Querido Eros

XXVI

SURPRISE !!!!!! <3333
Gosssh okey, quiero que sepan que este capitulo es largo, así que les pido paciencia y disculpas pero me moría antes de cortarlo en dos. También quiera avisar que puse una canción que conforme la historia lo pida les recomiendo reproducirla :3 Esta hermosa, no se arrepentirán.

"If you're feeling a little blue, try painting yourself in another color" - Hannah Cheatem 8 years old.

Mi cita con Jake no pudo haber llegado en mejor o peor momento, aun no me podía decidir al respecto.

Eros me dijo que el me llevaría a la cita y se quedaría cerca para vigilar que nada pasara, lo que yo considere innecesario pero me supe mas lista que discutir con el, así que solo suspire irritada y lo deje creer que era Tarzan salvando a Jane de los babuinos.

Normalmente no usaba tacones, pero de nuevo, normalmente no tenia citas, y como no tenía ni idea de a donde diablos pensaba llevarme Jake/Eros, me decidí por un vestido negro algo escotado del frente. Me deje el pelo suelto y ondulado que de todas formas estaba lo suficiente corto para que no arruinara el efecto del vestido sin necesidad de recorrerlo en un moño que solo se me soltaría a los diez minutos de hacérmelo, me maquille un poco e ignore las protestas y gruñidos de Eros cuando me puse las lentillas de contacto.

Me negaba a arruinar mi conjunto de la noche con mis gafas XL.

Cuando Eros abrió la puerta me sorprendió estando vestido con una camisa de botones blanca y unos vaqueros que me hicieron la boca agua, su olor me envolvió y sentí mis piernas temblar un poco. Diosito santo, estaba segura que Eros tenía prohibido acercarse a mujeres con problemas del corazón porque les daría un infarto al miocardio solo de verlo.

Sus ojos azules me recorrieron entera  y una lenta sonrisa lobuna se fue apoderando de sus facciones y yo agradecí que mis tacones no eran tan altos porque me iba a caer por el sex appel de esa sonrisa, estaba convencida que era ilegal en algunos estados.

- Te ves preciosa, nena. - murmuro sus ojos fundiéndose rápidamente de dorado, pero parpadeo regresándolos a su usual.

- T-tu también. - asentí en su dirección. Estaba demasiado apuesto. Mucho me temía que iba tener que llevarme una raqueta para alejar a las mujeres que caerían como las polillas atraídas hacia la luz.

Eros agrandó los ojos y soltó una risotada que me hizo ruborizarme.

- Deja de hacer eso. - masculle molesta mientras tomaba un abrigo y mi bolsa. Eros sostuvo la puerta de mi cuarto abierta para mi y bajamos agarrados de la mano por las escaleras. La idea de que estábamos saliendo un viernes de la noche para que yo me encontrara con otro hombre era demasiado rara, pero de nuevo, toda esta situación podía ser clasificada como "demente" si lo pensabas con atención.

- Lo siento, cariño, a veces no lo puedo evitar. Tienes una mente de lo mas entretenida.

Para mi sorpresa Eros me llevo a mi bar favorito en todo el mundo. Era un bar de deportes y muy clásico, con una barra de madera larga y tallada, varias mesas colocadas estratégicamente para ver pantallas con el juego de futbol en vivo, mesas de billar, futbolito y mi parte favorita: un escenario con karaoke. El bar siempre estaba lleno y la gente ya me conocía y me hacia sentir como parte de una gran familia. el cantinero se llamaba Freddy y parecía escocés por su espesa barba pelirroja y su imagen mas bien robusta. Estaba por los cuarenta y era uno de los hombres mas amigables que  jamas había conocido. Las camareras tenia un uniforme provocativo y usaban push up bras para ganar propinas generosas, aun así ellas siempre mantengan una expresión amigable cuando se dirigían a mi y yo no podía amarlas mas. Lucy y yo solíamos venir todos los viernes y no me sorprendió que después de mi larga ausencia todos actuaran algo melodramáticos al verme entrar por la puerta, y mas agarrada por la cintura de un Dios que estaba para comer con pan.