~Un desconocido~

3.6K 315 3
                                    

Sentia mi pulso acelerado, cuantos sentimientos juntos, mi corazon, en cualquier momento se me podria parar.
Aquellos desconocidos se acercaban mas a mi y yo me apegaba al arbol como si mi vida dependiese de ello
- Te encontramos- dijo una rubia de ojos rojos y piel palida, enseñando sus colmillos

Esta se aproximo a mi con rapidez y intento morder mi cuello, el cual no consiguio ya que pude esquivarme de su intento de agarre.
Los otros se quedaron quietos mientras miraban nuestra pelea, parecian disfrutar viendo como me sentia acorralada
La mujer me miraba con maldad y yo, realmente, me sentia como la presa de un lobo.
Se avalanzaba hacia a mi, intentando cogerme, pero era en vano, era mas rapida que ella. Pero no me percate del que estaba a mi espalda, atrapanfo me- Si te escapas, no sera divertido- dijo aquel hombre que me sujetaba de un pelo castaño y ojos rojos.
Intente soltarme de su agarre, pero era imposible, su fuerza era elevada a la mia y se notaba. La chica me miro un poco enojada, creo que la deje en ridiculo por no poder atraparme, esta se acercaba con malas intenciones, rozando mi piel con sus manos frias en mi cuello. Notaba como sus uñas se clavaban en mi fragil piel, haciendo que esta sangre, mostrando una cara de dolor. La mujer se acerco a mi y lamio mi sangre, disfrutando cada gota- es ella- dijo con una sonrisa en su cara
Los demas vinieron acercandose. - De esta no salgo- digo en mi interior
Cerre mis ojos aun intentando soltarme de su agarre cuando escucho un lobo gruñir de dolor, contra un arbol. Abro los ojos y puedo ver a un hombre de piel palida, me miro con sus ojos azules, esos ojos penetraban mi alma.
Este se quedo viendo al grupo y vino como un rayo de luz a mi lado, solto al que estaba agarrandome y este hombre me cogio en su hombro con una mano, con mucha dureza, provocando me una leve mueca de dolor.
Este corrio entre los arboles, algunos los saltaba y otros solo pasaba por su lado. La gente que antes me acorralaba se quedaba atras, finalemente perdiendolos de vista. A los pocos minutos este chico paro y me bajo con suavidad al suelo, pero perdi el equilibrio y acabe sentando me en el suelo.
- Esto, gracias- digo acariciando la zona donde me dolia
Este chico solo asintio y volvio a mirar al paisaje pero sin moverse del sitio.
Noto como un liquido caliente empieza a bajar por mi cuello, lo toco suavemente y veo mi dedo manchado por un color rojizo, lamo mi dedo y confirmo que es mi sangre, rompo un poco la blusa que llevaba puesta, secando la herida. Miro de nuevo al chico y veo que este me mira atentamente, mas bien a mi cuello, a mi sangre.
- ¿Estas bien?- digo un tanto confusa por el comportamiento del chico.
Este se acerco a mi y me quito el trozo de tela que paraba la hemorragia de mi herida, dejando fluir la sangre. Este la miraba hipnotizado y, a mi me empezo a dar miedo, tape mi herida con mi mano y este se sobresalto, quito de nuevo mi mano y lamio mi herida, pero con suavidad, no como aquella chica.
Le mire sorprendida y vi como sus ojos se tornaban rojos, era un vampiro. Me asuste y me aleje de el, levantando me del suelo con rapidez y alejando me de el
- Gr-gracias por todo- dije muy nerviosa y con temor
Este seguia mirando mi cuello, mi sangre la cual seguia fluyenfo- A-Adios- digo corriendo del lugar
Corria sin mirar atras, tenia miedo, hace escasos u minutos pude a ver muerto y ahora un extraño chico me salvaba pero este me queria devorar. Seguia caminando sin rumbo hasta que a lo lejos veo a un lobo grande, de un pelaje negro. Supuse que este era de la manada de aquel hombre pero mi vision comenzo a nublarse, estaba perdiendo sangre, aquellas uñas profundizaron mi cuello.
Seguia caminando hacia el con dificultad, pero acabe perdiendo el equilibrio y cai arrodillada al suelo. Miro al lobo el cual viene hacia mi corriendo, en cuestion de segundos este se convirtio en un humano, solo miraba su rostro el cual identifique a la perfeccion
- Mario...- digo susurrando
- Teresa, ¡aguanta! - dijo Mario cogiendo me en brazos
Lo unico que sentia era la calidez de Mario llevando me a algun lugar, luego mi vista comenzo ha hacerse negra, desmayandome

La chica de dos razasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora