los ojos mientras un sudor frio recorre todo mi cuerpo, miro la hora en mi reloj, las 6:56, suelto un gran suspiro y quito las mantas de mi y voy directa al baño, me voy a duchar mientras me relajo con las gotas que caen en mi, me pongo la toalla hasta taparme y me dirijo a mi cuarto, me pongo una camisa blanca con una sudadera negra con azul en la que pone " There is no time", unas mallas negras con unas bambas blancas con negro, me dejo el pelo recogido, como siempre, con una coleta, ya que no me gusta tenerlo suelto, es muy largo para tenerlo suelto, me llega a la cintura y un poco mas, aunque es una molestia la verdad, siempre diciéndome quiero verte con el pelo suelto o ¿Cuánto mide?, vamos tonterías, algún día me lo cortare pero cuando me acuerdo de las palabras de un amigo que tuve " Tus ojos resaltan con tu pelo y por eso eres tan hermosa, tu piel combina con tu belleza y todo en ti es perfecto" al principio no lo entendí ya que, mi pelo negro con ojos verdes y morena de piel, es tipo si ni tu padre ni madre tiene el pelo negro ni ojos claros y menos piel morena como la tuya y yo tipo, me da igual lo que penséis aunque no se metían conmigo por mi altura de 1,76 un poco alta, solo un poco, voy a la cocina y me preparo mi café, me lo tomo y miro la hora, 7:30

- Me tendré que ir a alguna hora ¿no?- dije calmada

- Buenos días- dijo mi tía por mi espalda

Me sobresalto un poco y luego la miro sonriente- buenos días tía

- ¿No tendrías que irte ya? digo llegaras tarde

- No creo, tengo tiempo, tranquila

- No mucho la verdad, tienes solo 10 minutos pero si tu lo dices

- ¿¡Que?! Solo 10 minutos, creí que entraba a las 8:00

Mi tía se empezó a reír y yo le mire triste pero por poco tiempo, le dedique una sonrisa y salí de la casa, me puse los cascos y la capucha, las manos dentro de los bolsillos y me dirija a mi nueva carrera, iba con pasos rápidos pero no para correr si no apresurados, siempre con la mirada en el suelo, la música se paro y en ese tiempo mire mi reloj 7:45, bien el primer día y tarde, comienzo a acelerar mi paso y antes de llegar para entrar al centro me choco con alguien, que oportuno

- Lo siento- dije intentado levantarme

- Ten mas cuidado, ¿estas bien?- dijo una voz masculina mientras me daba su mano

- Si, gracias

- Por cierto, vamos tarde ¿lo sabes?

- Es verdad

El se empezó a reír y yo le acompañe, entramos y no había nadie en el centro, todos ya estaban dentro de las aulas, aunque iba en dirección a la mía me sorprendí un poco, aquel chico iba a la misma dirección que yo

- Por cierto, me llamo Teresa

- Yo Mario- dijo con una sonrisa

Le mire mas detenidamente mientras caminaba, tenia la piel morena como la mía un poco mas, me percate que estaba trabajado, se notaba que hacia deporte, tiene los ojos color miel y su pelo corto de un color negro y era bastante alto, cuanto mediría ¿ 1,80 o 1,85? quien sabe, de un momento a otro el se para en seco y yo lo hago igual que el

- Pues llegamos ¿preparada?

Miro de reojo la puerta y el numero, es a la que voy, entonces estudiaremos juntos, suelto un suspiro y le asiento, llama a la puerta y nos dejan pasar

- Veamos a quien tenemos aquí, los típicos que llegan ya el primer día de clase , digan sus nombre

- Teresa

- Veamos, Teresa Blood,¿y tu ?- dijo mi futuro profesor señalando a Mario

- Mario

- Veamos, Mario Woods, adelante, solo por hoy los dejare pasar, espero que no haya una próxima- dijo el profesor con una sonrisa, parecía buena gente

Nos sentamos al final, juntos ya que iban por parejas y el profesor empezó a presentarse, se llama Julio y el sera nuestro tutor, lo demás fue el horario y eso, por lo que me percate fue, que Izan no estaba, seguramente le haya tocado otra clase, aunque casi no me di cuenta, estuve hablando todo el rato con Mario, realmente me caía muy bien, aunque las miradas asesinas que me tiraba alguna que otra chica, era realmente popular, pero no hice caso, me lo paso bien, llego el momento de irse, recogimos todo y nos fuimos de clase

- Bueno Teresa, nos vemos mañana- dijo Mario mientras se alejaba de mi

Mire un poco de reojo y cuantas chicas le seguían, increíble, pero ni caso, busco a Izan con la mirada y lo encuentro en un banco sentado, parecía estar esperando a alguien, me acerco a el y cuando iba a estar casi a su vista viene una chica y le da un beso en los labios, menos mal que no me he acercado, casi los molesto, me giro rápidamente y voy a la salida, salgo y me pongo la capucha ( la sudadera era polera, daba calorcito, además no me gusta pasar mucha calor, prefiero el frio) voy caminando hacia mi casa, caminaba siempre mirando al cielo, cada copo de nieve, tocaba mi piel caliente, parecía evaporarse antes de tocarme, aun me quedaba unos 10 o 15 minutos para llegar a casa, aunque no tenia prisa, me apetecía estar entre los arboles. Me adentro al bosque bañado en blancura y dejo mi mochila a un lado, subo uno de los arboles y miro el paisaje, es precioso, como la blanca nieve tiñe el pueblo, pero vuelve a darme ese dolor punzante en el pecho y me agarro con fuerza mi pecho, pierdo el equilibro y resbalo con la nieve que había en la rama, haciéndome caer, antes de tocar el suelo puedo ver un animal, de un color negro, era ... un lobo, pero era enorme, antes de poder verlo mejor topo con el suelo, haciendo un ruido seco mientras me quedo sin aire, miro al cielo y poco a poco se va oscureciendo mi mundo



La chica de dos razasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora