La chica de dos razas

Capitulo 43

Y así Nuria se alejo de mi vista, en cuestión de minutos volvía a encontrarme sola. Los minutos, horas y porque no, mi tiempo se iba agotando, oscureciéndose el cielo amarillento para convertirse en una simple y gélida noche.

- ¿Empezamos? - escucho a mi espalda a Andres, por un momento todo mi cuerpo se había quedado rígido, es el único ser a parte del jefe de los vampiros y el alfa de los lobos que no sentía ni cuando llegaba ni cuando se iba, hacia un tiempo que me había preguntado muchas cosas sobre Andres, a pesar del cariño que le tengo por una extraña razón siento hostilidad hacia el.

- Si - digo después de un breve silencio.

Este comenzó a caminar, aunque no sabia el paradero ni con que íbamos a practicar, solo tenia que confiar.

Todo se encontraba en silencio, el único ruido a nuestro alrededor era ráfagas de viento y hojas cayendo, algo me decía que esto estaba mal, que debía irme, salir corriendo y desaparecer, ¿porque tenia esta horrible sensación? Todo me parecía confuso, casi peligroso para mi vida.

- Andres, ¿donde vamos? - le pregunto con un tono bastante serio, tenia le sensación de que alguien nos observaba

- Ahora lo veras princesa, solo debes de esperar, es peligroso entrenar cerca del grupo, creerán que están en peligro - sus palabras no decían lo mismo que su tono de voz, frió y cortante, como la noche en la que nos encontramos.

- Confiare en ti - digo casi sin creérmelo, ¿que me pasa?¿porque dudo de su voz?¿porque dudo de sus intenciones?¿porque dudo de la persona que mas aprecio?

Apareció en mi vida como si de estación de tratase, con todas sus ventajas y desventajas, diría que es como un padre para mi, el poco tiempo que llevamos juntos nos ha hecho crear lazos que casi con nadie y tenido, aparte de Belén y Miguel.

Aunque siempre me quedaba mi tía, mi única tía a la que mas quería, por la que empezó todo esto y lo cual no tiene final, no mentiré, muchas veces me han dado ganas de ir junto a ella, con la sonrisa que tanto amaba, pero no he podido ir a verla, todo recuerdo de ella ahora esta en el olvido, solo me centro en la guerra y en como podre pararla, ¿donde quedo mi antigua yo?¿donde quedo al vida normal de Teresa?

- Ya estamos lo suficiente lejos... - escucho como un susurro

Todos mi sentidos se pusieron alerta al escuchar dos voces a mis espaldas.

- Te esperabamos, Teresa.