VI

54.7K 4.5K 510
                                    

Antes de comenzar el capitulo quiero aclarar algo sobre las faltas de ortografía, sé que muchos de ustedes ya lo saben y lo siento para aquellos que ya les resulta repetitivo, pero sigo recibiendo comentarios de gente que me pide que corrija los errores y  aun no lo haré, así que si les resulta muy difícil de leer, lo siento mucho :( Lo editare mas adelante. 

Otra cosa !!  :3 Ultimamente estoy poniendo música en la historia, lo idea el escuchar el soundtrack cuando la protagonista lo este haciendo para que te sientas mas conectada con el personaje, pero solo es una recomendación,pueden hacer lo que quieran <3 nos leemos al final de la hoja, los amo !! 

 "If you prick us do we not bleed? If you tickle us do we not laugh? If you poison us do we not die? And if you wrong us shall we not revenge? - William Shakespeare.

Lucy y yo nos quedamos en silencio mirando embobadas las escaleras, como si ambas intentaremos encajar la razón por la que Eros se había ido de esa forma. No parecía propio de el.

- Gwenny... - murmuro Lucy en voz bajita, como si Eros aun pudiera escucharnos. - ten cuidado con el.

- ¿A que te refieres? - yo sabía que el jamas me lastimaría. No me pregunten como lo se, pero lo sabía.

- no es una buena idea enamorarte de el.

La miré como si se hubiera vuelto loca.

- ¿Qué? Noooo - sacudí la cabeza tomando el té helado que Eros había dejado en la mesita y le di un buen trago. - Lucy, ¿como puedes decir eso? lo acabo de conocer hace... ¡tres horas!.

-Bueno, si, pero hombres como el solo te dejan con una cosa. - me miró como si yo supiera de que demonios me estaba hablando.

Aventure una respuesta.

- ¿con las ganas?

- no, tonta. - me dio un golpe en la cabeza. - con un corazón roto.

- no te preocupes, Lucy. Eso no me va pasar a mi.

Ella me sonrío como si supiera algo que yo no.

- eso dicen todas.

Bufé cruzando de brazos.

- yo no soy todas.

La vi levantar los ojos al cielo con cara de ruego.

- Iluminala, señor.

La mire frunciendo el ceño, pero decidí no darle el placer de seguirle la corriente.

La invite a comer pero ella se disculpo diciendo que quería volver cuanto antes junto a Lucas. Esos dos tenían una suerte de haberse encontrado... Eros se había lucido. Mas le veía encontrarme a alguien igual de cariñoso y atento o lo iba a regresar diciendo "¡esto no es lo que yo ordené!"

En cuanto me quede sola me recargué contra la puerta y miré en la dirección por la que había desaparecido Eros, preguntándome si debería ir a verlo o darle tiempo. Al final decidí que no era buena idea invadir su espacio. Había leído en un libro de John Gray: "Los hombres son de Marte y las mujeres de Venus" que si un hombre se encerraba en su cueva, era mejor dejarlo allí hasta que el solito resolviera su problema. Y si el diablo sabe mas por viejo que por diablo... mejor hacerle caso.

Caminé hacia la cocina decidida a preparar una buena comida. Normalmente no cocinaba, pero no había nada normal en mi situación, cocinar no me iba a hacer mal.

Puse la radio y le subí al volumen cuando la canción de MKTO "Classic" sonó por los altavoces.

La voz tan particular del hombre no se hizo esperar, y moví mi cuerpo entero al sonido de la canción utilizando el cucharón con el que estaba moviendo la salsa para fetuccini como micrófono improvisado.

Querido ErosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora