~Sin esperanza~

2.8K 257 3
                                    

- ¿Qué pasa?- dije un tanto confusa.

- Teresa, ven un momento-dijo Eros señalándome un asiento al lado suyo.

Me acerque a el y me senté a su lado, este me miro serio y a mi eso me preocupaba, acaso ¿hice algo malo?

- Teresa, Mario me dijo que habías tenido tu primera transformación.

Al recordar aquello sentí un gran escalofrió por todo mi cuerpo como el recuerdo de Belen, la cual me miraba, como si me acechara, todos esos pensamientos se juntaban en aquel sueño. Yo solo asentí, dándole la razón.

- ¿Como eras?- dijo Miguel muy serio.

- Esto...una loba de pelaje blanco puro pero...algo que me desconcertó fue que mis ojos eran de distinto color, uno era verde y otro rojo, y del rojo veía todo con claridad, mas con el verde veía todo en blanco, negro y gris. Era muy extraño ...

Las caras de los presentes se tornaron pensativas, ¿eso era malo?

- Entonces es verdad, ese ojo rojo que tienes y por el cual ves bien es el que tienes como vampiro. Pero lo que no entiendo es porque solo uno, sera que si te convierte en uno o otro siempre serás los dos a la vez.

Eros se quedo pensando durante un buen rato sin darme respuestas, realmente no entendía mucho- ¿ cuando es tu cumpleaños?- dijo Eros intentando buscar respuesta.

- No lo se.

Las caras de los presentes se tornaron en sorpresa menos una, la de Miguel, el sabia el porque quería olvidar mi cumpleaños.

- Alfa, es mañana su cumpleaños, mas bien sera dentro de 3 horas su cumpleaños -dijo Miguel muy serio, esa parte de el la desconocía por completo.

- Tenemos que protegerla cueste lo que cueste- dijo Eros decidido.

- Lo se alfa, pero aun así- dijo uno de los chicos desconocidos, de pelo negro y ojos azules.

No entendía que intentaban hacer, estaba muy confusa, cada vez que hablaban me confundían mas.

- Esto, señor Eros, me gustaría ir a ver a mi tía,

- No puedes.

- No puede retenerme aquí.

- Aun así, no puedes moverte de aquí.

- Con todo mi respeto señor, yo soy dueña de mi vida, y por eso voy a ir a ver a mi tía, aunque usted no quiera.

Estaba muy preocupada por mi tía, si ella acaba involucrada no quiero ni pensar en que le pueda pasar, necesito avisarla.

- Si me perdonan.

Salí de aquella casa y cuando empecé a andar vi a Miguel, Mario y los dos conocidos persiguiéndome, me entro pánico, recordé lo de aquella pesadilla y mi único instinto fue correr, correr todo lo que pueda. No se como lo hice pero pude despistarlos, llegando a la casa de mi tía.

Entre a la casa y busque a mi tía con desesperación, cuando pude fijarme que la casa, estaba destrozada, arañazos por todas partes y destrozos de los muebles y sobre todo, sangre. Busque con desesperacion a mi tia, no queria que le pasara nada malo.
Cuando la encontre, en mi cuarto, tirada en el suelo y sangrando. Me acerque a ella y lo cogi en brazos cuando note que aun seguia con vida.
- ¡Tia!- dije entre lagrimas
- Te-resa, no...tengas...rencor- dijo mi tia mientras sonreia, dedicandome su ultima sonrisa, su ultima calidez.
Dejando de respirsr y haciendo sus latidos mas tenues, parandose.
Lloraba sin cesar, buscaba al culpable de todo eso cuando a lo lejos escucho el aullar del lobo. Salgo corri!ndo de casa y busca, veo huellas y pies con sangre, la sangre de mi tia. La cual hacia un recorrido viendo a lo lejos a un vampiro y a un lobo, saboreando cada gota que les quedaba en sus mamos.
En todo mi ser, se acumulaba tanto odio, no sabia como liberarlo. Corri hacia ellos, mientras que ellos reian y comenzaban a caminar, se burlaban de mi. Saque toda mi ira de un grito y comence a cambiar, mis cuatro colmillos sobresalieron de mis labios, mi vision comenzo a mejorar y mi fuerza a multimplicarse, mi corazon iba mas lento pero aun asi me daba igual. Corri hacia ellos a una velocidad que no crei tener, les miraba con odio a los asesinos de mi tia y estos se asustaron.
Corria y corria y mi odio siguio creciendo, salte a un arbol y cuando volvio a saltar para correr en el suelo mi cuerpo comenzo a dolerme, mis huesos crujieron y mi ojo cambio a otro color. Corria a cuatro patas, pero en cuestion de segundos empece a marearme y sentir mi cuepor pesado, nublando mi vista, se me dibilito el cuerpo por completo, tantas emociones juntas, acabaron conmigo. Senti mi cuerpo adormezido, callendo me contra el suelo y sintiendo el frio de la nieve, habia vuelto a mi forma humana. Pero lo peor era, que ahora estaba expuesta a algun ataque, verme asi de debil, hizo que me enfadara mas. Pero mis musculos no funcionaban, todo en mi se habia parado. Hasta que al sentir un ruido a mi espalda, senti un gran escalofrio en todo mi ser. Solo queria acabar con mi sugrimiento, cerre mis ojos y espere mis destino

La chica de dos razasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora