La chica de dos razas

~Nuestro rencuentro~

Miraba con tristeza como se iba alejando de mi, Miguel, era mi mejor amigo, como un hermano... pero eso solo fueron ilusiones mías...
Deje caer una pequeña lagrima, tantas cosas me habían pasado y no tenia tiempo para poder pensar. Suspire y volví a mirar a Andres.

- ¿Y ahora que?

- Los vampiros...va a ser mas difícil de salir de esta, con ellos a sido muy fácil pero ahora, es la hora de dejar las cosas claras.

- Lo se...pero aun así me gustaría poder hablar con una persona...

- No puedes

Le mire por unos segundos, sabia que lo estaba haciendo por mi bien, pero me gustaría de verdad hablar con Belén.

- Vamos

Volvimos a caminar, yo solo miraba el suelo, como las hojas se iban rompiendo a mi paso, el sonido que producían, todo aquello retumbaba en mi cabeza, me dolía. Después de unos segundos comencé a escuchar murmullos a nuestro alrededor. Desvié mi cabeza hasta aquel sonido, como personas aparecían de la nada, como sus ojos se convertían en un rojo, con sed de sangre, como con solo un movimiento, podrían matarnos a los dos. Con solo un paso, tope con la espalda de Andres.

- Oh...tenemos invitados- dijo una voz grave y desconocida

Un gran escalofrió recorrió todo mi cuerpo, aquella voz, me produjo un sentimiento que nunca creía que sentiría con solo escuchar una voz, tenia miedo.

- Veamos, dos personas están rodeados de bestias, las cuales están hambrientas. Sois muy valientes.

- He venido ha hablar contigo, Hermis

- Oh,¿sabes mi nombre?, interesante, un humano sabe mi nombre...¿Quién eres?

- Andres

- Andres, ¿Quién es tu acompañante?

- Sabéis muy bien quien es ella, no os hagáis el tonto

- Vaya...que poco divertido eres

Sentí una gran punzada en mi cuello, en ese momento vi como mi sangre brotaba de mi piel mientras bajaba por mi pecho. Toque mi cuello con cuidado, me habían echo un corte, ¿pero quien?
Mire mi sangre la cual rozaba el color negro. Mire de nuevo a mi alrededor, como todos los que nos rodeaban, se habían convertido en un chupasangre, en bestias. Limpie mi herida y mire a todos. Era el momento de yo ir a la par. Con solo un pestañeo volvi a transforormarme. Sabia que si seguía siendo una humana, acabarían matándome.

- Solo quería avisarte que no conseguirás que ella este de tu lado, resolver vuestras disputas los dos bandos, ella no se meterá en esto.

- ¿Enserio?- dijo Hermis con un tono de voz divertido- yo creo que si

En ese momento y con solo un brazo, Hermis, lanzo por los aires a Andres, haciendo que este se estrellase con brusquedad en el tronco de un árbol. Corrí hacia el pero dos personas me pararon, cogiéndome fuertemente de mis brazos.
Les mire furiosa y con solo un pequeño movimiento, partí sus brazos, dejándome en libertad, escuchaba los gritos de dolor de mis anteriores atacantes, pero no tenia tiempo para ver que pasaba. Me acerque a Andres el cual se empezaba a recomponer de su gran golpee, parecía no estar herido , pero...¿Cómo pudo soportar soportarlo?

- Vaya- dijo este con una sonrisa burlona- me ha pillado un poco desprevenido

- ¿Estas bien?

- Claro, no te preocupes, luego de todo esto, cuando nos vayamos, te explicare lo que pasa.

Este con solo unos pequeños movimientos, se acerco a Hermis, sacando en el una espada de su espalda mientras decía algo en otro idioma que aun no acababa de entender. En solo unos pocos segundos un fuego azul apareció del suelo, quemando a los de nuestro alrededor, pero no entendía el porque.
Toque aquel fuego, solo sentí una gran calidez en mi mano, pero al ver a mi alrededor vi esa horrible imagen, como los vampiros se iban quemando a causa del fuego, convirtiéndose en polvo.
En ese momento vi a una persona conocida, atrapada por el fuego, sin pensarlo fui a su ayuda, la cogi en brazos y la lleve a lo alto de un arbol, para luego mirarla con tristeza.
-Belen...
- Teresa, gracias.- dijo ella un poco asustada
- Lo siento, no queria que pasase esto.
- ¿Es...tu culpa?
- No...si...no lo se
Vi como su cara se torno a una de enfado y como se convertia en vampiro, mientras yo me quedaba en sock.
- Perdoname-dije antes de que ella puedira cogerme.
Note como sus manos apretaban mi cuello, como poco a poco me iba quedando sin respiracion mientras mi vista se nublaba de nuevo, solo se distinguia una cosa, las lagrimas de Belen recorrer sus mejillas.